Reveses sandinistas en su ofensiva contra Somoza

Ninguno de los acontecimientos producidos en Nicaragua en las ¨²ltimas veinticuatro horas indica que se est¨¦ produciendo, realmente, la tan anunciada ?ofensiva final? del Frente Sandinista de Liberaci¨®n. Muy al contrario, y siempre basados en el an¨¢lisis de los simples y escuetos hechos, puede afirmarse que en los dos frentes abiertos por los expedicionarios del FSLN en el norte y sur del pa¨ªs los guerrilleros han sufrido muy serios reveses.En fuentes del Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional aseguran que los recientes hechos b¨¦licos producidos en diversos puntos de Nicaragua corresponden al inicio de una acci¨®n definitiva.

El ?parte de guerra n¨²mero 3-79, que lleva fecha de 29 de mayo, y que aparece firmado por el triunvirato dirigente del Frente Sandinista, se?ala que ha comenzado la ofensiva final?, y hace un llamamiento a todo el pueblo para que se una a la lucha.

Seg¨²n informaciones contrastadas, la situaci¨®n militar en el pa¨ªs es la siguiente: en el sur de Nicaragua, cerca de la frontera con Costa Rica, a trav¨¦s de la cual penetraron, por cinco puntos diferentes, alrededor de trescientos hombres, un numeroso contingente de guerrilleros est¨¢ rodeado en la localidad de El Naranjo. La ciudad de Rivas, a la que llegaron en las primeras horas del martes otros grupos de combatientes, est¨¢, en estos momentos, desalojada. Un peque?o n¨²mero de militantes del FSLN est¨¢ igualmente aislado en las proximidades de El Ostional. En las aguas de la bah¨ªa de Salinas, en el Pac¨ªfico, una ca?onera, La Ballena, dispara contra las posiciones de tierra.

En el frente Norte, donde operaron doscientos guerrilleros transportados en aviones, la situaci¨®n se ha normalizado en las zonas de Bonanza, Rosita y Siuna, lugares en los que, durantes varias horas, fueron fuertes los guerrilleros del FSLN. Hay constancia de que una parte de ese grupo se ha refugiado en las proximidades de la frontera con Honduras.

Se han producido disturbios y enfrentamientos aislados en algunas ciudades, como Le¨®n, Masaya y Chinandega. Pero tampoco puede decirse que se haya producido la insurrecci¨®n popular demandada por la m¨¢xima direcci¨®n del FSLN en su ¨²ltimo parte de guerra, numerado 3-79, en el que formalmente se anunciaba el comienzo de la ?ofensiva final?. Curiosamente, los ¨²ltimos tres d¨ªas han arrojado el saldo m¨¢s bajo de las recientes semanas en cuanto a incidentes y muertos en la capital de la naci¨®n, Managua.

A la vista de estos hechos, no parece arriesgado afirmar que la posibilidad de una derrota militar de la Guardia Nacional nicarag¨¹ense aparezca muy remota. Los ¨¦xitos de dicho Ej¨¦rcito aumentan en la misma medida que crecen los fracasos militares del FSLN. Hace unos meses, la versi¨®n m¨¢s generalizada era que la ca¨ªda de Somoza se producir¨ªa por la conjunci¨®n de tres acciones: la ofensiva armada del FSLN, la presi¨®n internacional y el deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica. Hoy resulta m¨¢s fiable afirmar que ser¨¢n los dos ¨²ltimos factores los que de manera m¨¢s determinante afecten a la estabilidad del r¨¦gimen somocista.

Si existiese una mayor coherencia entre las organizaciones que se agrupan en torno a los dos grandes bloques de oposici¨®n pol¨ªtica, el Frente Amplio Opositor y el Frente Patri¨®tico Nacional, dichos dos factores quedar¨ªan magn¨ªficamente apoyados. Pero, tristemente, ninguno de esos dos grupos ha dado muestras de disponer de la cordura suficiente como para superar sus diferencias, para conjuntarse en tomo al objetivo com¨²n, que es la ca¨ªda de Somoza.

En el plano internacional, el Gobierno de Nicaragua ha redoblado sus denuncias contra la intervenci¨®n extranjera en el conflicto nicaragu¨¦nse. Las cr¨ªticas son especialmente duras contra Costa Rica y Panam¨¢, cuyos m¨¢ximos dirigentes son objeto de duros ep¨ªtetos. Al general Omar Torrijos, jefe de la Guardia Nacional de Panam¨¢, a quien se llama ?narcotraficante y dictador?, se le acusa de auspiciar el abastecimiento de los aviones que transportaron a los combatientes sandinistas al interior de Nicaragua. A Carazo se le adjudica la tolerancia para que que desde el territorio de Costa Rica se organicen los ataques sandinistas a ciudades y posiciones militares del sur del pa¨ªs.

El resumen de esta cr¨®nica, que puede resultar decepcionante para quienes atribuyen al FSLN la ¨²nica alternativa posible de victoria contra el r¨¦gimen de Somoza, es que una cosa son los deseos y otra, bien distinta, las realidades. Y la realidad, a mi juicio, es que el Frente no es capaz hoy por hoy, seg¨²n sus propios anuncios, de derrotar militarmente a la Guardia Nacional.