Willy Brandt y el hijo del ¨²ltimo emperador austriaco, candidatos en la RFA
Las primeras elecciones directas para la creaci¨®n de un Parlamento Europeo tienen, por lo que toca a la Rep¨²blica Federal de Alemania, el car¨¢cter de test para las elecciones que se celebrar¨¢n en este pa¨ªs el pr¨®ximo a?o. El fracaso de los conservadores europeos, o la clasificaci¨®n en segundo lugar respecto de los socialdem¨®cratas de Europa, significar¨ªa muy posiblemente un cambio de titularidad al frente del Partido Democristiano alem¨¢n. Este factor otorga una especial importancia a estas elecciones y, al tiempo, les restan categor¨ªa supranacional para la formaci¨®n de un continente unido pol¨ªticamente. Julio Sierra informa desde Bonn.
Esta parece ser la raz¨®n por la que Willy Brandt, l¨ªder socialdem¨®crata, ha dicho que ?los diputados van a Estrasburgo y Luxemburgo no s¨®lo como europeos, sino tambi¨¦n como alemanes, franceses o bel gas?. Lo l¨®gico hubiera sido, quiz¨¢, alterar los t¨¦rminos. Tanto es as¨ª que el elector alem¨¢n se enfrenta a esl¨®ganes, pero no programas, a la hora de emitir un sufragio que no acaba de valorar. ?De qu¨¦ Europa se trata: de la de los trabajadores, como quiere el Partido Social-dem¨®crata, de la de Ios ?hombres libres?, como definen los democristianos, o de la de los ciudadanos, como pretenden liberales?
Falta de inter¨¦s
Para los cr¨ªticos de estas elecciones, que lo son no porque crean que no deben darse pasos a la integraci¨®n continental, el peso de las ideolog¨ªas y de las confrontaciones nacionales, por razones objetivas o no, es un factor no desarrollado. De ah¨ª la falta de inter¨¦s que se observa, al menos, en la Rep¨²blica Federal de Alemania, donde los partidos del Bundestag buscan por todos los medios, como objetivo primordial, mover a los ciudadanos a concurrir a estos comicios europeos. El 5 de diciembre pasado, el diario liberal Frankfurter Rundschau titulaba un largo informe sobre un discurso del encargado de relaciones del Partido Social dem¨®crata, Egon Bahr: ?Europa, como tercera fuerza aut¨®noma, es una ilusi¨®n?, con lo que daba a en tender que el pr¨®ximo 10 de junio se votar¨¢ una utop¨ªa, tal y como se presenta actualmente la constelaci¨®n de fuerzas distribuidas en dos bloques.
Y, a pesar de todo, Alemania Federal desea m¨¢s competencias para el futuro Parlamento de Europa. Los 4 10 diputados que ocupen, a partir del pr¨®ximo d¨ªa 10, la sala plenaria ser¨¢n, previsible mente, conservadores democristianos o socialdem¨®cratas, con gran peso alem¨¢n, aunque la RFA figure en tercer lugar a efectos de su contribuci¨®n al presupuesto comunitario, detr¨¢s de los Pa¨ªses Bajos (205 marcos per capita) y B¨¦lgica (192 marcos anuales). Como dato comparativo, baste rese?ar que el presupuesto del Parlamento, equivalente a un 5% del total de las Comunidades Europeas, es inferior al presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores de Bonn.
"La Internacional", anzuelo electoral
A pesar de lo exiguo del presupuesto, que habr¨¢ de incrementar se, los alemanes esperan del Parlamento de Europa que sea un foro de intereses econ¨®micos, l¨®gica mente alemanes en primera l¨ªnea. Por lo que toca al sentido ?revolucionario? de estas elecciones, los democristianos de Bonn no han te nido inconveniente en recurrir a esl¨®ganes de impacto. Por ejemplo. este: ??Quiere usted que su hijo se vea obligado a cantar La Internacional, como himno europeo? No a una Europa socialista. El 10 de junio debe decidir usted.?
La decisi¨®n de los alemanes debe recaer sobre un total de 534 pol¨ªticos de un total de doce partidos concurrentes a estas elecciones europeas. De los candidatos, el m¨¢s joven es un aspirante del Partido Liberal, de diecinueve a?os, que aparece en el puesto 94 de la lista de su partido, y el m¨¢s veterano, un militante del Partido Populista B¨¢varo, que ha alcanzado la respetable edad de 83. De los alemanes que compiten en esta consulta europea, 110 son mujeres, lo cual no representa un porcentaje elevado si se cuenta con que en la RFA las mujeres son superiores en n¨²mero a los hombres. En cuanto a partidos mayoritarios, los socialdem¨®cratas presentan una lista de s¨®lo 78 candidatos; los cristianodem¨®cratas, 126; los cristianosociales b¨¢varos, veintitr¨¦s, y los liberales, 106. La conclusi¨®n primera salta a la vista: la socialdemocracia alemana conf¨ªa m¨¢s en el renombre de sus aspirantes y los conservadores -esperan m¨¢s del, impacto masivo de su lote. Dada la distribuci¨®n de esca?os en funci¨®n del n¨²mero de habitantes, la RFA contar¨¢ con 81 diputados, al igual que Francia, Italia y Gran Breta?a.
Dentro del m¨¢ximo respeto a la funci¨®n de signo que otorgan los alemanes a estas elecciones, es de tener en cuenta la presentaci¨®n del archiduque Otto de Habsburgo en el puesto tres de la lista cristiano social b¨¢vara: el hijo del ¨²ltimo emperador austr¨ªaco es partidario de un ?sistema de poder personal y absoluto? para el caso de una crisis pol¨ªtica interna, lo cual ha movido a duras cr¨ªticas Incluso en un sector democristiano al pensar en una Europa integrada bajo este principio de recia raigambre.
El ¨²ltimo sondeo realizado arroja estos resultados por lo que toca a los electores alemanes: un 9% de los germano- federales est¨¢ muy satisfecho de c¨®mo funciona la democracia, y un 69% dice estar bastante de acuerdo sobre c¨®mo van las cosas. El resto prefiere modos m¨¢s contundentes, para resolver los fallos. Menos de la mitad de los adultos de este pa¨ªs" un 49%, piensa que el nuevo Parlamento puede contribuir a mejorar la situaci¨®n, pero un n¨²mero muy superior piensa que la situaci¨®n solamente podr¨¢ mejorarse por v¨ªa de transformaci¨®n acelerada; mientras que, en 1970, un 70% pensaba que la evoluci¨®n hacia un sistema m¨¢s democr¨¢tico podr¨ªa lograrse mediante la pol¨ªtica de peque?os pasos, ahora solamente un 41% persiste en esta actitud.
A pesar de esta voluntad de cambio acelerado, el potencial revolucionario alem¨¢n se queda en un 2%, muy por debajo del diez que los alemanes atribuyen a Italia. Para mayor confusi¨®n, la mitad de los alemanes defiende el mantenimiento del actual orden sociopol¨ªtico europeo, sobre todo, como medio de evitar una nueva guerra, que teme un 79% de los alemanes.
"La gran hora del destino"
Quiz¨¢ por el impacto de estas cifras, el l¨ªder cristianodem¨®crata, Kohl, ha calificado estas elecciones europeas como ?la gran hora del destino de este siglo?. Por ello, la uni¨®n conservadora ha movilizado a cantantes del calibre emotivo de Roberto Blanco, el puertorrique?o que se qued¨® en Alemania tras cumplir su servicio militar con los armis, o Joy Fleming, y hasta ha celebrado actos religiosos con la actuaci¨®n del cardenal Ratzinger, arzobispo de Munich, en petici¨®n de auxilio divino para la iniciativa paneuropea del archiduque Otto de Habsburgo.
Los bancos privados alemanes se han unido en una operaci¨®n de lanzamiento y han difundido una propaganda en la que se dice que ?nosotros, los bancos, hemos tomado en serio desde un primer momento la idea europea y la hemos puesto en pr¨¢ctica en nuestro sector. Para nosotros Europa no es un objetivo ¨²nico: por el contrario, vemos una Europa estable, pol¨ªtica y econ¨®micamente, como un aliado fuerte y confiado para el resto del mundo?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.