Antonio Ruiz-Manol¨ªn Bueno

Antes de que muriera Santiago Bernab¨¦u todo estaba atado y bien atado en el Madrid. Con el placet de Bernab¨¦u, Saporta estructuraba el futuro del club a todos los niveles. El organigrama de la entidad no ten¨ªa fisuras y cada puesto importante ten¨ªa a un hombre id¨®neo para la sucesi¨®n. Para el puesto de Calder¨®n estaba Dom¨ªnguez; para el de Mu?oz, Antonio Ruiz; para el de Pedro Ferr¨¢ndiz, Lolo Sainz. Las circunstancias estropearon los planes.La teor¨ªa del Madrid era formar su cuadro de dirigentes dentro de la casa. Saporta, que aspiraba a ser el almirante Carrero, el segundo hombre y el primero en abandonar la nave cuando desapareciera el jefe supremo, no pudo dejar en el Madrid una estructura a su gusto. Los planes de Saporta, pensados a principios de la d¨¦cada, no pudieron confirmarse al final de la misma.

De todas las previsiones solamente se cumpli¨® la de Lolo Sainz. Gento quiso correr demasiado y abandon¨® a los juveniles; est¨¢ en el Palencia, olvidado. Sanch¨ªs se cans¨® en el Castilla y se fue al Tenerife; tambi¨¦n dijo su adi¨®s a la casa. Santisteban confi¨® y est¨¢ en el Castilla tras escalar varios pelda?os. Antonio Ruiz aguard¨® su oportunidad. Se estrope¨® la primera porque para suplir a Miguel Mu?oz no se le dej¨® correr riesgos in¨²tiles. Al cabo de los a?os, la espera se ha tornado vana; ha de tomar las de Villadiego. Agust¨ªn Dom¨ªnguez abandon¨® el barco por su propia voluntad y le sali¨® bien la operaci¨®n. Lo hizo a tiempo.

Antonio Ruiz ha sido en el Madrid como Manol¨ªn Bueno, pero con un final m¨¢s triste.