As¨ª son los que eran l¨ªderes de Madrid
No hace muchos meses, cualquier tarde, despu¨¦s de trabajar, Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Palac¨ªn (PCE) sal¨ªa de la casita baja en la que vive, en el Pozo del T¨ªo Raimundo, y se reun¨ªa en asamblea con todos los vecinos del barrio. Ah¨ª pod¨ªa decirse desde hacer una manifestaci¨®n frente al Ayuntamiento para exigir viviendas sociales, o buscar una soluci¨®n solidaria contra la analfabetizaci¨®n de adultos de la zona. Hoy, esas asambleas vecinales se siguen realizando, pero Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Palac¨ªn ya no va a ellas. Ahora es el delegado municipal de Circulaci¨®n y Transportes del Ayuntamiento de Madrid. As¨ª, por la v¨ªa pol¨ªtica, han desaparecido del movimiento ciudadano muchos de los que antes eran indiscutibles l¨ªderes, como Juli¨¢n Rebollo, ex presidente de la Federaci¨®n Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV); Ignacio Quintana, hoy gerente municipal de Urbanismo; Emilio Ram¨®n, concejal del Ayuntamiento de Getafe, y otros muchos. El triunfo de la izquierda en las elecciones municipales ha dejado profundos huecos en los movimientos vecinales y ciudadanos, aunque algunos l¨ªderes, como F¨¦lix L¨®pez Rey o Antonio Villanueva, contin¨²en en el mismo. cuenta lo que hacen actualmente algunos de aquellos l¨ªderes.
Juli¨¢n Rebollo, presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos de Aluche y de la Federaci¨®n de Vecinos, es ahora concejal por el grupo comunista. Carlos Madrid, hombre del movimiento vecinal de M¨®stoles durante largos a?os, tambi¨¦n est¨¢ ahora ostentando su cargo de edil por el mismo partido.La misma suerte han corrido Ignacio Quintana, Nacho, quien desde la asociaci¨®n de Hortaleza ha pasado a ocuparse nada menos que de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Ha pasado de reivindicar infatigablemente viviendas para la colonia del Carmen, a encargarse de todo el urbanismo de la ciudad.
La experiencia de lucha de todos ellos en sus respectivos barrios ha sido despu¨¦s capitalizada por la pol¨ªtica para irse acercando m¨¢s al poder. A muchos no les hac¨ªa falta un excesivo alarde propagand¨ªstico para arrancar los votos electorales de sus convecinos, porque eran unos aut¨¦nticos l¨ªderes de barrio.
Otros, en cambio, no tuvieron la suerte de ser seleccionados para formar parte de ninguna lista. Sin embargo, algunos han renunciado voluntariamente a dar el salto estelar y cambiar los papeles. Lo mismo que hay aut¨¦nticos l¨ªderes sindicales, hay hombres y mujeres que han optado voluntariamente por seguir en la fatigosa y cotidiana lucha del barrio, en intentar d¨ªa a d¨ªa que el deprimente nivel de vida de las ciudades dormitorio y barriadas suburbiales se eleve hasta niveles medianamente aceptables.
ANTONIO VILLANUEVA
Siete a?os en San Blas
Antonio Villanueva es uno de los que se mantienen. Est¨¢ en el movimiento ciudadano desde sus inicios. Ha sido una de las cabezas visibles tanto de la Asociaci¨®n de Vecinos de San Blas como de la federaci¨®n durante largos a?os. Hace apenas diez d¨ªas, pese a las cr¨ªticas adversas de ciertos sectores, ha conseguido ser reelegido presidente de la junta directiva de su asociaci¨®n.
Militante del PCE, ha actuado por libre habitualmente. Dicen que eso le ha costado su exclusi¨®n de las listas a las municipales. Tiene fama de hombre terco, personalista y autoritario, hay, incluso, quien le ha acusado de practicar el caciquismo m¨¢s puro dentro del barrio. ?El que haya miembros de mi familia en la junta directiva no quiere decir nada. Cuando me acusen de algo, que lo hagan con pruebas.? Lo cierto es que la gente de su barrio le ha vuelto a elegir como presidente de la asociaci¨®n, y ser¨¢ Antonio el que, impenitentemente, seguir¨¢ intentando negociar con quien corresponda soluciones para los problemas de su barrio.
Dice que su vida no ha cambiado mucho en estos a?os, y ahora est¨¢ empe?ado en transformar la actual federaci¨®n de vecinos. ?Vivo de mi taller de ebanister¨ªa y sigo casado con la misma mujer, aunque con un hijo mas.?
Sin embargo, algo s¨ª que ha cambiado desde los tiempos en que fue detenido varias veces por sus intentos de legalizar y dar salida al movimiento asociativo, porque hoy, a Antonio no s¨®lo le conocen en todos los despachos oficiales, como dicen sus cr¨ªticos, sino que una gran parte de su barrio ha puesto en ¨¦l todas sus esperanzas de conseguir un barrio mejor.
FELIX LOPEZ
Seis a?os en la meseta de Orcasitas
Otro de los casos de resistencia es F¨¦lix L¨®pez, quien lleva m¨¢s de seis a?os en la junta directiva de la meseta de Orcasitas. F¨¦lix no fue incluido en las listas de su partido durante las pasadas elecciones municipales (?Porque lo que yo quiero es estar aqu¨ª, en el barrio, como un vecino m¨¢s. Para eso, el partido cuenta con pol¨ªticos?). Sigue haciendo bisuter¨ªa para vivir, y ya gana algo m¨¢s de las 17.000 pesetas de hace tres a?os (?Aunque no mucho m¨¢s, porque con estos trabajos ya se sabe, que a veces no sacas ni para pipas.?). De todas formas, en este tiempo, su hijo ha podido conseguir el a?orado scalextric, que entonces su padre no le pod¨ªa comprar. (?Se lo regal¨® un lector de vuestro peri¨®dico que ley¨® la entrevista que me hicisteis entonces.?)
F¨¦lix L¨®pez no tiene como meta inmediata dejar la asociaci¨®n de vecinos. ?Yo, lo que quiero es que el movimiento ciudadano se convierta en algo s¨®lido, y vamos a dar la batalla para que en la pr¨®xima ley de R¨¦gimen Local tengamos los mismos derechos que los representantes sindicales. Es la ¨²nica forma de que esto siga adelante sin la subvenci¨®n de los partidos pol¨ªticos. ? Y ah¨ª sigue, como vocal de la junta directiva de la asociaci¨®n. ?De despacho en despacho o a la cabeza de una manifestaci¨®n. Seguir¨¦ yendo a las asambleas semanales del barrio y luchando con todos para conseguir una forma de vida lo menos indigna posible.?
PILAR LLEDO
Siete a?os en la asociaci¨®n
Pilar Lled¨® se mantiene todav¨ªa en el movimiento ciudadano por una desgraciada casualidad. Iba a ir de cabeza de lista del PCE de Alcal¨¢ de Henares, cuando, por culpa de un accidente automovil¨ªstico (un choque con un coche de la Guardia Civil), tuvo que ser sustituida; si no, hoy podr¨ªa ser alcaldesa o, cuando menos, concejala. ?Me part¨ª los dos brazos y la cabeza, con lo que quedaba ya totalmente impresentable. Pese a todo, s¨ª pude hacer campa?a electoral.?
Pilar Lled¨® tiene ahora 39 a?os y contin¨²a dando clases en un colegio. Lleva ocho largos a?os dentro del movimiento ciudadano, y ahora es vocal de la Asociaci¨®n de Vecinos del distrito de Universidad de Alcal¨¢. Fue fundadora de las cuatro asociaciones que existen en este pueblo, y a¨²n le quedan ganas de seguir luchando por conseguir parques o puestos escolares, aunque reconoce que el entusiasmo vecinal ha descendido notablemente. ?Ha habido cambios fuertes, porque antes, con ser todo m¨¢s dif¨ªcil, por la ilegalidad, la gente asist¨ªa mucho m¨¢s que ahora a las asambleas de barrio. A partir de las elecciones de junio, el inter¨¦s decreci¨® notablemente. De todas formas, en este momento, a partir de las elecciones municipales ha resurgido un cierto inter¨¦s, y yo tengo esperanzas de que el movimiento asociativo consiga que los vecinos se preocupen de sus problemas inmediatos y busquen soluciones conjuntas para ellos. ?
Tambi¨¦n siguen en las asociaciones otros muchos, como Vicente Ll¨®piz, en la Concepci¨®n; el conflictivo cu?ado del alcalde De Arespacochaga, o Lola Varc¨¢rcel, tan habladora como siempre, en Valdeacederas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.