Leyes y urgencias
?El ministro de Justicia, I?igo Cavero, dio a conocer hace muy breves fechas -y hoy lo ha desarrollado el se?or P¨¦rez Llorca- el calendario legislativo para 1979. Es decir, los proyectos de ley sobre temas recogidos en la Constituci¨®n y que, una vez aprobados por las Cortes, han de dar su fisonom¨ªa a la nueva sociedad que entre todos, m¨¢s o menos, d¨ªa a d¨ªa, estamos creando.(...)El orden de prelaciones establecido por el ministro, ?obedece al orden de prelaciones del pa¨ªs? En principio, s¨ª, aunque a nuestro entender, algunos grupos de leyes que obedecen al mismo fin requieren un tratamiento simult¨¢neo y s¨®lo la inminencia de las vacaciones parlamentarias (si es que este a?o se hacen) justificar¨ªa el aplazamiento hasta septiembre de algunas de ellas. Nos estamos refiriendo, concretamente, al conjunto de medidas que abordar¨¢n esas dos tremendas plagas nacionales del terrorismo y la delincuencia.
Efectivamente, dentro de pocos d¨ªas se va a tratar del nuevo procedimiento para enjuiciar los casos de flagrante delito (procedimiento que imprime a la tramitaci¨®n una mayor rapidez, ?ya era hora!), pero, en cambio, se dejan para despu¨¦s del verano las reformas del C¨®digo Penal y, sobre todo, las de la ley de Enjuiciamiento Criminal, que son las leyes-base, sin las cuales las otras tienen una existencia m¨¢s bien nebulosa. Cierto, repetimos, que est¨¢ el problema del verano de por medio, pero tampoco se trata de reformar todo el C¨®digo y toda la ley, sino aspectos parciales (aunque sustanciales) de los textos. Y llama la atenci¨®n que pase delante la ley sobre filiaci¨®n y r¨¦gimen econ¨®mico del matrimonio, que, evidentemente, es muy importante (tanto que hasta le hemos dedicado alguna p¨¢gina monogr¨¢fica), pero sin el sello de urgencia nacional que imprime lo que, por desgracia, podr¨ªamos llamar "el crimen nuestro de cada d¨ªa".(...)?
, 9 de junio
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