Jos¨¦ Toutain: "Existen dibujantes, pero no un comic espa?ol"
La situaci¨®n del comic (o comix o historieta ilustrada) en nuestro pa¨ªs ha estado sometida desde casi siempre a un equilibrio inestable, fruto de un amplio desprecio social y de una censura que, como todas, rayaba en lo neur¨®tico.
A partir de los primeros setenta comienzan a editarse por aqu¨ª lo que se ha dado en llamar comic para adultos, publicaciones que, a falta de una infraestructura m¨ªnima, sol¨ªan editar un n¨²mero o dos, para desaparecer a continuaci¨®n. S¨®lo desde hace poco tiempo la editorial Nueva Frontera, de Madrid (Totem, Blue Jeans, Boomerang) o Toutain, en Barcelona (1984, Creepy), han conseguido mantener una continuidad. Jos¨¦ Toutain, dibujante, agente y editor (que, entre otras cosas, representa al gran Corben), ha padecido desde los a?os cincuenta la situaci¨®n antes apuntada, y conoce bien el tema de lo que se podr¨ªa llamar el comic espa?ol:?En realidad no existe un comic espa?ol. S¨ª existen, en cambio, dibujantes espa?oles que, por muchas circunstancias, tuvieron que emigrar, o bien, algo m¨¢s tard¨ªamente, a vender desde Espa?a sus trabajos a Francia, Estados Unidos o Sudam¨¦rica. Sus dibujos s¨®lo llegaban aqu¨ª de rebote, a trav¨¦s de la importaci¨®n de revistas extranjeras. Todo ello se produc¨ªa por la crisis econ¨®mica de los a?os cincuenta y por la consideraci¨®n que en nuestro pa¨ªs ha existido de la historieta como producto t¨ªpicamente infantil, que los adultos s¨®lo le¨ªan a escondidas. ?
?Cu¨¢les son las caracter¨ªsticas del dibujante espa?ol?
?En una primera ¨¦poca, despu¨¦s de la guerra, los Lafont, Huete, Vigil, Freixas o Blasco se encontraban muy influidos por toda esa onda tipo Dor¨¦ que se ve¨ªa reflejada en historietas como "Pr¨ªncipe Valiente" o el "Flash Gordon", de Foster o Alex Raymond. Los catalanes, que siempre han sido m¨¢ esteticistas, le daban adem¨¢s un cierto toque de art nouveau mediterr¨¢neo. A partir del 45 la gente pas¨® a estar m¨¢s influida por gente como Eisner o Cannif, de un grafismo menos barroco, y se produce la primera oleada exportadora, que va a producir unos dibujo bastante amorfos, debido a las exigencias de los franceses e ingleses. Sin embargo, los dibujantes es pa?oles ya estaban introducidos, y en estos momentos muchos de los que empezaban entonces puede venderlo todo sin casi ning¨²n tipo de trabas. Es tambi¨¦n interesante hacer notar que la presencia de estos dibujantes en el ¨¢mbito internacional ha contribuido muy poderosamente a la creaci¨®n de un estilo de comic sin nacionalidad, y que lo mismo se da actualmente en Francia, que en Inglaterra, que en Estados Unidos, y que incluye el underground.?
?Y cu¨¢l es la situaci¨®n del comic aqu¨ª, hoy y ahora?
?Yo creo que va hacia m¨¢s. A pesar de las dificultades de la indiferencia social, existe siempre una base de gente a la que le gusta volar, y que es el consumidor t¨ªpico de comics. Pero esto se puede ampliar, ya que la gente comienza a cansarse de la pornograf¨ªa barata o de la cr¨ªtica pol¨ªtica. De hecho, Nueva Frontera y nosotros podemos subsistir, y los libros de Corben o Maroto que hemos editado se agotaron a toda velocidad.?
Sin embargo, las tiradas son rid¨ªculas, y, como dec¨ªa Toutain, dos tercios de la misma se venden en Madrid y Barcelona, de los cuales, uno en las Ramblas. Ahora este hombre prepara comics para ni?os (Tarz¨¢n en primer lugar), otra revista de comic progre y ediciones con expectativas de best seller, como es un libro de comic sobre el ?Se?or de los anillos de Tolkien?. Tambi¨¦n pensaba editar la revista francesa Metal Hurlant, pero la calidad de la misma ha bajado mucho ¨²ltimamente. En todo caso, el comic es uno de los principales elementos de comunicaci¨®n de todas las civilizaciones. Tambi¨¦n de la nuestra, a pesar de todo.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.