Jorge Cesarsky culpa de su condena a cuatro testigos falsos
Extrovertido, hablador por los codos, Jorge Cesarsky no ahorra esfuerzos para dar su versi¨®n de lo que ocurri¨® en la ma?ana del d¨ªa 23 de enero de 1977, en la calle de la Estrella, de Madrid, donde una bala termin¨® con la vida de Arturo Ruiz, tras haber participado en una manifestaci¨®n proamnist¨ªa en la Gran V¨ªa madrile?a.?En lo de Arturo Ruiz no se ha descubierto nada ni se ha hecho nada?, asegura Cesarsky, dando la impresi¨®n de que ¨¦l sabe o sospecha m¨¢s de lo que se ha dicho o investigado. Si se duda de lo que dice, Cesarsky recurre como argumento supremo a la prueba del pentotal. ?Que traigan un m¨¦dico, que me inyecten pentotal y que me interroguen?, casi grita en un intento desesperado de probar su inocencia.Pregunta. Pero ?qu¨¦ hac¨ªa usted en la ma?ana del d¨ªa 23 de enero de 1977 en la calle de la. Estrella, esquina a Silva?
Respuesta. Me hab¨ªan dicho que la guerrilla urbana iba a matar ese d¨ªa polic¨ªas y yo tengo muchos amigos polic¨ªas. Los conoc¨ª al hacerles seguros de Sanitas y son amigos, casi hermanos. Fui all¨ª para evitar que matasen polic¨ªas. En la noche anterior estuve recorriendo Madrid hasta las seis de la madrugada buscando unos coches que me dijeron hab¨ªan robado los GRAPO. Hab¨ªa seis o siete coches famosos a los que hab¨ªan cambiado la matr¨ªcula.
Con Fern¨¢ndez Guaza, ni a misa
P. El d¨ªa anterior usted prepar¨® la acci¨®n durante una reuni¨®n a la que asistieron tambi¨¦n, entre otros, algunos neofascistas italianos residentes en Espa?a y algunos ultras espa?oles. Concretamente Fern¨¢ndez Guaza.R. Yo no conozco a esa gente, y con Fern¨¢ndez Guaza no voy ni a misa. Reitero que nada tengo que ver con esa gente. Que hayamos coincidido con el mismo objetivo en un momento determinado, pues s¨ª, aunque eso no quiere decir nada.
P. Usted ha presentado su detenci¨®n y el proceso que se le abri¨® a ra¨ªz de la muerte de Arturo Ruiz como un acto de venganza de ciertos servicios.
R. Creo que nunca dije exactamente eso. Que hay gente lopezregista en sectores del poder espa?ol, es cierto. Que pertenezcan a la masoner¨ªa o a la internacional negra, no lo s¨¦, pero seguro que est¨¢n conectados. No creo que fuera un acto de venganza, simplemente me tomaron a m¨ª como un chivo expiatorio. Es la t¨¦cnica que siguen actualmente. Se produce un hecho terrorista grave y siempre aparece alg¨²n detenido por otra cosa o se descubren c¨¦lulas nuevas. Hay que conformar a la opini¨®n p¨²blica. Como no puedan dar con los autores del hecho que conmueve a la opini¨®n p¨²blica en ese momento, inventan cualquier otra cosa.
P. ?Qu¨¦ motivos pudo haber para que usted fuese elegido como chivo expiatorio?
R. La casualidad. Que ese d¨ªa estuve all¨ª y que ese d¨ªa hice un disparo al aire.
P. Pero ?qu¨¦ necesidad hab¨ªa a principios de 1977 de que esos servicios buscasen un chivo expiatorio, fuese usted u otra persona?
R. Es una pregunta que habr¨ªa que hacer a esos servicios. Simplemente, que siempre necesitan tener una persona sobre la que cargar las culpas y yo era la persona ideal para ello, por la hucha que di a Olof Palme, porque era argentino, porque hab¨ªa tenido una larga militancia no comunista. Dio la casualidad de que ese d¨ªa estuve all¨ª y tuve que hacer un disparo al aire. Coincidieron todos esos factores para echarme el muerto a m¨ª.
P. ?No cree que en su caso esos servicios cambiaron de t¨¢ctica, ya que hasta entonces hab¨ªan venido protegiendo a sus colaboradores?
R. Primero tengo que decir que yo nunca colabor¨¦ con ellos. Que podamos haber coincidido la polic¨ªa y los que simpatiz¨¢bamos con cierto Gobierno es casualidad. Los servicios no tienen ideolog¨ªa, sirven al Gobierno de turno. Entonces yo no acuso a ning¨²n servicio en particular. Pienso que quer¨ªan demostrar que ya no eran franquistas. Hicieron un grupo con mucha gente de la que ellos llaman de extrema derecha para luego entregarla a los leones, ll¨¢mese prensa o c¨¢rcel.
P. Pero usted fue colaborador de los SCOE (Servicios de Coordinaci¨®n, Organizaci¨®n y Enlace), ?no?
R. Reitero que no tengo nada que ver con ning¨²n servicio.
P. ?Por qu¨¦ march¨® a la entonces sede de estos servicios, en la calle del Rey Francisco, tras haberse producido la muerte de Arturo Ruiz?
R. Porque yo defiendo un ideal y lo hago de forma integral. Aquel d¨ªa, adem¨¢s de la manifestaci¨®n proamnist¨ªa, hab¨ªa guerrilla urbana. Hab¨ªa tres coches dirigiendo la guerrilla urbana. Yo tom¨¦ las matr¨ªculas y, como no ten¨ªa ni idea de que se hab¨ªa matado a Arturo Ruiz, antes de ir a mi casa pens¨¦ que deb¨ªa darles a estos amigos las matr¨ªculas de los coches que estaban armando el foll¨®n.
P. Pero uno de esos amigos, un tal Antonio Lama, le vio a usted una pistola y vio c¨®mo se le ca¨ªa una bala.
R. Ese no es amigo ni conocido. Ese se?or dice que me vio una pistola y yo digo que fue un detonador. Yo pregunto: si dice que me vio una pistola, ?por qu¨¦ no me detuvo?
P. No ser¨ªa porque usted era un colaborador de los servicios y hab¨ªa que protegerle?
R. Y despu¨¦s me denuncia.
"Mis amigos polic¨ªas no pudieron hacer nada"
P. Seguramente se debi¨® a una orden superior.R. A m¨ª lo que me dijeron algunos amigos de la polic¨ªa es que no pudieron hacer nada. Que todo eso se produjo porque hab¨ªa una orden de muyarriba. Ahora bien, yo no s¨¦ cu¨¢l es ese mago misterioso, que desde tan arriba me hizo pagar una culpa que yo no ten¨ªa.
P. ?Conoci¨® a los procesados por la matanza de Atocha con anterioridad a coincidir con ellos en la c¨¢rcel de Ciudad Real?
R. No. No los conoc¨ªa.
P. Sin embargo, en una carta publicada en alg¨²n peri¨®dico en diciembre pagado, Fern¨¢ndez Cerra declar¨® que el que dispar¨® al aire poco antes de producirse la muerte de Arturo Ruiz fue ?un hombre con loden verde, sin gorra ni sombrero?, y parece que ese hombre era usted.
R. S¨ª, pero tambi¨¦n dice Fern¨¢ndez Cerra en esa carta que ¨¦l hab¨ªa sacado una pistola y que fue a ¨¦l al que le arrancaron esa pistola. Esa carta fue entregada al fiscal de Ciudad Real y ¨¦ste la mand¨® al fiscal de la Audiencia Nacional. El acusador particular en el caso de Arturo Ruiz se est¨¢ ensa?ando conmigo y no con el posible autor o colaborador de la muerte de Arturo Ruiz. ?Por qu¨¦ la acusaci¨®n particular no hizo nada cuando Fern¨¢ndez Cerra public¨® esa carta, confesando que hab¨ªa sido la persona a la que arrancaron la pistola? Aqu¨ª, quiero hacer tambi¨¦n una acusaci¨®n directa al abogado Mohedano, el cual prepar¨® la acusaci¨®n de los testigos contra m¨ª. Estos testigos son los que dicen que el autor del asesinato me arranc¨® a m¨ª la pistola y esto es falso, ya que el mismo Fern¨¢ndez Cerra dice que fue a ¨¦l. En cuanto el Tribunal Supremo resuelva sobre mi caso, pienso entablar una querella contra esos testigos falsos, que dijeron que yo fui la persona a la que arrebataron la pistola con la que se mat¨® a Arturo Ruiz. Y no se dan cuenta de que hay dos testigos que dicen que la persona a quien arranc¨® la pistola el que mat¨® a Arturo Ruiz no ten¨ªa el loden verde, ten¨ªa un gab¨¢n gris, que es lo que dijo Fern¨¢ndez Cerra que llevaba ese d¨ªa y que, adem¨¢s, llev¨® al d¨ªa siguiente en Atocha. Porque los testigos dicen que Fern¨¢ndez Cerra andaba con un gab¨¢n gris y con una capucha.
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