La izquierda necesita hoy una alianza socialistas-comunistas
La v¨ªa al socialismo democr¨¢tico pasa por la articulaci¨®n de dos estrategias, ambas imprescindibles: por una parte, transformaci¨®n radical de los aparatos del Estado; por otra, movilizaci¨®n popular y autogesti¨®n. Ambas estrategias precisan de una alianza entre partidos socialistas y comunistas, hasta el punto de que la capacidad de cada uno para aliarse con el otro es lo que define su cercan¨ªa o lejan¨ªa a las concepciones cl¨¢sicas de la socialdemocracia y el estalinismo. Estas fueron las principales ideas expuestas por Nikos Pulatzas en su conferencia de ayer en Madrid.
Flanqueado por un socialista y un comunista -Enrique del Moral y Manuel Castells, respectivamente-, el profesor Pulantzas, destacado te¨®rico marxista y catedr¨¢tico de la Universidad de Par¨ªs, desarroll¨® su teor¨ªa sobre ?la v¨ªa al socialismo? ante un auditorio de unas trescientas personas, que apenas cab¨ªan en la sala de la Fundaci¨®n Pablo Iglesias, en que se celebr¨® el acto. Toda la intervenci¨®n de Nikos Pulantzas estuvo dedicada a los aspectos pol¨ªticos de la transici¨®n al socialismo y a la crisis actual de los partidos socialistas y eurocomunistas.Comenz¨® definiendo la v¨ªa al socialismo democr¨¢tico como un camino diferente, a la vez, del estalinismo y la socialdemocracia tradicionales. Para ello hizo una exposici¨®n sobre los principales aspectos negativos de ambas concepciones, que tienen un punto en com¨²n: la confianza plena en las posibilidades del Estado y la desconfianza hacia las masas populares.
Crisis del estalinismo y la socialdemocracia
Ahora bien, mientras el estalinismo -que procede, en algunos aspectos, del leninismo- plantea una estrategia del Estado como un bloque sin fisuras ni contradicciones, tras una lucha frontal de las masas contra el Estado burgu¨¦s, la socialdemocracia ve en el Estado un sujeto en s¨ª y una expresi¨®n de la sociedad civil, con una gran desconfianza hacia la autonom¨ªa obrera y la democracia de base.Hoy existe, a la vez, una crisis profunda de los partidos de estrategia eurocomunista y los de estrategia socialdem¨®crata.
Ante la crisis de ambas concepciones, el ¨¦xito de la v¨ªa al socialismo democr¨¢tico exige que, respetando la democracia representativa, se vaya a una profunda democratizaci¨®n de los aparatos del Estado, entendiendo a este ¨²ltimo no como una m¨¢quina gestora ni como un racional reflejo de la sociedad, sino como ?la condensaci¨®n material de la relaci¨®n de fuerzas? en que la contradicci¨®n entre clases dominantes y clases dominadas atraviese el Estado mismo. ?No debe hablarse de destruir el aparato del Estado, sino de transformarlo.?
En este sentido, el conferenciante destac¨® dos puntos: uno de ellos, la conveniencia de que sea modificado el estado de relaci¨®n de fuerzas en los ?aparatos represivos?; el otro, la necesidad de que los partidos obreros, aunque est¨¦n en el Gobierno, no se identifiquen con la Administraci¨®n y guarden la autonom¨ªa de las organizaciones de clase a las que representan.
Paralelamente, la situaci¨®n actual se caracteriza por una crisis econ¨®mica del capitalismo actual, que no llega a adquirir el dramatismo de la crisis de 1929; la crisis de nuestros d¨ªas produce movimientos reflejos de defensa de la clase obrera, pero no con las caracter¨ªsticas de los que pudieron verse en el a?o 1929. Actualmente, las luchas de clase no se producen s¨®lo en el proceso de producci¨®n, sino que tienden a desplazarse hacia ¨¢reas culturales -feministas, ecologistas, estudiantiles, regionalistas-, que, lejos de ser marginales, son movimientos de base cada vez mayores.
?Todo el problema reside en c¨®mo aliar la transformaci¨®n radical del Estado con los movimientos de base y evitar que ¨¦stos caigan en un neocorporativismo de defensa exclusiva de sus propios intereses, o que, sean destruidos con una integraci¨®n en los aparatos del Estado o se diluyan en los partidos pol¨ªticos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.