SALT II: una primera etapa realista
?SALT II no es m¨¢s que un pretexto. Los debates que se han desarrollado en la capital austriaca durante tres d¨ªas han confirmado una paradoja. ?Poco importan los resultados, lo que cuenta es que la discusi¨®n contin¨²e! En efecto, para los americanos como para los sovi¨¦ticos, la negociaci¨®n sobre las armas estrat¨¦gicas no tiene m¨¢s valor que en la medida, que es un signo de la distensi¨®n. A la vez, se discutieron todos los problemas que enfrentan a Washington y a Mosc¨². Despu¨¦s de SALT II, las dos delegaciones hablaron sobre los esfuerzos para el control de los armamentos (SALT III, cuya negociaci¨®n comenzar¨¢ despu¨¦s de que el Senado americano ratifique SALT II, los sat¨¦lites asesinos, la guerra qu¨ªmica), de los problemas regionales (Oriente Pr¨®ximo y Africa Austral) y sobre las relaciones bilaterales (sobre todo los intercambios comerciales).En lo que se refiere a las SALT II, la conclusi¨®n m¨¢s sorprendente es que los americanos desean cambiar lo que tanto ha costado conseguir. Uno de los responsables de la negociaci¨®n declar¨® ayer, ante los periodistas, que no era necesario esperar hasta 1985, fecha de expiraci¨®n del tratado, para revisar a la baja ciertos l¨ªmites. Hay que hacer las cosas en caliente, o sea, avanzar por temor a retroceder. Carter defendi¨® la idea de una restricci¨®n suplementaria, cuantitativa y cualitativa. Los sovi¨¦ticos no la han aprobado todav¨ªa. ( ... )
Carter no ha tenido ¨¦xito cuando hizo discretas alusiones a las intervenciones de las grandes potencias, directas o por la mediaci¨®n de sus amigos que envenenan los conflictos locales. ( ... )?
18 de junio
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