Una oportunidad desperdiciada

Que un filme de tipo intelectual sea aburrido no es nada sorprendente ni a nadie debe preocupar, pero que lo sea un filme de aventuras es, adem¨¢s de preocupante, triste y peligroso. La escasez de buen cine de aventuras -El viento y el le¨®n, El hombre que pudo reinar o La guerra de las galaxias son honrosas y contadas excepciones- es probablemente el rasgo m¨¢s desolador y destacado del cine moderno. Un cine en el que sobran los Alain Resnais y escasean los Raoul Walsh.El primer gran asalto al tren no es un buen filme de aventuras y es una pena porque pod¨ªa haberlo sido. Su autor es un joven y alto -mide m¨¢s de dos metros- escritor de ¨¦xito americano llamado Michael Crichton, autor de algunas de las m¨¢s importantes novelas de ciencia-ficci¨®n de los ¨²ltimos a?os: La amenaza de Andr¨®meda y El hombre terminal, llevadas al cine por Robert Wise y Mike Hodges, respectivamente. Combinando cine y literatura, Crichton debut¨® en la direcci¨®n con Almas de metal (West worlds), a la que sigui¨® Coma, basada en el best-seller de Robin Cook.

Partiendo de una trepidante novela de la que ¨¦l mismo es autor y con Sean Connery -el mejor actor actual del g¨¦nero aventurero- a la cabeza del reparto, Crichton ha echado a perder lo que pod¨ªa haber sido una buena pel¨ªcula de evasi¨®n por falta de imaginaci¨®n y de oficio. El primer gran asalto al tren representa incluso un paso atr¨¢s en su aprendizaje con respecto a Almas de metal y Coma.

Las causas principales del desastre residen en la incompetencia de Crichton como realizador. Este hombre, que parece conocer el secreto para fabricar emociones con palabras, desconoce el de hacerlo con im¨¢genes, esa qu¨ªmica entre artesanal y m¨¢gica a la que el cine debe sus mejores momentos. Una pel¨ªcula mal filmada, mal encuadrada, mal montada, mal fotografiada... De un g¨¦nero en el que la menor imprecisi¨®n se paga cara. As¨ª, la fotograf¨ªa de Geoffrey Unsworth, t¨¦cnicamente excelente, es m¨¢s apropiada para un drama de ¨¦poca que para una pel¨ªcula de acci¨®n.

Una oportunidad desperdiciada, ya que esta historia en otras manos hubiera hecho un excelente filme. El cine de aventuras agoniza. Los productores, en su mayor¨ªa, lo evitan.