El Valencia, el gran beneficiado de la final copera

Real Madrid, Valencia, Atl¨¦tico de Madrid y Federaci¨®n se beneficiar¨¢n el s¨¢bado en el Calder¨®n de la final de Copa. El Valencia ya tiene confirmada la participaci¨®n en la Recopa, y Atl¨¦tico, unos cuatro millones de pesetas por ser propietario del terreno. La Federaci¨®n tambi¨¦n tiene asegurados sus ingresos, y el Madrid es algo as¨ª como la parte seria del festejo, porque no necesita imperiosamente los dividendos del acto, salvo los milloncejos que le proporcione la parte al¨ªcuota del taquillaje. El Valencia es el gran beneficiado, deportivamente, de esta final; aunque la pierda ya ha ganado el jubileo europeo.

La final de Copa es la fiesta futbol¨ªstica de mayor colorido. Hace unos a?os no era un estrambote, sino casi el meollo de la campa?a futbol¨ªstica. El campe¨®n de Copa era, en Espa?a, el n¨²mero uno, el poseedor de la mayor capacidad de emoci¨®n. El campe¨®n sol¨ªa llegar a la final tras heroicas eliminaciones que el aficionado recordaba con toda claridad. Ahora mismo, el personal no sabe a qu¨¦ equipos han eliminado los finalistas. A la final se llega casi en fr¨ªo. Con tanto apa?o desde el comienzo del torneo, el sprint final no tiene calor. Le faltan los empujones de los ¨²ltimos metros.

La Copa tiene siempre emoci¨®n para los equipos de Madrid porque siempre la juega uno de los dos, aunque no se haya clasificado. Mejor a¨²n: cobra sin arriesgar un alamar. En el caso de este a?o, el Madrid tendr¨¢ que conformarse con cobrar la parte que le corresponde, deducidos los gastos. Antes, a veces, adem¨¢s de participante era organizador y, por tanto, se llevaba la parte del le¨®n. Ahora es el Atl¨¦tico el que se beneficia.

Hasta hace cuatro a?os se dec¨ªa que la final no se jugaba en Madrid por deseos de la Federaci¨®n, sino por oficio de la Casa Civil. Y como ejemplo se aduc¨ªa que en siete ocasiones se hab¨ªa disputado en Barcelona y una en La Coru?a. La tradici¨®n espa?ola no es jugar la final de Copa siempre en la misma ciudad. De las 34 celebradas desde 1902 a 1936, s¨®lo quince se celebraron en Madrid. Fueron escenarios de las mismas, adem¨¢s de la capital del Estado, Barcelona (8), Valencia (3), Bilbao, San Sebasti¨¢n e Ir¨²n (2) y Gij¨®n, Vigo, Sevilla Zaragoza y Santander (1).

Fue despu¨¦s de la guerra cuando se quiso establecer la tradici¨®n centralista, puesto que de 39 finales ¨²nicamente ocho -siete en Barcelona y una en La Coru?a- se disputaron ?en provincias?.

Las ocho primeras finales de Copa se celebraron en Madrid, pero a partir de 1910, a?o en que hubo dos y una de ellas en San Sebasti¨¢n, se diversificaron los escenarios. El ambiente festivo del partido del a?o se traslad¨® de un sitio para otro. Con la distribuci¨®n de los beneficios de la final, uno que sol¨ªa producirse era el del campo neutral. Por ejemplo, las tres finales disputadas entre madridistas y valencianos han acabado con triunfo del Madrid y en ninguno de los tres casos se ha jugado en Madrid.

Cuando hace unos a?os comenc¨¦ a hablar de la posibilidad de celebrar las finales en ciudad neutral, porque ello beneficiar¨ªa al esp¨ªritu deportivo, a un tercero en discordia e incluso a la promoci¨®n de gran espect¨¢culo futbol¨ªstico en otras ciudades, se argumentaron razones pol¨ªticas. Ahora han desaparecido.