PIan de Estados Unidos para el relevo de Somoza
La desaparici¨®n de la dictadura somocista en Nicaragua y su relevo por un Gobierno democr¨¢tico de amplio espectro son los objetivos de un plan de transici¨®n en cuatro etapas elaborado por Washington que diplom¨¢ticos norteamericanos intentaban vender ayer simult¨¢neamente en varias capitales de Am¨¦rica Central.
Este plan fue dado a conocer el pasado fin de semana al ministro de Asuntos Exteriores de Somoza, Julio Quintana, por el ?n¨²mero dos? del Departamento de Estado norteamericano, Warren Christopher. Su existencia fue revelada ayer en la prensa de la capital federal y posteriormente confirmada por el portavoz del Departamento de Estado.En l¨ªneas generales, el plan ideado por la diplomacia norteamericana es como sigue: 1) Anastasio Somoza dimite en su sucesor constitucional y abandona el pa¨ªs. 2) El sucesor nombra un consejo de ?hombres buenos?, sin ninguna relaci¨®n con la dictadura y dimite a su vez. 3) El consejo negocia el alto el fuego con los sandinistas y la creaci¨®n de un Gobierno democr¨¢tico provisional con representaci¨®n de todos los grupos pol¨ªticos. 4) Se convocan elecciones libres y se abre un proceso constitucional.
La primera tarea de los norteamericanos para ver convertido en realidad su plan de transici¨®n ser¨¢ la de convencer a Anastasio Somoza que renuncie al poder detentado por su dinast¨ªa desde hace medio siglo, lo que no parece f¨¢cil. Despu¨¦s, se cree en los medios oficiales de Washington, ser¨ªa menos dif¨ªcil convencer a la oposici¨®n, incluidos los sandinistas.
El nuevo embajador norteamericano en Managua, Lawrence Pezzullo, est¨¢ encargado de la primera parte del programa, en una de las misiones m¨¢s ins¨®litas de lahistoria de la diplomacia. En efecto, Pezzullo no s¨®lo no se molestar¨¢ en presentar credenciales al dictador nicarag¨¹ense, sino que tiene plenos poderes para tratar abiertamente con la oposici¨®n democr¨¢tica al r¨¦gimen y, por si fuera poco, lleg¨® el mi¨¦rcoles a Nicaragua con la misi¨®n expl¨ªcita de echar lo antes posible al jefe del Estado del pa¨ªs donde se supone est¨¢ acreditado.
La segunda parte corre a cargo de otro embajador, William Bowdler, que es adem¨¢s el director de la Oficina de Inteligencia e Investigaci¨®n del Departamento de Estado. Bowdler lleva trabajando en la crisis de Nicaragua desde el mes de septiembre pasado y mantuvo ayer, en San Jos¨¦ de Costa Rica, los primeros contactos admitidos por Washington con el Gobierno provisional nombrado por los sandinistas hace dos semanas y que ser¨¢ ampliado a treinta miembros.
Sin embargo, el embajador de Estados Unidos en Costa Rica, Marvin Weissman, hab¨ªa mantenido ya contactos informales con la Junta de Reconstrucci¨®n Nacional nicarag¨¹ense. Bowdler, un experto en temas centroamericanos, ser¨¢ quien deba convencer a esta Junta de que Washington est¨¢ jugando limpio y no pretende perpetuar el r¨¦gimen somocista.
Somocismo sin Somoza
El temor a una maniobra norteamericana destinada a crear el somocismo sin Somoza es evidente entre la oposici¨®n democr¨¢tica, y en Washington existe conciencia clara de ello. De ah¨ª los intentos norteamericanos de ganarse a los sectores moderados de la oposici¨®n y su Insistencia en que el consejo que sustituya al dictador est¨¦ limpio de toda sospecha de somocismo.
El sucesor ?constitucional? de Somoza ser¨ªa el presidente del Senado, Pablo Rener, si bien en Washington no se concede ninguna importancia a esta figura y s¨ª a los posibles integrantes del consejo sucesorio. Los diplom¨¢ticos norteamericanos insisten tambi¨¦n en que este consejo no ser¨ªa algo opuesto a la Junta creada por los sandinistas, sino algo simplemente m¨¢s amplio.
Dicho de otro modo, la Administraci¨®n Carter conf¨ªa en conseguir, mediante el citado plan de cuatro fases, que los sandinistas no se lleven la parte del le¨®n en el futuro Gobierno democr¨¢tico, e incluir en el mismo a sectores profesionales y empresariales de ideolog¨ªa moderada y anticomunista.
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