Veintiuna, personas muertas y dos mil millones de p¨¦rdidas, balance de la inundaci¨®n de Valdepe?as
Veintiuna personas muertas, treinta heridas leves y cerca de 2.000 millones de pesetas en da?os materiales ha causado un fuerte aguacero de cuatro horas y media de duraci¨®n, ca¨ªdo el domingo, d¨ªa 1 de julio, sobre el pueblo manchego de Valdepe?as (Ciudad Real). ?Era el diluvio, se?or; como el fin del mundo. Algo espantoso. Ya ni tenemos palabras, ni l¨¢grimas para explicarlo?, dice y gime una mujer enfangada de barro, mientras saca a cubos el agua terrosa de su casa.
En Valdepe?as, en las gentes de Valdepe?as, se pinta en los rostros el dolor, el traj¨ªn y el cansancio. Las calles de este pueblo de 27.000 habitantes acusan un trasiego inusitado de veh¨ªculos y personas, todos sucios de barro. Barro que se amontona entre escombros y enseres destruidos por numerosas calles, anegadas de la suciedad que ha dejado la riada.
El pueblo es un hervidero de tractores y remolques, palas excavadoras, camiones, hombres y mujeres, j¨®venes y viejos, en un trabajo denodado por restablecer el orden en toda la franja sur de la ciudad, que ha sido devastada por el agua en una corriente en direcci¨®n este-oeste.
En el Ayuntamiento se ha centralizado el cuartel general para la organizaci¨®n y ayudas. En la planta baja, una gran sala sirve de punto de distribuci¨®n de ropas y calzados. En la planta alta, el alcalde, Esteban L¨®pez Vega; el gobernador civil, Ram¨®n Bello Ba?¨®n; el ministro de Obras P¨²blicas y Urbanismo, se?or Sancho Rof, junto a otras personas, tratan de dar soluci¨®n a la cat¨¢strofe que se le ha venido encima a este pueblo. Tambi¨¦n ellos est¨¢n en mangas de camisa, sin afeitar, manchados de barro.
?Cuando vi como empezaba a llover, sal¨ª a la calle con el coche a recorrer algunos puntos que me imagin¨¦ pod¨ªan peligrar?, dice el alcalde. ?Al poco tuve que salir del coche y agarrarme a la ventanilla. El agua me llegaba ya hasta la cintura. Me dirig¨ª al Ayuntamiento y empec¨¦ a telefonear. ?
?Cuatro horas y media implacables?
El agua empez¨® a caer hacia la una y cuarto de la tarde, ?suavemente, as¨ª estuvo hasta las tres y diez. De pronto se convirti¨® en un aguacero impresionante, implacable, en medio de un gran aparato el¨¦ctrico. Terror¨ªfico. As¨ª estuvo hasta las ocho menos cuarto?, describen las gentes.
La zona afectada cubre un ¨¢rea que se corresponde con una especie de antigua torrentera, aunque ?desde 1877 no hab¨ªa circulado agua en cantidad por esa parte?, precisa el alcalde.
Los da?os en el casco urbano del pueblo no est¨¢n cuantificados, pero se calculan en unos 1.500 millones de pesetas. M¨¢s de trescientas familias han perdido sus casas con todos sus enseres. M¨¢s de cien viviendas han quedado destruidas, as¨ª como varias industrias y almacenes. La mayor parte de esta poblaci¨®n afectada corresponde a la clase obrera, que habitaba los puntos extremos de la zona inundada, y el resto, a la clase media.
Se calcula que cayeron 150 litros de agua por metro cuadrado. La extensi¨®n cubierta por la tormenta abarca 15.000 hect¨¢reas y los da?os econ¨®micos en la agricultura se estiman en unos trescientos millones de pesetas. Pero no s¨®lo fueron v¨ªctimas del agua las personas, los inmuebles o las vi?as y otros cultivos, sino tambi¨¦n la ganader¨ªa. Las estimaciones facilitadas a trav¨¦s del alcalde por la comisi¨®n de agricultura desplazada al pueblo para realizar un primer informe calculan que han muerto unas 2.900 cabezas de ganado lanar y unas cien de vacuno, lo que supone, aproximadamente, otros doscientos millones de pesetas.
?Todo el mundo al rescate?
Una joven cuenta as¨ª el espanto de la riada: ?Ven¨ªa de trabajar hacia mi casa y me dijeron que el barrio estaba inundado. Dios m¨ªo, ech¨¦ a correr hacia all¨ª pensando en mis padres.? Sus padres se han salvado. ?Mi marido?, dice la madre, ?estaba echando la siesta cuando lleg¨® mi suegra llorando; gritaba que el agua le hab¨ªa hundido la casa. Salimos a la calle y vimos ya la tromba que ven¨ªa, todos echamos a correr.?
As¨ª hicieron todos. Unos se subieron a los tejados, otros a pisos altos, pero no todos consiguieron huir. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas son personas de edad avanzada, salvo alguna excepci¨®n, y perecie ron ahogadas, menos una ni?a que se fractur¨® la base del cr¨¢neo.
Por las calles, el agua arrastr¨® muros y edificios, camiones y veh¨ªculos de turismos, bidones gigantes de unos 100.000 litros de capacidad, muebles, corderos, vacas. El agua alcanz¨® niveles de hasta dos metros y medio de altura.
Despu¨¦s del rescate, los cad¨¢veres de los animales fueron trasladados a un vertedero de las afueras y enterrados en cal.
?El rescate se organiz¨® de forma inmediata?, manifiesta el alcalde. ?Guardia Civil, Polic¨ªa Nacional y municipal de la localidad, as¨ª como el vecindario; todo el mundo se puso inmediatamente a la tarea.? Y a?ade: ?Naturalmente, pedimos refuerzos a los bomberos de Puertollano, Daimiel, Manzanares, Ciudad Real. Tambi¨¦n vinieron de Albacete. Luego llegaron un helic¨®ptero de salvamento y dos de tr¨¢fico, m¨¢s tarde, barcazas de ICONA. La noticia lleg¨® a Madrid. ?Y desde Madrid llamaron al Ayunta miento el ministro del Interior, el presidente del Gobierno y tambi¨¦n de la Casa Civil del Rey?, informa el alcalde. Despu¨¦s han venido el ministro de Obras P¨²blicas y el director general del Instituto Nacional de la Vivienda, se?or Carre?o.
?Rof Carballo ha prometido enviarnos, para las medidas m¨¢s urgentes, diez millones de pesetas y otros cinco al Gobierno Civil.
Por su parte, el Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo remiti¨® ayer a Valdepe?as una ayuda de 34 viviendas prefabricadas para los vecinos m¨¢s afectados por la tromba de agua y posterior inundaci¨®n. Este organismo tambi¨¦n se ha comprometido a edificar viviendas en los terrenos que el Ayuntamiento donar¨¢ antes de doce meses.
A las seis y media de la tarde de ayer empezaron a llegar los f¨¦retros a la plaza de Valdepe?as transportados en furgones y un cami¨®n desde el hospital municipal y la residencia de la Seguridad Social. A hombros fueron introducidos en la parroquia de La Asunci¨®n, donde se celebr¨® un funeral por veinte de las v¨ªctimas. La n¨²mero veintiuno contin¨²a sin identificar y no ha recibido sepultura. Posteriormente, el cortejo f¨²nebre se dirigi¨® al cementerio de la localidad para enterrar a los muertos.
A media tarde de ayer, el Ayuntamiento de Valdepe?as hab¨ªa facilitado ya la lista de v¨ªctimas, de cuyo total tan s¨®lo hab¨ªa un cad¨¢ver sin identificar. Los veinte restantes corresponden a los siguientes nombres:
Marcelino Abad Sim¨®n, 43 a?os; Antonio Garc¨ªa Abad, 51; Linarejos Pedrero Mu?oz, 75; Ana G¨®mez Gonz¨¢lez, 78; Vicente Cerros de la Torre, 38; Angela P¨¦rez S¨¢nchez, 54; Mar¨ªa del Rosario Escribano Felguera, 85; Victoria Gonz¨¢lez Herv¨¢s, 60; Juan Pedro Bell¨®n L¨®pez, 62; Engracia D¨ªaz Lara, 61; Gregoria S¨¢nchez Rodr¨ªguez; Amparo P¨¦rez de la Hoz, 73; Vicenta P¨¦rez de la Hoz, 68; Bernardina Gallego Jim¨¦nez, 39; Jos¨¦ Garc¨ªa Mora, 66; Felipa Cejudo Ruiz, 70; Jer¨®nimo Gonz¨¢lez Arena; Luisa Mart¨ªnez Ram¨®n, 70, m¨¢s otra persona sin identificar. Eugenia Bautista Carrasco, 3, y Mar¨ªa del Carmen Antequera Salida, 2 a?os.
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