"Espa?a ha seguido enviando armas al dictador Somoza"
Ed¨¦n Pastora, el ?Comandante Cero?, fue el responsable de aquella audaz operaci¨®n militar que supuso la ocupaci¨®n durante varios d¨ªas del Palacio Nacional de Managua, y ahora permanece desde hace m¨¢s de un mes en las posiciones de combate en territorio nicarag¨¹ense.EL PA?S pudo entrevistarle en la tarde del pasado domingo, cuando atraves¨® la frontera entre Costa Rica y Nicaragua para entregar a la Cruz Roja Internacional y a las autoridades costarricenses a un guardia nacional nicarag¨¹ense herido y prisionero. En su jeep, el ?Comandante Cero? transportaba tambi¨¦n armamento decomisado esa misma tarde a las tropas de Somoza, una parte del cual, como m¨¢s tarde comprobar¨ªamos, era de procedencia espa?ola.
Pregunta. ?A qu¨¦ se debe su presencia aqu¨ª, fuera de las zonas de combate?
Respuesta. Hemos venido a entregar a la Cruz Roja y a las autoridades de Costa Rica a este herido que tiernos hecho prisionero hoy en la colina 310. Es un muchacho de la Guardia Nacional, de diecisiete a?os, que llevaba cuatro d¨ªas con una pierna fracturada. Pasamos cerca de ¨¦l en varias ocasiones, pero ha confesado que no nos llam¨® por temor a que le mat¨¢ramos. Ustedes pueden comprobar que est¨¢ recibiendo un trato humanitario. Nosotros respetamos y reconocemos el derecho a la vida, en contraste con la actitud de Somoza, que asesina a nuestros compa?eros prisioneros.
P. ?En qu¨¦ situaci¨®n ha dejado el frente de lucha?
R. Hoy hemos estado luchando muy fuerte en la colina 310, a bastante distancia de aqu¨ª. Los combates han sido muy duros y en alg¨²n momento hemos llegado incluso al cuerpo a cuerpo.
P. ?Hay realmente avance hacia Rivas? ?Cu¨¢ntos kil¨®metros han profundizado?
R. Alrededor de diez kil¨®metros desde la frontera de Pe?as Blancas. El avance es lento, pesado, pero firme.
P. Parece que aquellas declaraciones suyas de hace dos semanas en las que aseguraba que en 48 horas estar¨ªa en Rivas resultaron demasiado optimistas.
R. Eran optimistas porque no cont¨¢bamos con la ayuda que Somoza ha seguido recibiendo. Tampoco conoc¨ªamos el grado de locura al que pod¨ªan llegar el tirano y su equipo. En nuestros an¨¢lisis nunca cre¨ªmos que la enfermedad de poder y de dinero de Somoza fuera tan grande, ni que llegara, en su locura, a la determinaci¨®n de asesinar a todo un pueblo y destruir a la naci¨®n entera.
P. ?Dice usted que Somoza sigue recibiendo ayuda militar? ?De qu¨¦ pa¨ªses?
R. Le voy a probar ahora mismo que Espa?a ha seguido enviando armas al dictador y que no solamente son aviones y veh¨ªculos lo que suministra a su r¨¦gimen. Vea esta granada de mortero de sesenta mil¨ªmetros, capturada junto a otras veinte esta misma tarde. La inscripci¨®n dice: ?60 mm. TNT. Ecia Espa?a. DDW 130. Lote 113-72?. Que no me venga el Gobierno espa?ol diciendo que solamente camioncitos le mandan al tirano.
Tambi¨¦n tenemos constancia de que Israel, Argentina, Guatemala y, en menor escala, El Salvador, suministran armas a Somoza, con la complacencia de Estados Unidos. Hoy mismo hemos capturado varios rifles Galil, de fabricaci¨®n israel¨ª.
P. Hasta ahora, las armas m¨¢s sofisticadas empleadas en esta guerra pertenecen a la Guardia Nacional de Somoza. ?Podr¨¢n ustedes contar alguna vez con una fuerza similar?
R. En estos momentos estamos tratando de conseguir ese armamento en el mercado negro europeo, al precio que sea. Pero le puedo asegurar que no pasar¨¢ mucho tiempo sin que esos aviones de Somoza que bombardean nuestras posiciones se vengan abajo como mariposas.
P. ?Disponen ustedes de aviaci¨®n?
R. Tenemos una incipiente fuerza a¨¦rea, agrupada en la FAS (Fuerza A¨¦rea Sandinista), con la que estamos abasteciendo otros frentes de combate y trasladando compa?eros, como el comandante Daniel Ortega, para que se incorpore a su puesto en el Gobierno de Reconstrucci¨®n Nacional. Ahora contamos con pocos aparatos, pero pronto habr¨¢ los suficientes para enfrentar a la aviaci¨®n de guerra de Somoza. Disponemos ya de pilotos experimentados.
P. Se ha hablado mucho en estos d¨ªas de una contraofensiva de la, Guardia Nacional para desalojar al FSLN del frente Sur. ?Qu¨¦ han detectado ustedes?
R. Hemos comprobado desembarco de guardias somocistas, y contra ellos hemos luchado precisamente hoy. Pero estamos preparados para responder a cualquier contraofensiva. Hemos demostrado que, aunque no somos profesionales de la guerra, ni hemos estudiado en escuelas militares de Chile, Israel o Estados Unidos, sabemos combatir. Nosotros aprendemos la guerra en la escuela de la vida. Estamos seguros de que vamos hacia la victoria.
P. De cualquier forma, parece que la guerra se alarga y que podr¨ªa durar meses.
R. Aunque dure a?os, estamos dispuestos a ofrecer la cuota de sangre precisa para conseguir la libertad de nuestro pueblo. Si nos dejan solos contra Somoza, la guerra ser¨¢ corta y la cuota de sangre tambi¨¦n. Pero si Estados Unidos sigue dejando a Guatemala, Israel, Argentina para que pongan sus arsenales a la orden de Somoza, la guerra se har¨¢ larga. Si esto se produce, el antiamericanismo se acentuar¨¢ hasta extremos irreversibles.
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