Algo m¨¢s que fuertes subidas
Vuelve la palabra odiosa, la que todos quisi¨¦ramos olvidar: austeridad. Hay que acabar con los despilfarros, hay que apretarse el cintur¨®n desde el primero al ¨²ltimo, y procurando que se lo apriete m¨¢s el que m¨¢s tiene, y no al rev¨¦s. Ya no cabe darle m¨¢s vueltas. La austeridad es hoy una exigencia de puro sentido com¨²n. El Gobierno debe dar ejemplo, y la sociedad espa?ola, seguirlo.Es evidente que la onda nos llega de fuera, aunque -como analiz¨¢bamos en reciente editorial- el panorama econ¨®mico interno venga oscureci¨¦ndose en los ¨²ltimos meses. La actitud de los pa¨ªses productores de petr¨®leo es, como m¨ªnimo, inquietante. Si hace unos a?os pudo verse con cierta simpat¨ªa lo que parec¨ªa un gesto de autodefensa de unos pa¨ªses que ten¨ªan en el petr¨®leo su ¨²nica o casi ¨²nica riqueza, un lustro despu¨¦s de la crisis de 1973 la actitud es bien diferente, visto que han sido las grandes compa?¨ªas, las multinacionales del sector, las grandes beneficiarias de las crisis, que las consecuencias para los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo est¨¢n siendo dram¨¢ticas y que los defensores de la ?soluci¨®n nuclear? se frotan las manos con estas subidas del petr¨®leo y las que -dadas las conclusiones de la conferencia de la OPEP en Ginebra- le suceder¨¢n este mismo a?o.
Quiz¨¢s a los imperialismos del Este y de Occidente que venimos padeciendo se a?ade ahora uno nuevo que tambi¨¦n pone la bota sobre el cuello, como un colonizador m¨¢s, de los desamparados: el imperialismo de los productores y los amos del petr¨®leo.
El recrudecimiento de la crisis energ¨¦tica trae, adem¨¢s, viejos y peligrosos fantasmas: el de una posible intervenci¨®n militar de Estados Unidos "para asegurar sus abastecimientos de petr¨®leo", el desencadenamiento de un crack similar al de 1929 -evocado por el jeque Yamani-, si no se encauza eI problema palestino.
En suma: pocas veces en los ¨²ltimos tiempos los espa?oles habr¨¢n iniciado un veraneo con menos razones para el optimismo.
4 dejulio
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