"?San ferm¨ªn!", es el grito!
??San Ferm¨ªn, San Ferm¨ªn!?, ?Porromp¨®n, pom, pom, pom!, ?? San Ferm¨ªn, San Ferm¨ªn!?. La consigna, aparte de aporrear el bombo, es invocar el nombre del santo para qu¨¦ a nadie se le ocurra convertir las fiestas en una peligrosa plataforma de reivindicaciones y proclan.las pol¨ªticas, por donde se puede ir al desorden y al caos, como ocurri¨® el a?o pasado.Los mozos han armado en esta primera corrida de feria m¨¢s ruido que nunca. Yo no s¨¦ si era la explosi¨®n de los aires de fiesta que ha tenido soterrados un invierno muy duro y conflictivo o era que se forzaba la manifestaci¨®n de una alegr¨ªa inexistente ahora, pero que debe volver a ser el esp¨ªritu verdadero de los sanfermines.
El caso es que las pe?as llegaron alborotadas y pimpantes con sus bandas, sus pancartas, sus cestos de viandas, sus vinos y sus bailes y, en cuanto ocuparon el tendido ya estaba liado el guirigay de m¨²sicas, canciones y gritos. En otros sanfermines era para el cuarto toro cuando rodaban por encima de las cabezas mozos esponjados en tinto, unos duchaban a otros con el chorro del champ¨¢n y los encargados del pozal lo vaciaban sobre el tendido, agua va o vino va, seg¨²n lo que hubiera dentro.
Plaza de Pamplona
Primera corrida de San Ferm¨ªn. Toros de Pablo Romero, con gran trap¨ªo, mansurrones, manejables excepto el ¨²ltimo, que tuvo peligro. Palomo Linares: pinchazo, rebota en una banderilla, y media estocada tendida y desprendida (aplausos). Estocada ca¨ªda (vuelta protestada). Julio Robles: media estocada muy baja y atravesada, y descabello (silencio). Estocada (silencio). Luis Francisco Espl¨¢: dos pinchazos baj¨ªsimos, estocada corta atravesada, rueda de peones y tres descabellos (silencio). Pinchazo, estocada y descabello (aplausos).
Pero ayer, mientras el primer pablorromero met¨ªa miedo a las cuadrillas con su presencia apabullante, ya lo hab¨ªan hecho todo y la colectividad multicolor y espesa que se coc¨ªa al sol, apenas prestaba atenci¨®n a ese juego de arte y de muerte que es la corrida de toros. Voluntarioso y bullidor Palomo, Robles con retazos de buen toreo al natural y un fin¨ªsimo molinete, apenas lograron que los mozos les prestaran atenci¨®n. Y si los del sol estaban a su pel¨ªcula y hac¨ªan olas arriba y abajo, a un lado y a otro, para acompa?ar los c¨¢nticos habituales, los de sombra, acababan m¨¢s pendiente de este espect¨¢culo que de la lidia, como es natural, y me pregunto, entonces, qu¨¦ demonios pint¨¢bamos todos all¨ª, los de luces y los del pa?uelito rojo.
S¨®lo Espl¨¢ consigui¨® despertar el entusiasmo con dos tercios de banderillas brillant¨ªsimos, var¨ªados y toreros, puso en pie al p¨²blico y recibi¨® el homenaje t¨ªpico de esta plaza: ? ?Como Espl¨¢ no hay ninguno, Espl¨¢ es cojortudo!?. Bien, ya sabemos como es Espl¨¢, Pamplena lo dice. Pero cuando tiraba la muleta devolv¨ªa los piropos, puesto que era incapaz no ya de mantener los entusiasmos, sino, sencillamente, de poder con los toros.
Que eran unos pablorromeros de abrigo; tremendos de presencia y bonitos, sobre todo aquel c¨¢rdeno enmorrillado y que sali¨® en cuarto lugar, y que no fue nadie en la muleta de Palomo. Claro que Palomo, tampoco, y hubo empate en soser¨ªa. En realidad, salvo los dos tercios de banderillas citados, la corrida result¨® muy sosa. Las reses eran, unas por otras, manejables, pero los toreros no se hac¨ªan el ¨¢nimo. ?C¨®mo, en aquellas circunstancias? Este es un ejemplo: en el tercero, los distros. competieron con variedad y arte en quites y, sin embargo, unos segundos despu¨¦s, surgi¨®, inesperadamente, el coro de las insatis facciones: ??Todos queremos m¨¢s!? En fin, como para acabar con la moral de cualquiera.
Tras el paseillo, hubo un minuto de silencio en memoria del ganadero Felipe de Pablo Romero, fallecido el pasado jueves. Representantes de las pe?as entregaron a Espl¨¢ el trofeo de triunfador de San Ferm¨ªn ?txikito?. El alcalde, socialista y barbado, que vest¨ªa de frac, recibi¨®, tambi¨¦n en el ruedo, una imagen del santo patr¨®n. Por los altavoces se exhort¨® a los pamploneses a vivir la fiestas con sana alegr¨ªa, y la respuesta fue, otra vez, el ???San Ferm¨ªn, San Ferm¨ªn!?, que era la aceptaci¨®n masiva e inequ¨ªvoca del compromiso colectivo para que aqu¨ª no pase nada. Y todos estamos convencidos de que no pasar¨¢. La expectaci¨®n, sin embargo, est¨¢ en lo que suceda hoy durante los actos conmemorativos de los graves sucesos del a?o anterior. Se da por seguro que si no hay incidentes los sanfermines ser¨¢n, hasta el final, una balsa de aceite. Pero si los hay, podr¨ªan suponer la muerte de esta fiesta popular, ¨²nica en el mundo. Los pamploneses no est¨¢n dispuestos y la defienden al grito de ??San Ferm¨ªn, San Ferm¨ªn!?. La pol¨ªtica es para otra ocasi¨®n.
Campuzano sustituye hoy a Manolo Cort¨¦s
Jos¨¦ Antonio Campuzano sustituye a Manolo Cort¨¦s en la corrida de esta tarde, segunda de la feria de San Ferm¨ªn. Los otros espadas son Francisco N¨²?ez Currillo y Jos¨¦ Luis Palomar, los toros pertenecen a la ganader¨ªa de Salvador Guardiola Fantoni.
Por otra parte, los toros de Eduardo Miura que se lidiar¨¢n el pr¨®ximo s¨¢bado se encuentran ya en los corrales de El Gas, y han causado sensaci¨®n por su trap¨ªo. H,ay un casta?o, un colorao y cuatro negros. Se trata de la corrida de m¨¢s respeto de toda la feria. Por cierto, que hay dudas de que Antonio Jos¨¦ Gal¨¢n pueda participar en este festejo Para el que est¨¢ anunciado. Al parecer, no est¨¢ totalmente restablecido de la lesi¨®n que se produjo en un pie durante la pasada feria de San Isidro, al entrar a matar sin muleta a un toro de Pablo Romero.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.