Diez atracadores roban 130 millones, de pesetas del Banco Herrero de Oviedo
Las versiones m¨¢s generalizadas apuntaban ayer la posible participaci¨®n de un comando de ETA en el robo de los 130 millones de pesetas sustra¨ªdos de la central del Banco Herrero en Oviedo. Testigos presenciales aseguran que las diez personas participantes en el atraco, ocho hombres y dos mujeres, ten¨ªan acento vasco. Paralelamente, fuentes policiales confirmaron que dos de los veh¨ªculos utilizados por los asaltantes en la huida pertenecen a los robados el s¨¢bado en la agencia Avis, de Bilbao.
Noventa de los 130 millones sustra¨ªdos estaban destinados al pago de los mineros de Hunosa, que cobraron con unas horas de retraso los salarios correspondientes al mes de junio.El director general del banco, Ignacio Herrero, declar¨® que todo el dinero estaba asegurado y que s¨®lo siente ?el fin que puede tener, que no ser¨¢ otro que favorecer la delincuencia y el terrorismo?.
A ¨²ltima hora de la tarde de ayer, la polic¨ªa, que efectuaba controles en todas las carreteras asturianas, no ten¨ªa a¨²n pistas fiables sobre la identidad de los atracadores.
La historia del mayor atraco bancario ocurrido en Espa?a en los ¨²ltimos a?os comenz¨® en Oviedo en la noche del domingo. Poco despu¨¦s de las diez, un hombre y una mujer penetraban en el n¨²mero 22 de la calle ovetense de Valent¨ªn Masip, domicilio del cajero del Banco Herrero Jos¨¦ Fuertes Alvarez. Abri¨® la puerta de la casa su esposa y los dos visitantes le comunicaron la existencia de una fuga de agua que estaba inundando el piso de abajo. Casi simult¨¢neamente mostraron armas de fuego y, tras intimidar a la mujer del cajero, penetraron en el domicilio con otros individuos, cuatro, seg¨²n las versiones m¨¢s extendidas.
Jos¨¦ Fuertes padec¨ªa ayer un intenso shock nervioso y la polic¨ªa y los directivos del banco le han prohibido hacer declaraciones.
No obstante, parece seguro, de acuerdo con informaciones facilitadas por compa?eros del secuestrado, que los atracadores trataron correctamente tanto a ¨¦l como a su familia.
A las siete de la ma?ana de ayer, despu¨¦s de pasar toda la noche en el domicilio del cajero, los asaltantes le condujeron a un coche y le trasladaron a las inmediaciones del campo de San Francisco, a menos de un kil¨®metro de la casa que posee el se?or Fuertes. Aqu¨ª bajaron del veh¨ªculo y fueron a pie hasta las dependencias del banco, en la calle de Fruela, situada en el centro de Oviedo. Sobre las 7. 10 de la ma?ana, el cajero, acompa?ado .de uno de sus secuestradores, llam¨® a la puerta del banco y pregunt¨® al ordenanza del turno de noche si ¨¦l era el primer empleado en llegar, interrogante que respondi¨® afirmativamente el conserje, quien no se percat¨® en ning¨²n momento de la presencia del otro individuo y abri¨® la puerta. El joven que le acompa?aba esgrimi¨® un arma y pocos segundos despu¨¦s aparecieron el resto de los atracadores, que, seg¨²n fuentes de la polic¨ªa, fueron diez.
A partir de este momento, las 7.15 de la ma?ana, los asaltantes se distribuyeron estrat¨¦gicamente por el edificio. El ordenanza abr¨ªa normalmente la puerta a los empleados que comenzaban a llegar al trabajo. Tras ¨¦l, un joven de barba y cara descubierta les indicaba que pasaran a la zona izquierda del local, donde una escalera da acceso a los lavabos y vestuarios. En la escalera, una chica morena, de pelo rizado y con los ojos sonrojados, seg¨²n las versiones de varios testigos, hac¨ªa descender a los empleados en la direcci¨®n se?alada. Estas mismas versiones apuntan que la chica, de unos diecinueve a?os, ten¨ªa acento vasco, al igual que el resto de los atracadores, aunque hablaron todo el tiempo en castellano.
Abajo, en los lavabos, un joven encapuchado con pasamonta?as de color verde ped¨ªa el documento de identidad a cada uno de los empleados. La solicitud, aparentemente extra?a, ten¨ªa una explicaci¨®n: identificar a los dos apoderados, que ten¨ªan dos de las tres llaves necesarias para abrir la caja fuerte.
Tres llaves para abrir la caja
La caja, situada en los bajos del edificio, s¨®lo se abre mediante la aplicaci¨®n simult¨¢nea de tres llaves. Una la guarda habitualmentes cajero y las otras dos est¨¢n a cargo de apoderados que rotan peri¨®dicamente. A pesar de estas precauciones, los atracadores debieron esperar hasta las ocho de la ma?ana para comenzar la apertura de la caja fuerte. Un dispositivo electr¨®nico la deja bloqueada hasta la hora programada el d¨ªa anterior, generalmente m¨¢s tard¨ªa que la prevista ayer, fecha en que estaban establecidos los pagos a Hunosa y a otras empresas asturianas.
Mientras se produc¨ªa la operaci¨®n, uno de los empleados, que padece una dolencia cardiaca, tuvo un ligero fallo al coraz¨®n, aliviado por el masaje que le proporcion¨® uno de los atracadores.
Los asaltantes introdujeron el dinero extra¨ªdo de la caja fuerte en varias maletas, aunque tuvieron que abandonar una de ellas ante la ruptura inesperada del asa. Cuando sal¨ªan, el conductor de uno de los tres Land Rover blindados que esperaban en la calle para transportar el dinero observ¨® la presencia de los atracadores e hizo sonar la alarma de su coche, a la vez que llamaba, mediante radiotel¨¦fono, a Esabe Expres, empresa propietaria de los veh¨ªculos. Uno de los atraca dores dispar¨® a quemarropa contra el parabrisas, de cristal blindado, aunque no lleg¨® a herir al conductor. Despu¨¦s, seg¨²n las versiones m¨¢s generalizadas, huyeron en dos coches aparcados en las inmediaciones del banco, disparando durante unos minutos. Los casquillos de bala encontrados en la calle son del calibre nueve mil¨ªmetros Parabellum.
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