La Alfaques y Zaragoza le dejaron dos veces viudo
Un hombre de mediana edad, que no quiso identificarse, caminaba inseguro, casi apoy¨¢ndose en la pared, mientras pronunciaba lentamente, machaconamente, casi sin o¨ªrse: ?No me volver¨¦ a casar, no me volver¨¦ a casar.? Ese hombre hab¨ªa perdido a su segunda mujer en el incendio del hotel Corona de Arag¨®n, y la hab¨ªa perdido exactamente un a?o y un d¨ªa despu¨¦s de que la primera pereciera, ferozmente abrasada, en el camping de Los Alfaques.
Este relato, quiz¨¢ el m¨¢s tr¨¢gico, recogido por el enviado especial de la agencia Efe, Aurelio Bautista, es, con todo, una m¨¢s entre las decenas de historias de gritos angustiosos, de llamadas de socorro entre familiares y amigos, de prudencia o nervios, o de mala suerte, que cuentan ahora los supervivientes del incendio de Zaragoza.El gerente del Club Deportivo Alav¨¦s, Jos¨¦ Mar¨ªa Z¨¢rraga, es uno de ellos. Z¨¢rraga estaba despierto cuando comenz¨® el fuego (iba a ba?arse en aquellos momentos); pudo darse cuenta del humo que penetraba por debajo de la puerta de su habitaci¨®n y a ello le debe, quiz¨¢, estar vivo. El antigua gloria del f¨²tbol espa?ol (diez veces internacional) abri¨® la puerta, vio que era fuego, se visti¨® apresuradamente, sin olvidar los zapatos (zapatos que perder¨ªa en la huida) y busc¨® la salida, la m¨¢s pr¨®xima, sin pensar en la escalera ni en la puerta principales. ?Eso me salv¨®?.
Ya en la calle, consigui¨® despertar a sus compa?eros, Hip¨®lito Lastra, presidente del Alav¨¦s, y al secretario, Luis Mar¨ªa Calvo, que ocupaban habitaciones en el primer piso. Los dos acudieron a la que ocupaba el jugador Jos¨¦ Ram¨®n Badiola, a quien el Zaragoza hab¨ªa fichado el d¨ªa anterior para la pr¨®xima temporada. Pero Badiola no sali¨®. Ser¨ªa encontrado por Z¨¢rraga en el Hospital Provincial, entre los heridos evacuados. ?Estaba inconsciente, chamuscado, ennegrecido?, ha comentado el gerente del Alav¨¦s. ?Me dijeron no s¨¦ qu¨¦ de asfixia, y mi primera impresi¨®n fue que el chico hab¨ªa muerto.? Esa impresi¨®n fue la que motiv¨® la primera noticia de que Badiola hab¨ªa fallecido.
El bombero Angel Pena, de unos 35 a?os, que result¨® con fractura de pelvis y de los dos brazos al caer desde la escalera de salvamento, declar¨® a Europa Press que el accidente se produjo cuando intentaba rescatar a una anciana en la segunda planta. ?Intent¨¦ descolgar a la se?ora hasta el suelo. La baj¨¦ hasta el primer piso; pero como ella ten¨ªa mucho miedo, se dificultaba la tarea. Cuando iba a intentar bajarla definitivamente, una explosi¨®n que produjo mucho humo me dej¨® atontado y ca¨ª al suelo.?
Un matrimonio consigui¨® deslizarse desde el cuarto piso con ayuda de unas s¨¢banas anudadas. Un se?or se tir¨® a la piscina, en la octava planta, y all¨ª pudo esperar a los helic¨®pteros de la base, que le rescataron, junto a otras personas, para trasladarles a terrazas de los edificios pr¨®ximos. Emilio Cabello, que pocos momentos despu¨¦s, ignorante de lo que ocurr¨ªa en la V¨ªa Imperial, de Zaragoza, recibir¨ªa sus galones de alf¨¦rez, perdi¨® a su padre, teniente de la Guardia Civil, en el incendio. Ser¨¢ una promoci¨®n de la Academia General marcada por la tragedia: hace unos d¨ªas, su n¨²mero uno muri¨® ahogado en Mequinenza.
La familia S¨¢nchez Prieto, mexicana, compuesta por once miembros, tiene que lamentar dos heridos graves, los m¨¢s ancianos, y, sobre todo, el haber aplazado su estancia en el hotel durante veinticuatro horas precisamente por el cansancio de los dos heridos.
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