El oscuro espejo de las estad¨ªsticas espa?olas
El nivel informativo que hoy ofrecen las estad¨ªsticas espa?olas es deficiente. Exponer las distintas razones para corregir esas deficiencias, destacar los obst¨¢culos que dificultan su superaci¨®n. Evaluar la oferta de estad¨ªsticas hoy existente y proponer algunas posibles soluciones para mejorar las estad¨ªsticas espa?olas constituye el m¨²ltiple prop¨®sito del siguiente art¨ªculo escrito por el equipo de Coyuntura Econ¨®mica que dirige el profesor Fuentes Quintana y que integran los profesores Lagares Calvo y J. L. Raymond, y los economistas Julio Alcaide Inchausti, Jos¨¦ Garc¨ªa L¨®pez y Miguel Valle Garagorri. Como indican sus autores, son dos las premisas desde las que se ha escrito su trabajo: la apreciaci¨®n del valor de la informaci¨®n estad¨ªstica, cuya importancia econ¨®mica y pol¨ªtica resulta dificil de exagerar, y la estimaci¨®n hacia nuestros estad¨ªsticos, cuya competencia debe proclamarse y reconocerse de la ¨²nica forma en que ese reconocimiento resulta eficaz: ofreci¨¦ndoles los medios precisos -personales, materiales y de organizaci¨®n- para que ning¨²n obst¨¢culo se oponga al desempe?o de su insustituible y fundamental papel de ofrecer m¨¢s y mejores estad¨ªsticas de las que hoy dispone la sociedad espa?ola y que ¨¦sta necesita.
El problema -el gran problema- de la deficiente informaci¨®n que ofrecen las estad¨ªsticas econ¨®micas en Espa?a tiende a quedarse siempre en el tintero de los economistas y de los estad¨ªsticos. Lo que de ese problema se dice ocupa el corto espacio de un p¨¢rrafo entre protocolario, quejumbroso y telonero en los estudios habituales de coyuntura econ¨®mica. Un p¨¢rrafo que proclama las limitaciones que establecen a toda valoraci¨®n del momento que la econom¨ªa vive, los retrasos, las ausencias y las imperfecciones de las estad¨ªsticas disponibles.Es hora de que ese p¨¢rrafo convencional y repetido d¨¦ paso a un art¨ªculo entero que responda a la preocupaci¨®n profunda de cuantos usamos la informaci¨®n estad¨ªstica espa?ola sobre el alarmante nivel en el que esa informaci¨®n est¨¢ hoy situada y la urgente necesidad de mejorarla. Es ¨¦sta una convicci¨®n de la que participan todos los que analizan -por afici¨®n o por obligaci¨®n- la marcha de la econom¨ªa espa?ola. El reciente informe de la OCDE ha recogido -como sucede casi siempre- una opini¨®n expuesta con insistencia desde dentro por los economistas espa?oles y la ha proclamado -con su reconocida autoridad- desde fuera: ?La insuficiencia del aparato estad¨ªstico ha sido ya denunciada en anteriores estudios de la OCDE. Debe afirmarse que la necesidad de introducir mejoras radicales en las estad¨ªsticas disponibles es hoy muy urgente. ?
Quiz¨¢ la primera obligaci¨®n de quien suscriba plenamente ese juicio sea justificar la trascendencia de la informaci¨®n estad¨ªstica cuya mejora radical se pide y cuya urgencia imperativa para hoy se reclama. Conceder a la disponibilidad de estad¨ªsticas la importancia que realmente tiene es una conclusi¨®n obligada del reconocimiento de sus decisivas e insustituibles funciones.
Tres razones para mejorar las estad¨ªsticas
La primera y m¨¢s obvia justificaci¨®n para una mejora de la informaci¨®n estad¨ªstica es la de faciUtar un juicio preciso sobre la situaci¨®n econ¨®mica. Conocer la marcha de la econom¨ªa nacional, evaluar los problemas de un sector de esa econom¨ªa, juzgar la posici¨®n de un grupo social o de una regi¨®n, son hoy tareas imposibles sin la existencia de unos datos suficientes que den la precisi¨®n necesaria a las distintas afirmaciones realizadas. Conocer hoy una econom¨ªa equivale a disponer de la cuantificaci¨®n de sus resultados. Resulta desconsolador comprobar c¨®mo muchos de los avances del conocimiento econ¨®mico no pueden aplicarse en nuestro pa¨ªs por la ignorancia de magnitudes econ¨®micas fundamentales que impone la falta de una informaci¨®n estad¨ªstica elemental. El desequilibrio existente entre t¨¦cnicas de an¨¢lisis econ¨®mico y su aplicaci¨®n a la econom¨ªa espa?ola es escandaloso y su causa est¨¢ en la deficiencia de la informaci¨®n estad¨ªstica disponible. De poco vale mejorar la formaci¨®n de nuestros economistas si no les damos los medios estad¨ªsticos para hacer fecundos sus conocimientos. Por otra parte, resulta lamentable el tiempo y las energ¨ªas que tienen que gastarse en la b¨²squeda indirecta de cifras para conocer hechos b¨¢sicos que nos digan d¨®nde est¨¢ la situaci¨®n econ¨®mica.Esa b¨²squeda indirecta tiene que conformarse muchas veces con conclusiones insuficientemente probadas que siembran la inquietud e inseguridad en quien las alcanza y sobre las cuales no puede apoyarse un diagn¨®stico serio y solvente de la situaci¨®n econ¨®mica. Mientras las estad¨ªsticas no mejoren ser¨¢ imposible superar este estado de cosas que condena, a la econom¨ªa que las padece, a un conocimiento cualitativo vago e inseguro de los rasgos que la caracterizan y de las condiciones que definen su funcionamiento.
En segundo lugar, sin informaci¨®n estad¨ªstica es imposible mejorar las decisiones de pol¨ªtica econ¨®mica. ?C¨®mo elaborar una pol¨ªtica econ¨®mica fundada sin disponer de la informaci¨®n que avale sus decisiones b¨¢sicas? ?C¨®mo apreciar sin datos los efectos de las distintas medidas adoptadas y en base a qu¨¦ fundamentos corregir la pol¨ªtica emprendida? Dirigir la econom¨ªa a trav¨¦s de una informaci¨®n estad¨ªstica parcial y retrasada equivale, como se ha afirmado frecuentemente, a conducir un autom¨®vil que tuviese oscurecido el parabrisas y los cristales laterales y que s¨®lo dispusiera de un retrovisor oscuro para adivinar el camino por el que se marcha. Una situaci¨®n ciertamente arriesgada para colocar en ella la suma de los delicados intereses y de los deseados objetivos de una econom¨ªa.
Esas deficiencias y riesgos de la pol¨ªtica econ¨®mica resultan insuperables cuando los datos estad¨ªsticos no existen y su reconocimiento abre la puerta al recuento de otras consecuencias -m¨¢s graves- de una informaci¨®n estad¨ªstica deficiente. Porque resulta claro que la elaboraci¨®n de una pol¨ªtica en una sociedad democr¨¢tica no ser¨¢ posible sin el respaldo de una amplia informaci¨®n estad¨ªstica ofrecida a todos los ciudadanos. Mejorar la gesti¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica reclama dar cuenta p¨²blica de sus prop¨®sitos y confesar y reconocer sus resultados en t¨¦rminos del compromiso riguroso al que s¨®lo obligan datos y cifras. Poder sin control es poder sin responsabilidad, un poder sobre el que no es posible fundamentar la convivencia de una sociedad libre. Se ha afirmado, con verdad, que la tasa de democratizaci¨®n de un pa¨ªs puede apreciarse con un ¨ªndice situado m¨¢s all¨¢ de toda ret¨®rica: la informaci¨®n relevante y p¨²blica que circula entre todos los ciudadanos. La inexistencia o la irrelevancia de la informaci¨®n estad¨ªstica es incompatible con una sociedad democr¨¢tica avanzada.
Es preciso afirmar que la informaci¨®n estad¨ªstica necesaria no se genera de forma espont¨¢nea en una sociedad. Existen importantes obst¨¢culos pol¨ªticos, administrativos y econ¨®micos que lo impiden.
Tres obst¨¢culos para la Informaci¨®n estad¨ªstica
Obst¨¢culos pol¨ªticos unidos a la permanente tentaci¨®n de conservaci¨®n del poder por quienes lo disfrutan. Cualquier pol¨ªtico en el poder tratar¨¢ de evitar el desgaste que significa la cr¨ªtica facilitada desde una informaci¨®n estad¨ªstica amplia y puntual. No puede extra?ar, por lo mismo, que la informaci¨®n se limite o se retrase si no se urge desde todas las instancias sociales y desde la oposici¨®n pol¨ªtica, un papel que ¨¦sta frecuentemente tiende a olvidar.Obst¨¢culos administrativos: la burocracia ha opuesto siempre una fuerte resistencia pasiva a facilitar m¨¢s informaci¨®n. La publicaci¨®n de cualquier dato se siente por el funcionario que lo conoce Y lo posee como una expropiaci¨®n que no se consigue por el p¨²blico sin esfuerzo y sin presi¨®n, hecho extendido en las burocracias de todo tiempo y lugar y que ofrece una confirmaci¨®n emp¨ªrica la discutida ecuaci¨®n informaci¨®n = poder. Por otra parte, un motivo de precauci¨®n hace a toda burocracia propensa a retener los datos que conoce. El gran principio de la Administraci¨®n al que obedecen muchas conductas es el muy elemental e inmovilista que afirma desde la experiencia que ?en la Administraci¨®n, por no hacer nada, nunca pasa nada?. El silencio y la pasividad son rentables o, al menos, nunca perjudican. La publicidad de los datos y la adopci¨®n de decisiones siempre pueden originar problemas y conflictos.
Obst¨¢culos econ¨®micos, en fin, pues la informaci¨®n no es jam¨¢s gratuita. Es costosa, en especial, la informaci¨®n estad¨ªstica. Este hecho innegable se utiliza a veces como justificaci¨®n para aplazar -por otros motivos diferentes- la elaboraci¨®n y la difusi¨®n de las estad¨ªsticas conflictivas. Debe afirmarse, sin embargo, que muy pocas inversiones tienen la productividad de las estad¨ªsticas, raz¨®n por la que ese obst¨¢culo, contadas veces -si alguna- ser¨¢ alegable para negar o aplazar las informaciones estad¨ªsticas, aunque deba serlo para orientar su elaboraci¨®n.
La oferta de informaci¨®n estad¨ªstica en Espa?a
La demanda de informaci¨®n estad¨ªstica no es, por todo lo expuesto, una demanda infundada. Tiene tras de s¨ª importantes motivos econ¨®micos y pol¨ªticos. Y debe ser correspondida por una oferta de datos estad¨ªsticos que cuenta con notables obst¨¢culos para su producci¨®n que es preciso reconocer. Jam¨¢s una oferta de datos estad¨ªsticos ser¨¢ una oferta espont¨¢nea: reclama apoyo social y pol¨ªtico, dif¨ªcil de obtener en una sociedad que no sea democr¨¢tica, pero no f¨¢cil de lograr, incluso en ella, sin contar adem¨¢s con una imperativa demanda sostenida y alentada cada d¨ªa por los usuarios de ¨¦sa informaci¨®n.Para valorar la oferta estad¨ªstica de un pa¨ªs, debe someterse ¨¦sta a tres controles distintos:
- El control de cantidad: la informaci¨®n ha de ser completa, ofreciendo los datos necesarios para calcular las magnitudes econ¨®micas fundamentales de una econom¨ªa.
- El control de calidad: la informaci¨®n ha de ser correcta, evitando las deficiencias metodol¨®gicas en el c¨¢lculo de los distintos ¨ªndices y valores, obviando los obst¨¢culos opuestos por la mala informaci¨®n o las ocultaciones interesadas de los int¨¦rpretes de la actividad econ¨®mica.
- El control de oportunidad: la informaci¨®n debe ser actual y no retrasada, fresca y no caduca.
Cuando estos controles se aplican a la informaci¨®n estad¨ªstica espa?ola hoy disponible, se obtienen los resultados que se recogen en los cuadros 1 (control de cantidad), 2 (control de calidad) y 3 (control de oportunidad).
El cuadro 1 ofrece una presentaci¨®n esquem¨¢tica de la oferta existente de estad¨ªsticas y sus principales limitaciones. Debe afirmarse que el campo cubierto por la oferta es importante y refleja el esfuerzo de m¨²ltiples instancias productivas. A ese importante activo de las estad¨ªsticas existentes -que debemos conservar como un activo de valor inapreciable- se a?ade un importante pasivo -el de las estad¨ªsticas necesarias y no elaboradas-, que habr¨ªa que reducir por un esfuerzo iniciado desde ahora, ajustado a un programa bien dise?ado y ejecutado sin desfallecimientos.
El cuadro 2 presenta el control de calidad que nos ofrece los cuatro productos m¨¢s defectuosos, reiteradamente denunciados por los usuarios y que convendr¨ªa corregir.
Finalmente, el cuadro 3 ofrece el control de oportunidad de la oferta estad¨ªstica, agrupando sus retrasos seg¨²n la importancia de los productos.
Compromiso estad¨ªstico ante la CEE
Quiz¨¢ la mejor prueba para evaluar las limitaciones que la acumulaci¨®n de las diferencias del producto estad¨ªstico espa?ol tiene. resida en enfrentar las estad¨ªsticas disponibles en Espa?a con aquellas demandas que le ha de plantear nuestro pr¨®ximo ingreso en el Mercado Com¨²n. Como en otros muchos campos, situar a la econom¨ªa espa?ola frente a las exigencias comunitarias contribuye a ilustrar el cuadro de problemas a los que debe atender la pol¨ªtica econ¨®mica. La Oficina Estad¨ªstica de las Comunidades Europeas (Eurostat) recopila mensualmente la informaci¨®n necesaria para el an¨¢lisis de la coyuntura econ¨®mica en su publicaci¨®n ?Eurostatistiques?. Diez son los cap¨ªtulos en los que esa informaci¨®n se desgrana para los diversos pa¨ªses que integran la OCDE. La pregunta pertinente ser¨ªa, por tanto: ?cu¨¢les de esos cap¨ªtulos podr¨ªa cumplimentar hoy la estad¨ªstica espa?ola y en qu¨¦ otros tendr¨ªan que aparecer los vergonzantes puntos suspensivos en las correspondientes casillas de los distintos cuadros estad¨ªsticos, por desgracia tan frecuentes en todas las publicaciones econ¨®micas internacionales referidas a la econom¨ªa espa?ola? Una respuesta esquem¨¢tica a la decisiva pregunta anterior ser¨ªa la siguiente:1. Cuentas nacionales. Adaptadas al nuevo sistema SEC (Sistema europeo de cuentas econ¨®micas integradas), vienen elabor¨¢ndose y public¨¢ndose trimestralmente para los distintos pa¨ªses. Est¨¢n as¨ª disponibles los datos sobre evoluci¨®n del PIB y del consumo privado y la formaci¨®n bruta de capital fijo. Aqu¨ª se registrar¨ªa nuestra primera -y quiz¨¢ principal- deficiencia. Espa?a no dispone m¨¢s que de una contabilidad nacional anual que acumula hoy, como ya se ha indicado, un retraso excesivo. No hay contabilidad nacional trimestral y no podr¨ªa cumplimentarse, por tanto, esta primera demanda comunitaria.
2. Poblaci¨®n y empleo. Los informes comunitarios recogen por trimestres naturales las cifras de empleo, tanto las generales, como las sectoriales. La encuesta de poblaci¨®n activa del INE est¨¢ en condiciones de cubrir las r¨²bricas relativas a empleo total de asalariados, empleo femenino, empleo en la agricultura, industria y servicios. Mayor dificultad ofrecen las r¨²bricas sobre empleo asalariado en sectores concretos, como los de la industria energ¨¦tica, metal¨²rgica, qu¨ªmica, transformaci¨®n de metales, maquinar¨ªa, material de transporte, alimentaci¨®n, textil, calzado y confecci¨®n. No existe hoy informaci¨®n elaborada y disponible para atender a esas demandas informativas de la CEE. Para conseguirla ser¨ªa necesario actualizar los registros de la Seguridad Social que contienen datos primarios a partir de los cuales elaborar esa informaci¨®n.
3. Paro. Los datos que ofrece el Ministerio de Trabajo permiten responder a las demandas comunitarias. Faltar¨ªa tan s¨®lo el que las oficinas de empleo introduzcan una r¨²brica especial para el empleo de los menores de veinticinco a?os, que recoge la CEE.
4. Indices de producci¨®n industrial. El ¨ªndice mensual de la CEE recoge, no solamente la marcha de la producci¨®n industrial, sino su desagregaci¨®n por ramas y Sectores. El INE no podr¨ªa cumplimentar esa informaci¨®n hoy, en cuanto.. que en junio de 1978 dej¨® de publicarse el ¨ªndice de producci¨®n industrial. Decisi¨®n que, como afirma el informe del Banco de Espa?a del corriente a?o, ? no ha sido afortunada?, pues ?esa informaci¨®n era b¨¢sica, a pesar de sus deficiencias, para conocer la marcha de la coyuntura econ¨®mica espa?ola?. Es de esperar que el INE, que tiene en rodaje, desde hace varios a?os, un nuevo ¨ªndice de producci¨®n industrial, lo, ofrezca al p¨²blico en eI plazo m¨¢s breve posible, para remediar tan lamentable ausencia actual.
5. Opiniones sobre la industria. Todos los datos solicitados por la CEE est¨¢n disponibles en Espa?a gracias a la laudable encuesta mensual de coyuntura que elabora el Ministerio de Industria y que constituye, en los momentos presentes, un instrumento valios¨ªsimo para el an¨¢lisis de la econom¨ªa espa?ola.
6. Producci¨®n. La CEE contempla un conjunto amplio de producciones para el que se recoge la informaci¨®n sobre producci¨®n fisica. En general esta informaci¨®n puede ofrecerse merced a las estad¨ªsticas elaboradas por los Ministerios de
Sugerencias de mejora del aparato estad¨ªstico
El oscuro espejo de...
Quiz¨¢ el principio de esas decisiones pedidas por la OCDE est¨¦ en trazar un balance de la informaci¨®n estad¨ªstica espa?ola m¨¢s detallado y amplio que el que se ha realizado hasta aqu¨ª, que valore debidamente la situaci¨®n en la que hoy nos encontramos. Mientras no se conozcan y proclamen las limitaciones y deficiencias de la informaci¨®n estad¨ªstica, ¨¦sta no se mejorar¨¢. Quiz¨¢ por ello, lo primero que habr¨ªa que pedir es la realizaci¨®n de ese repaso de la situaci¨®n estad¨ªstica actual que podr¨ªa emprender el INE. A la elaboraci¨®n de ese balance deber¨ªa seguir la celebraci¨®n de una conferencia a la que concurriesen todos los organismos que- en el pa¨ªs tienen competencias en materia stad¨ªstica y los usuarios de esa informaci¨®n estad¨ªstica. Es bien sabido que uno de los problemas fundamentales que plantea la oferta de estad¨ªsticas es la inadecuaci¨®n con su oferta. Existen estad¨ªsticas que no se de mandan, mientras que las que se necesitan no se suministran. Si alg¨²n sentido tiene la elaboraci¨®n de estad¨ªsticas es el de satisfacer una necesidad informativa, y por ello, los usuarios deber¨ªan conocer ese balance de la situaci¨®n estad¨ªstica, realizado por los productores (INE y otros organismos) y adelantar sus valiosas opiniones de sufridos consumidores. ?No ser¨ªa posible montar una conferencia nacional sobre la situaci¨®n de las estad¨ªsticas espa?olas con este prop¨®sito? Ese encuentro no s¨®lo permitir¨ªa ajustar la oferta y la demanda del mercado de estad¨ªsticas espa?olas, sino tambi¨¦n podr¨ªa convertirse en una ocasi¨®n para que la sociedad espa?ola tomase conciencia de la importancia que la informaci¨®n estad¨ªstica tiene, en especial de su importancia pol¨ªtica, pues la producci¨®n, circulaci¨®n y distribuci¨®n de mejores informaciones es parte decisiva para construir y asentar una sociedad democr¨¢tica.El segundo gran tema de la estad¨ªstica espa?ola es definir un programa estad¨ªstico nacional. Tras conocer las tensiones del mercado de estad¨ªsticas, es decir, tras enfrentar a oferentes y demandantes y se?alar los huecos y repeticiones, las deficiencias y las carencias de oportunidad de la informaci¨®n estad¨ªstica existente, ser¨ªa necesario impulsar el suministro de m¨¢s y mejores estad¨ªsticas. La informaci¨®n estad¨ªstica, se dice con frecuencia, es cara; su producci¨®n es larga: requiere un dilatado proceso de maduraci¨®n. Caracter¨ªsticas ambas que obligan a programar la producci¨®n de m¨¢s informaciones. La propuesta y los intentos de elaboraci¨®n de un programa estad¨ªstico no son nuevos. Pero jam¨¢s han sido culminados con su publicaci¨®n. ?No parecer¨ªa conveniente que, tras celebrar esa conferencia nacional sobre la situaci¨®n de las estad¨ªsticas, se elaborase un programa que respondiese a las prioridades manifestadas por demandantes y oferentes sobre las estad¨ªsticas espa?olas? No ser¨ªa realista pedir en poco tiempo una soluci¨®n a las necesidades nacionales en el campo estad¨ªstico; pero s¨ª es necesario pedir -e incluso exigir, a la vista de la deficiente situaci¨®n actual- un programa estad¨ªstico nacional que comprometa p¨²blicamente los pagos que deben irse dando en el futuro para remediar la situaci¨®n actual y que permita conocer, en consecuencia, anticipadamente las futuras tareas productivas del INE y de los restantes centros suministradores de informaci¨®n estad¨ªstica. Es preciso que la financiaci¨®n de ese programa estad¨ªstico nacional tenga la m¨¢xima prioridad que pueda concederse a otros programas de inversi¨®n p¨²blica. La mejor manera de manifestar el aprecio de la reconocida competencia t¨¦cnica de los estad¨ªsticos espa?oles es facilitar su trabajo, posibilitando la realizaci¨®n de aquellas informaciones que tanto se necesitan para mejorar el conocimiento de nuestra econom¨ªa, orientar la elaboraci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica y estar en condiciones de juzgar con precisi¨®n -desde los datos estad¨ªsticos el realismo, los logros y los fracasos de los programas pol¨ªticos, un derecho elemental de todo ciudadano de un pa¨ªs democr¨¢tico.
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