El Parlamento brit¨¢nico debate el jueves la restauraci¨®n de la pena de muerte
?Se debe reintroducir la aplicaci¨®n de la pena de muerte para cierta clase de delitos en Gran Breta?a? La respuesta se conocer¨¢ esta semana, concretamente el jueves, cuando la C¨¢mara de los Comunes se manifieste sobre una moci¨®n presentada por un diputado conservador, en la que se pide que ?la pena capital sea puesta de nuevo a disposici¨®n de los Tribunales?.
La pena capital, que en este pa¨ªs se realizaba por ahorcamiento, fue abolida en 1969, tras tenerla suspendida durante cuatro a?os. La ¨²ltima vez que se discuti¨® el tema en los Comunes fue en 1975, cuando una moci¨®n similar a la ahora presentada fue derrotada por 119 votos. Como consecuencia del asesinato en abril del entonces portavoz conservador para Irlanda del Norte, Airey Neave, por un grupo radical escindido del IRA, y la conmoci¨®n que provoc¨®, el Partido Conservador prometi¨® en su campa?a electoral un nuevo debate sobre el delicado tema de la reimplantaci¨®n de la pena de muerte. La moci¨®n ha sido presentada por el diputado conservador por Bury-St. Edmonds, Eldon Griffitlis, que ocupa, adem¨¢s de su esca?o, el cargo de asesor parlamentario de la federaci¨®n nacional de la polic¨ªa. Seg¨²n Griffalis, su moci¨®n permitir¨¢ la utilizaci¨®n de la pena de muerte ?s¨®lo en limitad¨ªsimas circunstancias? y siempre que un jurado la hubiese impuesto y que la decisi¨®n del jurado fuese recomendada al ministro del Interior por un equipo de juristas independientes.Para el diputado Griffiths, que seg¨²n propias declaraciones ?odia la pena de muerte ?, la opini¨®n p¨²blica tiene que enfrentarse con una realidad, y esa realidad es que ?la pena de muerte no est¨¢ abolida en Gran Breta?a porque se sigue aplicando por dos grupos de personas: los criminales armados que no dudan asesinar en la consecuci¨®n de sus fines delictivos y los terroristas?.
Los partidos dejar¨¢n a sus diputados en libertad para que ejerzan el voto de acuerdo con su conciencia. Y todo parece indicar que la C¨¢mara se pronunciar¨¢ de nuevo contra la reintroducci¨®n de la pena capital, aunque es probable que la votaci¨®n indique un aumento de los partidarios en relaci¨®n a la celebrada en 1975.
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