Los militares sandinistas han asumido la iniciativa de la reorganizaci¨®n nicarag¨¹ense
Una semana despu¨¦s de la ca¨ªda de Anastasio Somoza todo parece indicar que las autoridades militares del Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional, incluso las que est¨¢n presentes en la Junta de Gobierno de Reconstrucci¨®n Nacional o en el propio Gabinete ministerial nicarag¨¹ense, han tomado realmente la iniciativa de la reorganizaci¨®n del pa¨ªs, por encima de los representantes de otras fuerzas pol¨ªticas de la nueva hora.Tom¨¢s Borge, uno de los fundadores del FSLN y ahora ministro del Interior, es, sin duda, la persona que mejor refleja la impresi¨®n anterior. Es el que m¨¢s se deja ver, quien con m¨¢s frecuencia interviene por radio y televisi¨®n, y es el que m¨¢s actividad p¨²blica despliega.
Las disposiciones oficiales de car¨¢cter militar son m¨¢s numerosas, hasta ahora, que las dem¨¢s. La misma promulgaci¨®n del estatuto de emergencia, por una duraci¨®n de treinta d¨ªas prorrogables, lo prueba. Dicho estatuto supone el desarme de las milicias populares, la vigilancia en las calles y penas para los empresarios y comerciantes que no abran sus negocios y centros de trabajo.
La templanza inicial para con los militares somocistas que no abandonaron el pa¨ªs tras el estruendoso derrumbe del r¨¦gimen ha desaparecido un tanto. El propio Borge declar¨® prisioneros de guerra a dichas personas, aunque est¨¦n reclu¨ªdas en centros de refugio bajo la protecci¨®n de la Cruz Roja.
Como corroborando los temores de las autoridades nicarag¨¹enses, en la noche del martes y la madrugada del mi¨¦rcoles se produjeron en diferentes lugares de Managua enfrentamientos entre francotiradores y patrullas sandinistas de vigilancia.
El silencio de Eden Pastora
En todo este despliegue de lo militar en las primeras horas de la revoluci¨®n nicarag¨¹ense sorprende la ausencia p¨²blica de Eden Pastora, quiz¨¢ el militar sandinista m¨¢s conocido internacionalmente. El Comandante Cero, est¨¢ en Managua y apenas se ha dejado ver.No es un secreto que entre Cero y algunos altos jefes militares del FSLN, sobre todos los m¨¢s antiguos y ortodoxos, existen relaciones poco cordiales. Una de las mayores inc¨®gnitas de la presente situaci¨®n es saber qu¨¦ lugar ocupar¨¢ Pastora en la c¨²spide militar de Nicaragua.
Como a todos los hombres controvertidos, los rumores atribuyenya a Cero extra?¨ªsimos papeles futuros. Uno de ellos, que circula profusamente en medios diplom¨¢ticos, es el de elemento de equilibrio de la revoluci¨®n nicarag¨¹ense, si esta llegara a alcanzar lo que se consideran ?desviaciones peligrosas? en los grandes centros de poder occidentales. Seg¨²n esta teor¨ªa, los servicios secretos estadounidenses utilizar¨ªan a Pastora como instrumento de eliminaci¨®n, f¨ªsica si fuera preciso, de los sectores m¨¢s radicales del sandinismo, aquellos que provocan el temor a una posible cubanizaci¨®n de Nicaragua.
Estas especulaciones no hacen m¨¢s que recoger el clima general de interrogaci¨®n sobre el rumbo pol¨ªtico que va a tomar este pa¨ªs en el futuro. Est¨¢ claro que Tom¨¢s Borge o Mois¨¦s Hassan, dos marxistas ortodoxos, no tienen la misma concepci¨®n del nuevo Estado nicarag¨¹ense que Alfonso Robelo o Joaqu¨ªn Cuadra Chamorro, reformistas moderados, ligados al capitalismo norteamericano desde hace tiempo.
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