Eficacia de las organizaciones populares en la tarea de reconstrucci¨®n nicarag¨¹ense
La importancia que est¨¢n adquiriendo en la nueva hora de Nicaragua las organizaciones populares de base es uno de los aspectos m¨¢s interesantes de esta revoluci¨®n. Por primera vez en muchos a?os, el pueblo est¨¢ administrando sus propios intereses y resolviendo de manera solidaria sus problemas.
En los barrios de Managua han comenzado a funcionar comit¨¦s de defensa civil que act¨²an como ayuntamientos ped¨¢neos. A trav¨¦s de dichos comit¨¦s se canalizan todas las actividades del barrio, desde la evaluaci¨®n de los da?os producidos por la guerra hasta la tramitaci¨®n de permisos y documentos, distribuci¨®n de alimentos, reorganizaci¨®n de las tareas escolares, limpieza de la zona.Estas actividades no son solamente una valiosa ayuda para las tareas de la reconstrucci¨®n, sino que constituyen un precioso instrumento psicol¨®gico para hacer recobrar la ilusi¨®n a quienes m¨¢s sufrieron en la pasada guerra o perdieron sus puestos de trabajo.
Este problema del desempleo es uno de los que m¨¢s preocupaciones est¨¢ causando a las nuevas autoridades nicarag¨¹enses. Sobre todo si se tiene en cuenta que no hay perspectivas de soluci¨®n a corto o medio plazo. Los bombardeos, los saqueos y los incendios destruyeron en todo el pa¨ªs decenas de f¨¢bricas e industrias, centenares de comercios y miles de peque?os negocios.
La actividad estatal en estos primeros meses del nuevo sistema se va a volcar en las obras p¨²blicas, que pueden emplear a un alto n¨²mero de nicarag¨¹enses. La reparaci¨®n de edificios administrativos da?ados, la reconstrucci¨®n de carreteras y la edificaci¨®n de escuelas y viviendas sociales van a recibir un decidido impulso por parte del Gobierno.
Otro sector productivo hacia el que se va a canalizar importante parte de la iniciativa p¨²blica y privada es el agr¨ªcola y ganadero. Quiz¨¢ sea ¨¦ste el que menos ha sufrido las consecuencias de la pasada crisis. Es cierto que se ha perdido, pr¨¢cticamente, la cosecha de este a?o, porque no fue posible hacer a tiempo las correspondientes siembras. Pero tambi¨¦n es un hecho incontestable que las feraces tierras de Nicaragua est¨¢n ah¨ª, intactas. .
Son muchos los que piensan que ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil levantar la quebrada econom¨ªa nacional, sobre todo con la ayuda que el mundo ha prometido, que reorganizar la m¨¢quina administrativa del Estado. El anterior r¨¦gimen dej¨® en absoluto estado de caos este sector de la actividad nacional: documentos destruidos, archivos desaparecidos, funcionarios huidos han dejado las manos pr¨¢cticamente vac¨ªas a las nuevas autoridades, a quienes espera la ingente tarea de comenzar desde cero. Estos inconvenientes se ven agravados por la inexperiencia pol¨ªtica y administrativa de los nuevos gobernantes, que hacen constantes llamamientos para el concurso patri¨®tico de todos los empleados y funcionarios p¨²blicos.
Entre esos llamamientos, el Gobierno trata de hacer regresar a muchos funcionarios p¨²blicos de la Administraci¨®n somocista que abandonaron el pa¨ªs antes de la ca¨ªda del dictador. Muchos de ¨¦stos no tienen m¨¢s responsabilidades que las de haber trabajado al servicio del antiguo Gobierno, y no tienen por qu¨¦ temer ning¨²n tipo de represalia. Por esa misma necesidad de contar con la mayor cantidad posible de brazos, las autoridades nicarag¨¹enses han establecido un severo control de las salidas del pa¨ªs.
Embajada de Espa?a
El secretario de la embajada espa?ola en Managua, Juan Ignacio Alvarez Gortari, habr¨ªa sido destituido por el jefe de la misi¨®n, Pedro de Aristegui, a ra¨ªz de un enfrentamiento provocado por la evacuaci¨®n de Nicaragua de medio centenar de mujeres y ni?os, refugiados en el centro espa?ol de Managua. Al parecer, este embarque, que contaba con el permiso del Ministerio de Defensa, fue efectuado sin el consentimiento del embajador.
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