"Los problemas de ENDESA quedar¨¢n resueltos 1980 y podremos entrar en el campo nuclear"
Pregunta. ?Cu¨¢l es el estado actual de las negociaciones, cara a una eventual asociaci¨®n entre FENOSA y ENDESA?Respuesta. Las negociaciones, iniciadas por deseo de ENDESA, llevan ya dos meses, a lo largo de los cuales se han estudiado b¨¢sicamente una serie de implicaciones t¨¦cnicas que pueden concretarse en el manejo conjunto de los stock de carb¨®n, la transferencia de equipos ya comprados para los grupos IV y V y la gesti¨®n conjunta de las tres unidades de la central de Compostilla objeto de la asociaci¨®n: los grupos IV y V, ya adjudicados a ENDESA, y el VI, autorizado en principio para FENOSA. En estos momentos, las negociaciones se encuentran en una situaci¨®n de impasse, derivada de dos factores distintos: el primero, se refiere a que, como consecuencia del vac¨ªo legal creado por la reforma fiscal, en materia de exenciones para las asociaciones entre empresas, hemos elevado una consulta vinculante al Ministerio de Hacienda, que se ha comprometido a cumplimentarla antes del pr¨®ximo 15 de septiembre. El segundo, derivado del acuerdo en vigor entre ENDESA y el grupo de empresas a las que se vende la energ¨ªa producida por nuestras centrales, que l¨®gicamente se ver¨ªa afectado por el proyecto de asociaci¨®n con FENOSA. Es obvio que el mes de agosto no es el m¨¢s adecuado para solventar estos aspectos. Una vez cumplimentados los dos factores que he se?alado, proceder¨¢ que el Instituto Nacional de Industria considere la procedencia del acuerdo con car¨¢cter definitivo.
P. De alguna manera, la posible asociaci¨®n con FENOSA se plantea como una de las medidas para solventar la grave situaci¨®n financiera que atraviesa en estos momentos ENDESA. ?Es una condici¨®n imprescindible? ?Existen otras alternativas?
R. Yo quisiera, en primer t¨¦rmino, enmarcar el acuerdo con FENOSA dentro del contexto de medidas a adoptar para alcanzar el saneamiento del financiero de ENDESA. Pero me gustar¨ªa analizar tambi¨¦n algunos aspectos, a mi entender positivos, de esta posible asociaci¨®n. En lo que se refiere al primer aspecto, quisiera poner ¨¦nfasis en la gravedad de la situaci¨®n financiera y en el conjunto de medidas arbitradas para solucionarla. Cuando acced¨ª a la presidencia de ENDESA, en el mes de mayo, cerca de 15.000 millones de pesetas del conjunto de necesidades financieras para el presente ejercicio estaban sin concretar; no se sab¨ªa de d¨®nde podr¨ªan obtenerse. Hemos adoptado varias medidas: recortar las inversiones no imprescindibles en 3.200 millones de pesetas y el planteamiento de esa posible asociaci¨®n ENDESA-FENOSA. Otras medidas han ido en aras de mejorar la gesti¨®n e intensificar la b¨²squeda de recursos para garantizar el cumplimiento de las previsiones financieras del ejercicio. Entre ellas, hemos intensificado los esfuerzos para lograr la formalizaci¨®n de los cr¨¦ditos del BCI previstos en la acci¨®n concertada, bien para los grupos que se construyan en colaboraci¨®n con FENOSA, bien para el grupo IV, si la asociaci¨®n no culmina en los pr¨®ximos meses. Tambi¨¦n hemos negociado una serie de cr¨¦ditos-puente en el exterior, para evitar el dep¨®sito obligatorio del 25% en el Banco de Espa?a. En Cuanto a la imprescindibilidad de la asociaci¨®n con FENOSA, yo no quisiera desorbitar su importancia, pero digamos que es algo as¨ª como el 10% o el 20% de la soluci¨®n a nuestros problemas para este a?o y los posteriores.
P. ?Que otras razones pueden apoyar la asociaci¨®n?
R. Entiendo que la asociaci¨®n incrementa las garant¨ªas de cumplimiento de los programas de construcci¨®n de los nuevos grupos de la central, de su puesta en servicio y, en definitiva, puede contribuir a mejorar la efectividad en el sector el¨¦ctrico. De hecho, existen ya varias experiencias de cooperaci¨®n entre sector p¨²blico y privado en este pa¨ªs, como, por ejemplo, la central nuclear de Vandell¨®s, con resultados satisfactorios.
P. Se ha detectado una cierta oposici¨®n al proyecto en determinados estamentos directivos del Instituto Nacional de Industria. ?Tiene usted constancia de ella?
R. Ah¨ª tengo que matizar. Como empresa, ENDESA est¨¢ englobada en el sector de Energ¨ªa del INI, cuyo director gerente depende directamente del presidente del Instituto. Debo decir que, en los dos meses que vienen durando las negociaciones, y ya desde el principio en que, dentro del plan de medidas de saneamiento, se mencion¨® la posible asociaci¨®n con FENOSA, mi relaci¨®n jer¨¢rquica con el Instituto ha estado permanentemente informada y ha dicho que s¨ª a la operaci¨®n conceptualmente, sin perjuicio de que, como en cualquier operaci¨®n de este tipo, una vez elaborada con detalle, deber¨ªa sufrir un escrutinio previo a la formalizaci¨®n por parte del INI. De manera que en cierta medida pienso que, de haber mala opini¨®n respecto de la operaci¨®n, debe estar concretada en algo difuso, como pueda ser el colectivo de funcionarios del Instituto. Precisamente por ser algo difuso y dif¨ªcil de definir, se me antoja problem¨¢tica una discusi¨®n con dicho colectivo. Simplemente puedo decir que me gustar¨ªa saber qu¨¦ personas son las que discrepan, y no s¨¦ si entrar¨ªa dentro del cuadro normal de relaciones INI-empresa el di¨¢logo con esas personas.
P. ?En qu¨¦ medida la operaci¨®n puede alterar el equilibrio sector p¨²blico-sector privado, en el subsector el¨¦ctrico?
R. Creo que, evidentemente, lo afecta de una forma infinitesimal. La nueva fase de la central del Bierzo tendr¨¢ un potencial total de 1.050 Mw. Si ENDESA hiciera sus dos unidades y FENOSA la suya, la participaci¨®n ser¨ªa, respectivamente, del 66% y 33%. Con la asociaci¨®n, pasa a ser del 51 % y 49%, respectivamente. La disminuci¨®n es s¨®lo del 15 %, es decir, unos 150 Mw., que me parece un porcentaje irrelevante.
P. Admitido que una de las razones que aconsejan la asociaci¨®n con FENOSA es la deficiente situaci¨®n financiera de ENDESA, y teniendo en cuenta que la obtenci¨®n de electricidad a partir del carb¨®n est¨¢ reconocida como estrat¨¦gica por el propio Gobierno y la Agencia Internacional de la Energ¨ªa, ?no ser¨ªa m¨¢s l¨®gico que el Gobierno se decidiera a dotar a ENDESA de una estructura de capital m¨¢s adecuada?
R. Obviamente, como presidente de ENDESA , no voy a decir que no me parezca bien que el socio capitalista, que es el Estado, me ayude y participe lo m¨¢s posible. De manera que, en este sentido, debo decir que los recursos propios de ENDESA, que son aproxima damente la mitad de la media de las sociedades el¨¦ctricas privadas, son insuficientes, y me encantar¨ªa que el INI doblara el capital de la sociedad. Asimismo, dado que ENDESA se dedica casi exclusivamente a la obtenci¨®n de electricidad a partir del carb¨®n, no ser¨ªa yo quien se opusiera a cualquier tipo de apoyo y promoci¨®n de la utilizaci¨®n del carb¨®n como combustible energ¨¦tico. Pero tambi¨¦n hay que hacer la observaci¨®n de la econom¨ªa como utilizaci¨®n de recursos escasos. Es decir, comprendo que en una situaci¨®n de crisis profunda como la que tiene la econom¨ªa espa?ola, sea muy dif¨ªcil contar con los recursos necesarios para solventar los diversos temas que se plantean. Se trata, en fin, de un problema de prioridades y, si nosotros estamos en un primer nivel de prioridades no es lo mismo que si estamos en el tercero. No cabe duda que si nuestros problemas se solucionaran por cualquier otra v¨ªa, no ser¨ªa necesaria la asociaci¨®n, pero tampoco conviene dramatizar la operaci¨®n, ni buscarle cinco pies al gato, sobre todo teniendo en cuenta que las circunstancias coyunturales de la econom¨ªa espa?ola no parecen las m¨¢s propicias para hallar otro tipo de v¨ªas, como las que usted apunta
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P. ?En qu¨¦ porcentaje de probabilidad evaluar¨ªa la culminaci¨®n de la asociaci¨®n con FENOSA?R. Me resulta muy dif¨ªcil de evaluar, porque no depende de nosotros. Si dependiera s¨®lo de ENDESA y el INI, yo la defender¨ªa hasta el final, sin prejuzgar la resoluci¨®n final del Instituto, pero lo cierto es que depende de factores externos, como los que se?alaba al principio. Resulta obvio que, si la consulta vinculante que hemos elevado a 14acienda es negativa, la operaci¨®n ser¨¢ pr¨¢cticamente imposible.
P. Yendo a las hip¨®tesis, ?qu¨¦ suceder¨¢ en uno y otro caso?
R. Si se resuelve favorablemente los problemas de ENDESA, quedar¨¢n pr¨¢cticamente resueltos a finales de 1979 y, sobre todo, en 1980, donde alcanzar¨ªamos un equilibrio que nos permitir¨ªa planear nuevas actuaciones, como por ejemplo la entrada en el campo nuclear, cuya fecha no puedo se?alar ahora, pero que no cabe ninguna duda deber¨¢ llegar en alg¨²n momento. Si el acuerdo no se consuma, yo dir¨ªa que los problemas que encontr¨¦ el pasado mes de mayo habr¨ªan disminu¨ªdo un 80%; el pr¨®ximo a?o 1980 nos plantear¨ªa dificultades, pero en ning¨²n caso comparables a las de este a?o. Lo cierto es que, se culmine o no la asociaci¨®n, sobreviviremos.
P. La reciente decisi¨®n de limitar las admisiones de carb¨®n a lo estipulado en contrato preocupa sensiblemente a la cuenca minera del Bierzo. ?Qu¨¦ opciones de futuro presenta ese tema?
R. Creo que dependen de dos cosas: una de ellas ser¨ªa precisamente la asociaci¨®n: en la medida en que nos permitiera sanear nuestro estado financiero y garantizar el avance en la construcci¨®n de nuevas unidades, ser¨ªa previsible que estuvi¨¦ramos en condiciones de incrementar los vol¨²menes de admisi¨®n de carb¨®n. En segundo lugar, depende del desarrollo de la resoluci¨®n del plan energ¨¦tico respecto a la financiaci¨®n de stocks, seg¨²n se decida cubrirlos totalmente o s¨®lo en parte. Pero, de todas formas, yo creo que los problemas de la miner¨ªa del Bierzo son tres: precios, para los que hay que buscar alg¨²n sistema de subvenciones, lo m¨¢s cercano al utilizado por la CECA; financiaci¨®n, en el que se incluye la situaci¨®n de ENDESA,. ya que nuestras deudas a los mineros del Bierzo alcanzan actualmente los 2.000 millones de pesetas, y se hace preciso tambi¨¦n arbitrar una serie de medidas encaminadas a ampliar los mercados potenciales y propiciar el trasvase de carb¨®n entre zonas. Entiendo que est¨¢ por iniciar un importante proceso de reconversi¨®n de utilizaciones industriales de la energ¨ªa, tendiendo al empleo de carb¨®n. Entre ellas, la reconversi¨®n del sector cementero, pasando a la utilizaci¨®n de carb¨®n como combustible en lugar de fuel.
P. Este es, probablemente, un pa¨ªs de etiquetas. La suya es la de enemigo de la empresa p¨²blica?. Al margen de otras consideraciones, lo cierto es que propugna usted un modelo de cooperaci¨®n entre empresas p¨²blicas y privadas en el sector el¨¦ctrico, cuando numerosas voces demandan la nacionalizaci¨®n de la red de alta e incluso de todo el sector el¨¦ctrico.
R. Puede que algunasivoces se eleven en tal sentido, pero la posici¨®n del Gobierno y de UCD es precisamente contraria a esa idea. Personalmente, me opongo a la nacionalizaci¨®n de la red de alta tensi¨®n, porque me parece una medida descafeinada, adoptada como para nacionalizar algo. Por otra parte, yo creo que la integraci¨®n vertical de la actividad del subsector el¨¦ctrico es efectiva y conveniente. En cuanto a la nacionalizaci¨®n total de las empresas el¨¦ctricas, soy opuesto. Considero que el aut¨¦ntico tema es regular una actividad que constituye un servicio p¨²blico de primera magnitud. Y esa regulaci¨®n deber¨¢ tener en cuenta lo que yo considero fundamental: canalizar el ahorro de esos miles de peque?os inversores hacia un sector en el que es necesario cubrir unas necesidades b¨¢sicas de servicio a la colectividad. Esta es mi opini¨®n, que, por lo dem¨¢s, no me parece en absoluto incompatible con esa etiqueta de liberal que se me atribuye y que corresponde exactamente a la realidad.
P. ?Qu¨¦ supone exactamente para un liberal estar en UCD y pyesidir una empresa p¨²blica?
R. Yo me siento un aut¨¦ntico liberal que tiene cabida en UCD porque se autodefine como partido de amplio espectro. Mi concepci¨®n liberal se centra en un sentido progresista en lo social y realista en el manejo de los factores econ¨®micos. Mi puesto en ENDESA tiene, por otra parte, dos componentes: una pol¨ªtica y otra empresarial. Componente pol¨ªtica porque es obviamente el Gobierno el que me ha encargado ocupar esta responsabilidad. Lo que,no me parece mal, puesto que es el Gobierno el que debe responder y responsabilizarse del funcionamiento del sector p¨²blico, y es l¨®gico que coloque al frente de sus empresas a sus hombres; ¨¦ste, o cualquier otro Gobierno que le suceda democr¨¢ticamente. Pero tambi¨¦n tiene una componente empresarial, en la que, por supuesto, no veo ninguna contradicci¨®n. Quiero decir que yo me considero a gusto, atra¨ªdo y demasiado entretenido dir¨ªa a veces, en lograr que esta empresa sea eficaz, porque creo que la empresa, p¨²blica o no, debe ser eficaz por encima de todo. A fin de cuentas, me muevo por convicciones -pol¨ªticas y empresariales-, y resulta que el hacerlo origina contestaciones, lo que me parece forma parte de las reglas del juego. Y yo las acepto.
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