Los festivales de m¨²sica, y folklore se afianzan en Galicia

A juzgar por las apariencias, los festivales de m¨²sica podr¨ªan afianzarse en pocos a?os tambi¨¦n en Galicia. Se est¨¢ pasando ahora mismo de una etapa anterior, que estuvo cargada de horterismo festivalero espont¨¢neo y pachanguero (festivales de Orense, el m¨¢s importante, y otros), a un nuevo per¨ªodo en el que ya empiezan a descollar varias iniciativas.

Mientras los festivales de antes se hac¨ªan con el ¨²nico prop¨®sito de conseguir que el nombre de una ciudad o de una villa obtuviera la publicidad tur¨ªstica que los tiempos demandaban, sin importar nada o casi nada que el p¨²blico escuchara buena o mala m¨²sica, y mucho menos que escuchara la m¨²sica que no estaba a su alcance por los canales habituales, ahora las iniciativas se producen en mayor profundidad y con la voluntad investigadora m¨ªnima que necesitan para su enraizamiento cultural y social.El ejemplo m¨¢s logrado est¨¢ en el Festival del Mundo Celta de Santa Marta de Ortigueira, cuya segunda edici¨®n se celebr¨® durante los d¨ªas 19, 20 y 21 de julio. Se da la circunstancia de que en una villa de 1.800 habitantes ha surgido, de la mano del maestro de escuela, experto gaitero, Xavier Garrote, toda una escuela de gaitas, la Escola de Gaitas de Ortigueira, que, en poco m¨¢s de dos a?os, hizo posible uno de los festivales m¨¢s logrados que sirven para exponer la m¨²sica celta.

De los fallos organizativos y las improvisaciones del a?o pasado, Ortigueira pas¨®, en 1979, a dar muestra ya de un festival meditado, de alto nivel folkl¨®rico y musical, a pesar de algunas ortodoxias que produjeron varios roces con la concurrencia.

La presencia de catorce grupos de m¨²sica y de danza durante tres d¨ªas, procedentes de Galicia, Escocia, Pa¨ªs de Gales, Breta?a e Irlanda, se complet¨® con la exposici¨®n simult¨¢nea de instrumentos musicales (zanfo?as, charrascos, gaitas afinadas en diferentes tonalidades, panderetas, tamboriles, etc¨¦tera) y de bibliograf¨ªa sobre la cultura gallega y el mundo celta.

M¨²sica y pueblo

Lo verdaderamente positivo de Ortigueira-79 estuvo en que m¨¢s de 15.000 personas escucharon la buena m¨²sica folkl¨®rica de grupos como The Boys of the Lake (Irlanda), Cromlech (Gales), The Chlutha (Escocia), Milladoiro, Emilio Cao, o escucharon y presenciaron los hermosos bailes de Cowhie Irish Dance Group, especial¨ªsima atracci¨®n del festival, o de Kevren Brest St. Marc.

Robert Loquet, director de este ¨²ltimo grupo de la Breta?a francesa, destac¨® a EL PAIS su opini¨®n de que ?Ortigueira es una magn¨ªfica muestra de festival folkl¨®rico, porque aqu¨ª, m¨²sica y pueblo, llegan a fundirse verdaderamente en una comuni¨®n magn¨ªfica y masiva important¨ªsima?.

De los grupos gallegos, la mejor actuaci¨®n correspondi¨® al grupo Milladoiro, que hizo una aut¨¦ntica demostraci¨®n de su actual voluntad de investigar en las formas musicales y en los instrumentos aut¨®ctonos. Emilio Cao, aun qued¨¢ndose un poco m¨¢s atr¨¢s que Milladoiro, y tal vez demasiado obsesionado por las v¨ªas artificiosas de llegar al p¨²blico a trav¨¦s de escenograf¨ªas que no cuadraron totalmente con el festival, mostr¨® tambi¨¦n que en Galicia empieza a hacerse m¨²sica seriamente. Desgraciadamente, no es el mismo caso el del grupo Xocaloma, participante tambi¨¦n en Ortigueira, que llev¨® al festival el ejemplo de que no es suficiente cantar en gallego o tocar la gaita para hacer aut¨¦ntico folklore gallego actual. Xocaloma es m¨¢s bien la versi¨®n gallega de tantos grupos televisivos que anduvieron y andan por el panorama espa?ol de la m¨²sica moderna.

Festivales de Viveiro y Arosa

El segundo festival gallego de este a?o, antes hubo otro en Pontevedra parecido al de Ortigueira, pero con menor representatividad, se celebr¨® el pasado fin de semana en Viveiro (Lugo), bajo la convocatoria de Veinte Horas de M¨²sica y Amor al Aire Libre. En realidad, todo lo que tuvo de ¨¦xito Ortigueira lo tuvo de fracaso el rock-foIk de Viveiro. ?Es penoso reconocerlo, pero esto es un desastre?, dijo su organizador, Alfonso Regal, al cabo de las veinte horas, en las que poco m¨¢s hubo que eso, demasiadas horas para tan poco rollo. S¨®lo la figura de Miguel R¨ªos logr¨® encandilar parcialmente a los 4.000 participantes, precedido por las actuaciones de Carlos Marb¨¢, Alkitr¨¢n, Hellium, Azulejo, Blancanieves, Pasarela, Tebras y Charol. A los gallegos (Pilocha, Bibiano o Carro) les fue a¨²n menos gente al d¨ªa siguiente.

El mismo d¨ªa, en la isla de Arosa, en el otro extremo de Galicia, otro festival de foIk gallego atraer¨ªa a unas 10.000 personas.