Un graduado en Psicolog¨ªa Criminal trata de evitar la silla el¨¦ctrica en EEUU
Theodore Bundy, de quien la polic¨ªa sospecha que mat¨® a cuarenta j¨®venes a lo largo y ancho de Estados Unidos, se embarc¨® ayer en una batalla legal para evitar la silla el¨¦ctrica. Bundy (32 a?os), graduado con matr¨ªcula de honor en Psicolog¨ªa Criminal, fue condenado el martes a morir en la silla el¨¦ctrica, pena capital en el estado de Florida, por los brutales asesinatos de dos estudiantes cuando dorm¨ªan en una residencia estudiantil de la Universidad del estado de Florida, en Tallahassee.
Bundy fue declarado culpable de los cargos que se le imputaban, tras un juicio de un mes de duraci¨®n, partes del cual fueron transmitidas por televisi¨®n. Particularmente perjudicial para su defensa fueron las pruebas que vinculaban la impresi¨®n de sus dientes con las se?ales de mordiscos que aparec¨ªan en las posaderas de una de las v¨ªctimas.Bundy insisti¨® en que era inocente y declar¨® ante el tribunal que ?no pido clemencia, porque me parece absurdo pedir clemencia por un delito que no comet¨ª?.
El juez del tribunal del distrito, Edward Cowart, impuso la pena de muerte despu¨¦s de que el jurado, compuesto por siete hombres y cinco mujeres, lo recomendara as¨ª.
?Para este tribunal constituye una tragedia asistir a este total desperdicio de humanidad, como he experimentado en esta sala?, dijo el juez, dirigi¨¦ndose a Bundy, que en tiempos fue estudiante de Derecho y tom¨® parte activa en su propia defensa.
?Eres un joven inteligente. Hubieras sido un buen abogado. Me hubiera encantado verte ejercer el Derecho ante nosotros. Pero, amigo, tomaste otro camino.?
Bundy, que en una ocasi¨®n escribi¨® un folleto en el que aconsejaba a las mujeres c¨®mo protegerse contra la violaci¨®n, fue declarado culpable de forzar su entrada en el campus de la Universidad estatal de Florida y matar a Margaret Bowman (21 a?os) y Lisa Levy (20). Tambi¨¦n result¨® convicto de tres intentos de asesinato en la misma universidad.
El juez Cowart dijo que el asesinato de la se?orita Bowman fue ?depravado, vil, perverso y atroz?.
El caso de Bundy pasar¨¢ autom¨¢ticamente al Tribunal Supremo de Florida para ser revisado, ya que se trata de la pena capital. Florida, uno de los pocos estados capaces de hacer cumplir la sentencia, ejecut¨® hace dos meses a un asesino convicto.
El propio Bundy insinu¨® la posible base de apelaci¨®n que utilizar¨¢, al quejarse de que no tuvo abogados defensores eficaces. Durante el juicio, el inculpado discuti¨® con sus cinco abogados, cuatro de los cuales eran asesores legales p¨²blicos de Tallahassee. Uno de ellos dimiti¨® diciendo que Bundy ten¨ªa un problema mental. El juez se neg¨® a permitir que Bundy despidiera a otro.
Bundy tambi¨¦n se enfrenta a otra batalla legal el pr¨®ximo 17 de septiembre, fecha en que deber¨¢ comparecer ajuicio en Lake City, en el norte de Florida, por el supuesto delito de asesinato de una ni?a de doce a?os.
El ministerio fiscal ha declarado que seguir¨¢ adelante con el juicio, pese al veredicto condenatorio y sentencia de muerte pronunciadas en Miami, pero no est¨¢ claro qu¨¦ ocurrir¨¢ en otros casos pendientes contra Bundy.
Theodore Bundy, antiguo boy scout, militante del Partido Republicano y morm¨®n converso, procede de una familia s¨®lida de clase media, con ra¨ªces en la zona noroeste de la costa del Pac¨ªfico.
Pero la polic¨ªa sospecha que ha dado muerte al menos a veinte mujeres en y alrededor de universidades de Oreg¨®n y Washington. Muchas de las v¨ªctimas ten¨ªan se?ales de mordiscos.
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