La falta de mercado y la imposibilidad de repercutir aumentos de costes, limitan los beneficios empresariales
M¨¢s que inquietudes pol¨ªticas son razones econ¨®micas de falta de mercados y de capacidad para ajustar precios y costes las causas de la falta de inversiones y des¨¢nimo empresarial, seg¨²n una encuesta realizada por el Banco de Vizcaya recientemente entre una peque?a aunque representativa muestra de empresas espa?olas de distintos sectores de la actividad.
La encuesta se realiz¨® en dos fases, sin que se dejaran notar discrepancias importantes entre una y otra. A lo largo de los ocho cuadros que resumimos se refleja el estado de ¨¢nimo y el an¨¢lisis que efect¨²an los empresarios sobre la situaci¨®n actual, as¨ª como algunas de las caracter¨ªsticas espec¨ªficas de la estructura de las empresas.
Dependencia financiera
En el cuadro primero se refleja la situaci¨®n t¨ªpica de la estructura de las empresas financieras espa?olas, basadas en un fuerte endeudamiento comparable solamente al de las empresas italianas, japonesas y noruegas. En s¨ª, este sistema no puede juzgarse positivo o negativo, ya que tiene diversos efectos seg¨²n el tipo de desarrollo, de empresa y de coyuntura. Los efectos se notan al medir el fen¨®meno en cuanto a la rentabilidad de la empresa. Si el coste de la deuda se cubre y supera con el rendimiento de la sociedad, y m¨¢s deuda significa m¨¢s beneficio, el proceso es saludable. Si, por el contrario, con mayor endeudamiento aumentan las p¨¦rdidas, la situaci¨®n es claramente negativa. Adem¨¢s, el aumento del endeudamiento condiciona las necesidades de liquidez de la empresa, ya que habr¨¢ que satisfacer en plazo y cantidad los intereses y principal del cr¨¦dito, lo cual es un elemento m¨¢s de previsi¨®n e incertidumbre.Realmente, en nuestro pa¨ªs la formaci¨®n de la estructura financiera de las empresas no ha sido algo buscado, sino un fen¨®meno que se ha producido m¨¢s por generaci¨®n espont¨¢nea que por voluntad de los sujetos econ¨®micos. La encuesta refleja una estructura de recursos propios/ajenos del 40:60, que en otras ¨¦pocas ha podido ser del 30:70. En el cap¨ªtulo de fondos propios, la muestra de la encuesta manifiesta m¨¢s de un 10% procedente de regularizaciones, aspecto este que cada d¨ªa es m¨¢s importante con los ritmos de inflaci¨®n que padecemos.
Para concluir, y a la vista de los otros datos obtenidos en la encuesta, parece que en estos momentos el aumento del endeudamiento de las empresas no genera mayores beneficios, sino todo lo contrario. Los precios del dinero en los dos ¨²ltimos a?os se han multiplicado de forma sustancial, lo cual pone en cuesti¨®n el esquema espa?ol de inversi¨®n en base a fondos ajenos, sobre todo en una etapa de crisis y de reducida actividad.
Esta situaci¨®n queda reflejada de alguna forma en el cuadro n¨²mero 2. La mayor parte de las empresas se?alan que sus beneficios fueron en 1978 menores a los de 1977, y eso que ese a?o no fue tampoco de los calificados como buenos. El avance de datos de la contabilidad nacional para 1978 facilitado hace unos d¨ªas por el Instituto de Estad¨ªstica pone de relieve un cierto aumento de los excedentes empresariales que parece que se ha dedicado a mayores amortizaciones y provisiones de reservas para las empresas que repercute en una mejora de su equilibrio financiero interno.
Ausencia de mercado y aumento de costes
A la vista de la tendencia de los beneficios, la encuesta planteaba las causas de la ca¨ªda de los mismos. Las respuestas ponen de manifiesto el criterio cada vez m¨¢s extendido de que los mecanismos rigurosos de control de precios no suelen tener una gran influencia real en la formaci¨®n de los mismos. La mayor parte de los encuestados achacan a la imposibilidad de trasladar costes a precios por razones de mercado la limitaci¨®n o ausencia de beneficios. A continuaci¨®n, la ca¨ªda de las ventas es el factor clave, y con mucha menor importancia o fuerza se sit¨²a el control de precios. En cuanto al aumento de los costes, se confirma la idea ya muy extendida de que son los costes salariales, especialmente desde 1974, y los financieros, desde 1977, los factores claves de la crisis empresarial.El cuadro n¨²mero 4 refleja el proceso de aton¨ªa inversora, aunque un porcentaje calificado de encuestados esperan realizar este a?o m¨¢s inversi¨®n que el pasado No hay que olvidar que el pasado fue tan baja que superar las inversiones realizadas entonces no constituye ning¨²n esfuerzo encomiable ni cambio de tendencia a tomar en consideraci¨®n. El tema se aclara con el cuadro n¨²mero 6, que pone de relieve que los aumentos de inversi¨®n se centrar¨¢n b¨¢sicamente en reemplazamiento o sustituci¨®n de capacidad de producci¨®n, que queda obsoleta, as¨ª como la reducci¨®n de costes salariales u operativos.
Inquietud por la econom¨ªa
En el cuadro n¨²mero 6 se reflejan los resultados de las respuestas a preguntas sobre las razones que justifican la aton¨ªa inversora.En primer lugar destaca en la referencia al entorno de la inversi¨®n la mayor importancia dada por los empresarios a las incertidumbres sobre los par¨¢metros econ¨®micos b¨¢sicos frente a los aspectos de conflictividad laboral o situaci¨®n pol¨ªtica.
En lo que hace referencia a la rentabilidad de la inversi¨®n, las dudas se centran, como en cuestiones anteriores, en el problema de la falta de mercado y en los costes. Finalmente, aparece la incidencia de los temas financieros, tambi¨¦n calibrada en la encuesta (cuadro n¨²mero 7). El coste del dinero influye en las decisiones de invertir de manera creciente, aunque no de forma decisiva. En el cuadro n¨²mero 7 se refleja la medida de respuestas en cuanto al coste de la financiaci¨®n de las empresas encuestadas al comienzo del a?o. No hay que olvidar al se?alar estos datos los ¨ªndices de inflaci¨®n que limitan la incidencia de los costes financieros y la posibilidad de deducir ¨¦stos en el impuesto de sociedades.
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