Leizaola: "Las causas de la violencia en Euskadi han desaparecido"

Pregunta. De entrada, se?or Leizaola, ya sabe que ayer dos supuestos militantes de ETA fueron v¨ªctimas de un grave atentado en Anglet. ?Qu¨¦ piensa de las acciones que se suceden en Euskadi norte contra los refugiados vascos?Respuesta. Es muy aventurado responder a esa pregunta. No me atrevo a atribuir estas muertes a nadie, ni en el interior de Espa?a, ni en el exterior. El misterio que rodea a dichas muertes es una de las consecuencias de la clandestinidad, de no tener l¨ªderes visibles.

P. ?Qu¨¦ piensa usted de ETA?

R. Pienso lo que me dice la experiencia. Hace veinte a?os, cuando se cre¨® el movimiento, nos pusimos en contacto y lo primero que les dije fue que no se le puede conceder beligerancia a un grupo pol¨ªtico que no tiene vida p¨²blica. Por lo dem¨¢s, quienes integraban ETA entonces eran personas a quienes conoc¨ªa y, en este aspecto, todo me pareci¨® bien. Pero, como les advert¨ª, en veinte a?os se han dividido, descompuesto, y han pasado de un idearlo a otro. El mayo del 68 franc¨¦s fue quien determin¨® el giro de ETA hacia la violencia contra las personas. Y hoy, para ellos, el nacionalismo vasco est¨¢ en la penumbra. La continuaci¨®n de la lucha armada la justifican con la defensa del proletariado. Mire usted, a prop¨®sito de esto ¨²ltimo, uno de los fundadores de ETA me dec¨ªa entonces: ??C¨®mo vamos a afirmar que Espa?a nos explota, si los grandes negocios espa?oles son propiedad de los vascos??

P. Sin embargo, ETA asegura que su lucha la justifica el apoyo del pueblo vasco, y aseguran que abandonar¨¢n la lucha el d¨ªa que les falte este apoyo.

R. No est¨¢n apoyados por el pueblo. El voto en su favor, en las elecciones, fue sentimental. Y la lucha terminar¨¢ con la aplicaci¨®n del Estatuto de Autonom¨ªa, aunque no de manera inmediata. Har¨¢ falta un tiempo, sin duda.

P. ?Tiene miedo de que un d¨ªa ETA lo castigue?

R. Si as¨ª fuere, ?qu¨¦ le vamos a hacer?

P. A prop¨®sito del Estatuto de Guernica: ?c¨®mo lo aprecia usted?

R. El Estatuto elaborado re¨²ne las condiciones suficientes para instaurar una paz duradera en Euskadi. Yo lo tomo tal como se ha redactado y si tuviese veinte a?os lo aceptar¨ªa igualmente. Y lo que me propongo hacer precisamente es convencer de lo mismo a los que hoy tienen veinte a?os.

P. Pero no faltan quienes afirman que el PNV no representa m¨¢s que a los acomodados y caducos.

R. A ¨¦sos les Invito a mirar las fotograf¨ªas de las manifestaciones.

P. ?C¨®mo analiza usted el problema de Navarra?

R. Ese problema tienen que resolverlo los navarros. Y no es cierto, como dicen algunos, que existe un imperialismo vasco sobre Navarra. Yo, por lo que me concierne personalmente, estimo que Navarra debe formar parte de Euskadi, porque les interesa a los navarros.

P. El Estatuto, para no pocos nacionalistas, cierrra las puertas a la eventual independencia de Euskadi. ?Qu¨¦ piensa usted?

R. La cuesti¨®n de la independencia no se plantea. Ya s¨¦ que algunos la plantean hoy. El mundo evoluciona constantemente y ya se ver¨¢ lo que dice el futuro. Yo estoy construyendo algo para el tiempo inmediato, pero no para siempre, y esto, teniendo en cuenta a Espa?a y a Europa.

P. ?Estima usted que el Estatuto de Autonom¨ªa conseguido se debe a la lucha de ETA?

R. Eso es mucho preguntar. No s¨¦, no es posible responder a esa pregunta.

P. Dos a?os despu¨¦s, usted va a seguir la misma trayectoria que el se?or Tarradellas. ?No cree que se han perdido esos dos a?os y, dado el encono de la situaci¨®n, pueden ser fatales?

R. Es cierto que se han perdido dos a?os, pero son recuperables. Por lo dem¨¢s, Tarradellas es muy buen amigo m¨ªo, pero yo no lo imitar¨¦. Tengo m¨¢s edad que ¨¦l y lo ¨²nico que har¨¦ ser¨¢ entregar el poder inmediatamente para que lo ejerzan los dem¨¢s. Mi misi¨®n consiste ¨²nicamente en intentar que nadie se pegue en Euskadi y que los vascos no peguen a nadie. Y sobre este punto estoy convencido de que la violencia se acabar¨¢. La violencia en Euskadi es un estado febril y hay que tratarlo como una enfermedad. Para m¨ª, con la amnist¨ªa y el Estatuto, las causas esenciales de esta enfermedad han desaparecido. Todo lo dem¨¢s tambi¨¦n desaparecer¨¢.

P. Usted ha conocido los dos PNV, el de antes de la guerra civil y el de hoy. ?Qu¨¦ diferencias existen entre ambos?

R. Son iguales. Es decir, entonces el PNV era m¨¢s tradicionalista, porque estaba influido por corrientes italianas. Lo eclesi¨¢stico favorec¨ªa la penetraci¨®n de esas ideas en Euskadi. Hoy, el PNV tiene m¨¢s experiencia, ha vivido dos guerras mundiales, la ca¨ªda de la Monarqu¨ªa, la evoluci¨®n del mundo y de Europa, hasta llegar a esta sociedad impregnada por la industrializaci¨®n y todo lo que ello implica.

P. ?Existe un problema vasco franc¨¦s y, paralelamente, entiende usted que la unificaci¨®n de las dos Euskadis es veros¨ªmil?

R. No existe un problema vasco franc¨¦s equiparable al espa?ol, al menos no se manifiesta de manera tan aguda. Y la unificaci¨®n no es un problema de hoy. Habr¨¢ que ver c¨®mo se plantean ellos en el futuro. Lo posible ya ser¨¢ avanzar conjuntamente en el plano cultural.

P. ?C¨®mo valora su trayectoria vital, al cabo de estos cuarenta a?os largos de exilio?

R. Como un ¨¦xito. En el plano personal, porque mis seis hijos ya est¨¢n casados y viven su vida. En el plano pol¨ªtico, porque se ha vencido al verdadero enemigo, que fue Hitler y todo lo que ¨¦l gener¨®.

P. ?No piensa usted que tambi¨¦n han vencido al centralismo madrile?o?

R. Yo digo que se ha vencido al totalitarismo. La nacionalidad est¨¢ ligada a la lucha contra el totalitarismo, es decir, a la lucha por los derechos del hombre. Nuestro nacionalismo era la defensa de los pueblos.

P. ?Cu¨¢ndo retornar¨¢ definitivamente?

R. Para el mes de octubre espero llegar a Euskadi e instalarme cerca de San Sebasti¨¢n; pero, repito, no voy a ejercer el poder.