Espa?a, en la Conferencia de La Habana

?( ... ) ?Razones en contra que han movido a alg¨²n colega a mostrar sus reservas a la participaci¨®n espa?ola? Que Espa?a no es pa¨ªs tercermundista. Por eso, decimos nosotros, no se integra en el bloque que convoca la conferencia; por eso es un pa¨ªs invitado, lo cual significa que no se prejuzga ni se condiciona nuestra pol¨ªtica exterior para el futuro, cosa que de alguna manera ocurrir¨ªa si Espa?a fuera observadora. ?Que no participa ni de la ideolog¨ªa ni de la l¨ªnea pol¨ªtica del pa¨ªs sede de la reuni¨®n y anfitri¨®n? Ya lo sabemos. Pero -no conviene olvidarlo- se trata de Cuba, pa¨ªs con el que siempre, incluso en los momentos m¨¢s sectarios de su r¨¦gimen, hemos mantenido un puente de fraternidad; se trata de Cuba, recientemente visitada por el presidente del Gobierno espa?ol y que en un plazo, suponemos que breve, va a enviar a su primer ministro en visita oficial a Espa?a. ?Que Espa?a ha optado, por boca y programa del partido en el Gobierno, por un camino claramente occidental, con objetivos como el Mercado Com¨²n y la OTAN? Cierto; pero ni nuestros representantes en La Habana van a desdibujar con su presencia tales opciones ni, por otra parte, estamos formalmente comprometidos con acuerdos definitivos.Hay, en cambio, buenas razones para aceptar la invitaci¨®n. Vamos a fijamos s¨®lo en dos. La primera se centra en el hecho de que en la reuni¨®n de La Habana van a estar pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses de habla hispana, bien como miembros de la conferencia, bien como observadores. No estar presentes cuando se nos ha invitado ser¨ªa renunciar a ejercer un liderazgo moral casi un¨¢nimemente reconocido por estos pa¨ªses con motivo de los viajes del Rey a Hispanoam¨¦rica.

La segunda raz¨®n es de estrategia. Espa?a, en su nueva etapa, despierta no s¨®lo curiosidad, sino incluso admiraci¨®n en casi todos los pa¨ªses, y de modo especial, en los del Tercer Mundo. Nuestra presencia informal en Cuba nos puede permitir ahondar en unas relaciones que durante muchos a?os, y en raz¨®n de nuestro r¨¦gimen pol¨ªtico, eran impensables. Por eso nos parece bien que el Gobierno haya aceptado estar representado en La Habana los d¨ªas 2 y 3 del pr¨®ximo septiembre.

19 de agosto