Espa?a y la Conferencia de La Habana

?( ... ) ?Qu¨¦ se nos ha perdido en la reuni¨®n de Cuba, al lado de los llamados "no alineados", pero de clara tendencia mayoritaria prosovi¨¦tica -alegan los primeros-, si oficialmente el Gobierno ha expresado reiteradamente su deseo de ingresar en la NATO o Alianza Atl¨¢ntica??No es una demostraci¨®n de falta de una pol¨ªtica exterior congruente y de que se decide sobre la marcha y con oportunismo el que un Gobierno de un partido que recogi¨® b¨¢sicamente el voto de centro-derecha se coloque as¨ª, de pronto, en la l¨ªnea de los "no alineados", claramente cr¨ªticos respecto de Estados Unidos, con los cuales tenemos vigentes unos importantes acuerdos de ayuda y defensa mutuas?

La respuesta a ambas-acusaciones, que en el fondo tiene su l¨®gica, podr¨ªa estar en que la agrupaci¨®n de pa¨ªses "no alineados", en cuyo movimiento est¨¢n 93 naciones de Am¨¦rica Latina, Asia y Africa, principalmente, es demasiado importante como para desconocerla. De otro lado, nuestras vinculaciones raciales, hist¨®ricas y de intereses personales y materiales con las naciones hispanoamericanas integradas en dicha agrupaci¨®n son lo suficientemente fuertes y entra?ables como para no ponernos de espaldas a dicho movimiento.

Por otra parte, la t¨¢ctica mejor para evitar que ¨¦ste vaya inclin¨¢ndose cada vez m¨¢s, y de forma quiz¨¢ irreversible, hacia la ¨®rbita de influencia sovi¨¦tica, no es precisamente desentendi¨¦ndose de los problemas y reivindicaciones de estos pa¨ªses, sino con una postura de comprensi¨®n, acercamiento y ayuda. Y, por ¨²ltimo, conviene subrayar que nuestra presencia en la reuni¨®n de La Habana no pasar¨¢ de la simple condici¨®n de "pa¨ªs observador" y que el nivel de la representaci¨®n espa?ola se limitar¨¢ a la de una secretar¨ªa de Estado. El gesto, por tanto, no es tan "audaz" como podr¨ªa parecer.

19 de agosto