Se?ora Telef¨®nica...
Le ruego reproduzca en su peri¨®dico esta carta dirigida a:Telef¨®nica Nacional de Espa?a
Negociado de Ventas (solicitudes) R¨ªos Rosas, 26. Madrid
Mi lejana se?ora:
Tengo desde el d¨ªa 26 de abril de 1977 una cartulina suya -ya descolorida y maltrecha- cuyo texto es el siguiente:
? Muy se?or nuestro. Nos complace acusar recibo de su estimada solicitud para la instalaci¨®n de una l¨ªnea telef¨®nica, particip¨¢ndole que con esta fecha hemos procedido a su anotaci¨®n.
Tan pronto como sea posible atender dicha petici¨®n, con mucho gusto se lo comunicaremos para formalizar el correspondiente contrato de abono.
D¨¢ndole las gracias, le saluda atentamente... delegado provincial.?
Como el tiempo todo lo destruye, todo lo posterga, todo lo hace relativo, he pensado que -tal vez- mi petici¨®n anterior a su acuse de recibo pudiera haber cogido una enfermedad grave, o est¨¦ a¨²n detenida por esto del cambio de r¨¦gimen... o est¨¦ en crisis.... o forme parte de un estudio de anteproyecto que, desde la C¨¢mara alta, tenga que seguir el itinerario del Congreso, fuerzas sindicales, Parlamento, etc¨¦tera.
La pido, se?ora Telef¨®nica, que tenga en cuenta un admirador m¨¢s..., que me eche un ?cable? para que pueda hacer part¨ªcipe de la comunicaci¨®n a distancia a mi aburrimiento o a mi euforia... Es cierto que no tengo ninguna ?Matilde? -¨ªntima o familiar-; as¨ª que estese completamente segura de mis apasionadas intenciones hacia usted.
Es muy triste estar aislado, sin o¨ªr ese melodioso timbrecito que nos llena de ilusiones o de alarma el coraz¨®n... Poder escuchar una voz amiga que te invita a gambas a la plancha... O poderle decir a un pelmazo que no venga a casa a damos la ?paliza?...
... Cientos de cosas m¨¢gicas o prosaicas que, gracias al dichoso aparatito, pueden hacernos en un momento dado felices o enfurru?ados con la vida esta.
Mi lejana y so?ada se?ora... ?S¨¢lgase usted tambi¨¦n del molde marcado..., de los exactos y r¨ªgidos n¨²meros! ?Ser¨ªa posible una soluci¨®n po¨¦tica -dentro de lo pr¨¢ctico- a mi demanda?
... Comprendo lo fuerte que ser¨¢ para usted, se?ora, el emprender una aventura de este tipo conmigo -pobre diablo desconocido-, pero -la deseo tanto!.... que sue?o llegar con usted a sus ¨²ltimas consecuencias: el nacimiento de un peque?o tel¨¦fono..., ?un telefonito de los dos, suyo y m¨ªo, al que llamar¨ªanos Ring-Ring! ?Qu¨¦ felicidad entonces...!
Se?ora: hacerle esta declaraci¨®n espont¨¢nea es un poco como memoria de mis infantiles tiempos, cuando les ped¨ªa a los Magos de Oriente tantos caprichitos...
Con ese mismo esp¨ªritu y rog¨¢ndola disculpe la forma de requerir sus favores, lo saluda !desconsoladamente!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.