El cine sovi¨¦tico celebra su sesenta aniversario a?orando la "gran ¨¦poca"

El cine sovi¨¦tico celebr¨® el pasado 27 de agosto el sesenta aniversario desde que Lenin firm¨® el decreto por el cual se nacionalizaba esta industria, que a lo largo de estos a?os se ha seguido conociendo por sus cineastas de la llamada gran ¨¦poca, entre los que Eisenstein es el director que ha logrado una fama superior.A partir de entonces, la cr¨ªtica occidental reprocha a las producciones sovi¨¦ticas el que se hayan limitado a menudo a las haza?as de los ej¨¦rcitos sovi¨¦ticos durante la segunda guerra mundial o a la heroica vida de los campesinos en las tierras v¨ªrgenes del centro de Asia.

Entre los mejores directores actuales est¨¢n Serguei Paradjanov y Andrei Tarkovsky, que son considerados como inconformistas y sufren la presi¨®n de la censura. Despu¨¦s de su liberaci¨®n de un campo de trabajo, para cumplir una condena de tres a?os por homosexualidad, Paradjanov no ha tenido posibilidades de reanudar su carrera.

Andrei Tarkovsky, realizador de Andrei Robublev, no ha obtenido autorizaci¨®n para la proyecci¨®n de su ¨²ltima pel¨ªcula, Stalker, y su filme anterior, El espejo, ha sido exhibido en cine-clubs. Su aislamiento en el seno de la Uni¨®n de Cineastas se ha intensificado ¨²ltimamente, a ra¨ªz de los ataques de algunos de sus colegas, que le acusan de hermetismo.

El g¨¦nero epopeya ha permitido a Siberiada, de Andrei Mikhalkov-Kontchalovsky, ser galardonado en el ¨²ltimo Festival de Cannes, pero se perfila una tendencia a la descripci¨®n de la vida cotidiana entre numerosos directores. La pel¨ªcula de Nikita Mikhalkov, hermano de Andrei, Cinco veladas se caracteriza por una atm¨®sfera intimista y de recuerdos impregnados de nostalgia.

Por haber descrito en Ci¨¦naga el tr¨¢gico destino de una madre que oculta a su hijo, al que hace desertor durante la segunda guerra mundial, Grigori Tchoukhrai ha sido recriminado, por la prensa del Ej¨¦rcito, por ignorar la ?heroica realidad? del pueblo sovi¨¦tico.

El peso de la censura no ha decrecido, si bien los espectadores occidentales han podido apreciar en los ¨²ltimos a?os pel¨ªculas como Premia, de Serguei Mikhaelian, en la que se recoge la protesta de un grupo de obreros por caducos m¨¦todos de gesti¨®n. Pero este g¨¦nero est¨¢ destinado a mostrar lo que debe ser la moral socialista y no a criticar aspectos de la vida sovi¨¦tica.

Ausencia de la realidad

La cinematograf¨ªa sovi¨¦tica se encuentra muy desfasada en temas de actualidad, y sus directores lo reconocen. Sin embargo, en la URSS existe cine pol¨ªtico: Los centauros, gran premio del Festival de Cine Sovi¨¦tico de 1979, en Achkhabad, evoca el golpe de Estado en Chile.No obstante, esta tendencia del cine s¨®lo se advierte en temas extranjeros, dadoq ue los problemas internos no pueden ser objeto de un enfoque ?ideol¨®gicamente sano ?.

Aparte de los directores rusos, s¨®lo los georgianos y, en menor medida, los b¨¢lticos presentan un honroso nivel.