Entre centralismo e independentismon no hay t¨¦rmino medio en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s
En el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, al contrario de lo que sucede en las dem¨¢s regiones galas con identidad propia, no se da el fen¨®meno autonomista. Los grupos clandestinos y violentos, como los movimientos legales, numerosos y minoritarios, aspiran todos ellos a la independencia en el marco de la unificaci¨®n de los dos Euskadi, norte y sur. El corresponsal de EL PAIS en Par¨ªs, , informa sobre este aspecto de la lucha de los independentistas, valorados como ?irresponsables? por el diputado y alcalde de Biarritz, Bernard Marie.
?No, respondi¨®, categ¨®rico y solemne, el presidente de la Rep¨²blica francesa, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, el pasado mes de febrero, en el palacio del El¨ªseo, durante su ¨²ltima conferencia de prensa internacional, al periodista que le interrog¨® sobre la posibilidad de que la lucha armada de ETA en Euskadi sur pudiera, un d¨ªa, servirle de ?modelo? a Euskadi norte. Los aut¨®ctonos nacionalistas vascos, de igual manera que el alcalde de Biarritz, diputado de la mayor¨ªa giscardiana, Bernard Marie, se manifiestan m¨¢s cautos cuando abordan el tema. Este ¨²ltimo afirma que ?ETA intenta influenciar a la juventud de aqu¨ª a trav¨¦s de grup¨²sculos revolucionarios. De esta manera, el Pa¨ªs Vasco norte corre el riesgo de sufrir el mismo proceso que ha conducido a los muy burgueses y muy liberales autonomistas vascos espa?oles a abandonar su regi¨®n o a bajar la cabeza ante hechos que ellos mismos han desencadenado y cuya evoluci¨®n actual, aunque la reprueban, se les ha escapado completamente de las manos?.Violencia limitada
Las acciones violentas a favor de la independencia de Euskadi norte surgieron hace tres a?os. Se trata de j¨®venes afiliados a tres grupos. El m¨¢s importante se supone que es el llamado Iparetarrak (los del Norte), al que algunos consideran como el ?hijo? de ETA militar en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. Los otros dos son el Euskal Zuzentasuna, (Justicia Vasca) y Hordago, hasta la fecha sus objetivos han sido siempre los s¨ªmbolos de la Administraci¨®n francesa o del turismo, pero no las personas.
?Estos grupos son superminoritarios?, nos explica un joven abertzale, ?y no es f¨¢cil saber qui¨¦nes los integran. Hasta la fecha nunca han concedido entrevistas a la prensa. Unicamente sabemos que existen en tanto que grupos por sus comunicados, cuando les interesa, decir algo o reivindicar una acci¨®n. Entre nosotros, los patriotas abertzales, existen partidarios y detractores de la violencia. Pero en todos los casos estimamos que, por ahora al menos, una acci¨®n de este tipo tiene que ser espor¨¢dica y s¨®lo en casos en los que el p¨²blico pueda comprender f¨¢cilmente que era necesaria. Quiero decir que no queremos caer en el engranaje de la violencia que conduce a actos gratuitos. ETA militar, por ejemplo, sabe controlar la lucha armada.?
Tienen de diecisiete a treinta a?os y pertenecen a las localidades de Garazi, Baigorry y Oztibarre. ?Nuestro objetivo?, explican, ?es que la cultura vasca viva y, a trav¨¦s de la cultura, concienciar a las gentes. Para nosotros, la cultura es un modo de vida, una manera de vivir, todo lo que personaliza a las gentes del pa¨ªs, todo lo que diferencia a una persona de otra, la relaci¨®n entre las gentes diversas.? Recientemente se ha creado la formaci¨®n Iz¨¢n, que pretende ser ?una estructura de trabajo, independiente de las opciones pol¨ªticas individ¨²ales, y dedicarse a luchar por la soluci¨®n de problemas inmediatos de manera autogestionaria?.
?La evoluci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica actual hace m¨¢s interdependientes a los pueblos. No se trata de cultivar el ego¨ªsmo de un grupo, de una regi¨®n o de un pueblo, sino de afirmar el derecho a la vida de nuestra comunidad vasca entre las otras comunidades europeas y tambi¨¦n mundiales. ?
Teniendo en cuenta, como lo expresan todos nuestros interlocutores, que el porvenir del pueblo vasco, en el plano cuantitativo, se juega esencialmente en el Sur, como consecuencia de su fuerza demogr¨¢fica, econ¨®mica y pol¨ªtica, cada cual, desde el Norte, observa con minucia la evoluci¨®n y las realidades del Pa¨ªs Vasco espa?ol: ?El Estatuto de Autonom¨ªa?, anota un industrial de Bayona, ?es positivo, pero tambi¨¦n puede bloquear la situaci¨®n y "ulsterizar" el Sur. Ahora bien, a largo plazo, la independencia es ineludible. El Gobierno de Madrid, que realiz¨® tan asombrosamente bien la democracia, cometi¨® un error hist¨®rico al no ver el problema vasco. De esto la culpa la tuvo, en primer lugar, el PNV. Pero este partido puede encontrar interlocutores aqu¨ª, entre los responsables actuales locales, que progresivamente soportan mal el centralismo. Por otra parte, en el PNV hay hombres muy abiertos.
El se?or Abeberri se manifiesta sobre ETA: ?Es indudable que existen relaciones personales entre los etarras y los vascos nacionalistas, pero ETA nunca ha intervenido aqu¨ª, ni lo har¨¢. Y as¨ª como en tiempo de Franco era m¨¢s f¨¢cil que estableciera aqu¨ª sus bases, hoy es timo que eso le ser¨ªa m¨¢s dif¨ªcil que desenvolverse en el Sur, a pesar de toda la polic¨ªa destacada por Madrid.
La izquierda centralista
La izquierda tradicional, frente al separatismo del norte vasco ?navega como puede, o como le conviene en cada caso?. A nivel local, frente a situaciones concretas, o individualmente los socialistas y comunistas ?dan la cara, pero en definitiva son centralistas?.
El alcalde de Biarritz, Bernard Marie, diputado de la mayor¨ªa, nos valora serenamente el movimiento minoritario, pero activo, que bulle en Euskadi norte: ?Estas gentes independentistas son unos irresponsables. El mundo de hoy camina hacia la formaci¨®n de grandes masas. En el momento en que se construye la CEE, cabe preguntarse lo que van a hacer cien vascos, como cabe preguntarse qu¨¦ pasar¨ªa en Espa?a, en Francia y en el mundo si cada regi¨®n pidiese la independencia: retroceder¨ªamos diez siglos. ?
El hecho real, sin embargo, es que el fen¨®meno independentista est¨¢ en marcha, obedece a unas causas: ?Es cierto?, anota el se?or Marie. ?Esto se debe a esa palabra m¨¢gica, "independencia". Pero le aseguro que muchos de los pa¨ªses africanos que fueron nuestras colonias, hoy se arrepienten de la independencia. Por falta de riquezas naturales, todos ellos han retrocedido.? Y el centralismo parisense, ?no es tambi¨¦n una causa? ?Yo no soy centralista, pero me pregunto si lo contrario no es m¨¢s temible. El centralismo garantiza la selecci¨®n de las mejores personas para todos los cargos, nacionales o internacionales.
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