Mosc¨² considera "sin fundamento" las informaciones sobre la presencia de una brigada sovi¨¦tica en la isla
La URSS ha esperado a que su embajador en Washington, Anatoli Dobrinin, integre su puesto en la capital estadounidense para romper p¨²blicamente su silencio sobre la presencia de una brigada sovi¨¦tica de combate en Cuba. El ¨®rgano del PC sovi¨¦tico, Pravda, public¨® ayer martes en primera p¨¢gina un texto cort¨® y sin firma -lo que equivale a equipararle con una declaraci¨®n semioficial- titulado ??Qui¨¦n lo ha necesitado y porqu¨¦??.Tras denunciar la explotaci¨®n hecha del asunto por los adversarios de la ratificaci¨®n del acuerdo SALT II y advertir ?a los que animan esta campa?a y, con mayor raz¨®n, a los que la alimentan, sobre sus responsabilidades?, Pravda acusa a los representantes de la Administraci¨®n norteamericana de haber efectuado una declaraci¨®n que ?pr¨¢cticamente equivale a echar aceite al fuego". El Gobierno de Estados Unidos, que ?conoce bien los hechos relativos a esta cuesti¨®n (la presencia sovi¨¦tica en Cuba), pod¨ªa haber dado una explicaci¨®n indispensable para parar el desarrollo de esta campa?a?.
Sin embargo, la declaraci¨®n sovi¨¦tica insiste principalmente sobre el hecho de que el l¨ªo armado en torno de este asunto est¨¢ principalmente dirigido contra Cuba y que el momento escogido no es una simple coincidencia. Sobre este punto, la declaraci¨®n repite el primer comentario de la agencia Tass sobre las afirmaciones del senador Church. ?Se trata?, se?ala, ?de empa?ar el prestigio de Cuba, que es uno de los Estados m¨¢s activos y m¨¢s cre¨ªbles del movimiento no alineado.?
Sobre el fondo del asunto, la eventual presencia de la brigada en la isla del Caribe, las explicaciones sovi¨¦ticas carecen de claridad. El texto publicado por Pravda tiene todo el aspecto de un ment¨ªs, aunque la palabra nunca ha sido empleada. El texto menciona la ?pretendida aparici¨®n? de esta brigada y los ?detalles inventados por la propaganda norteamericana?. Los hechos han sido presentados de la siguiente manera: desde hace diecisiete a?os existe en Cuba un ?centro de estudios? en el que el personal sovi¨¦tico ayuda a los militares cubanos a utilizar el material b¨¦lico sovi¨¦tico del que dispone el Ej¨¦rcito de Fidel Castro. ?Cabe a?adir que ni el n¨²mero ni las funciones de este personal sovi¨¦tico han variado durante todos estos a?os. Todas las habladur¨ªas sobre la llegada a Cuba de unidades sovi¨¦ticas de combate carecen de fundamento.?
Adem¨¢s, la cooperaci¨®n sovi¨¦tico-cubana ?dictada por los intereses de la defensa de Cuba es un derecho inalienable de ambos Estados soberanos?. El texto afirma que el personal militar sovi¨¦tico estaciona en la isla ?a petici¨®n del Gobierno cubano y ¨²nicamente para ayudarle a reforzar su capacidad defensiva, y que ni su n¨²mero ni sus funciones representan peligro alguno para Estados Unidos?.
Los dirigentes moscovitas dan la impresi¨®n de descartar todo tipo de compromiso sobre el tema. Contestan de esta forma indirectamente a Cyrus Vance.
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