Cherryl Prewitt,
miss Am¨¦rica cuya imagen apareci¨® ayer en esta secci¨®n, no s¨®lo debe a Dios su elecci¨®n como belleza principal de su tierra para todo lo que queda de a?o y hasta bien entrado 1980. Seg¨²n confesi¨®n que hizo, y que aqu¨ª recogimos, la se?orita Prewitt atribuye a la intervenci¨®n divina haber alcanzado tan alto rango est¨¦tico, porque despu¨¦s de haber sufrido un accidente cuando ten¨ªa once a?os y haber perdido la perfecta estabilidad de sus piernas, ¨¦stas volvieron a igualarse. Sin embargo, despu¨¦s de haber contado esa historia, y haber dicho que siempre le hab¨ªa pedido a Dios que la hiciera alg¨²n d¨ªa miss Am¨¦rica, Cherryl acaba de explicar la verdadera fuente de su premonici¨®n: ?Fue un lechero?, dijo en una conferencia de prensa celebrada en Nueva York, ?quien me predijo, cuando yo ten¨ªa cinco a?os, que yo ser¨ªa la reina de la belleza en Estados Unidos.?
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