Hoy, reuni¨®n "cumbre" de socialistas y comunistas italianos

Hoy se entrevistar¨¢n en Roma, con gran solemnidad y protocolo, los secretarios generales de los dos principales partidos de la izquierda del pa¨ªs: el comunista Enrico Berlinguer y el socialista Bettino Craxi. Es la primera vez, despu¨¦s de muchos a?os, que la izquierda adopta una iniciativa de este tipo en Italia. Por eso, el encuentro ha sido calificado de ?hist¨®rico? en los medios pol¨ªticos. Desde hace m¨¢s de un mes los medios de informaci¨®n italianos ofrecen gran publicidad a este gesto.La iniciativa surgi¨® tras el fracaso de Bettino Craxi, en su intento de formar, por vez primera en la historia de la Rep¨²blica, un Gobierno presidido por los socialistas. En realidad, este fracaso fue considerado por la opini¨®n p¨²blica como una derrota de la izquierda. Los socialistas acusaron a los comunistas de no haberles apoyado seriamente ante los ataques de la Democracia Cristiana.

Pero mientras en las ¨²ltimas semanas entre comunistas y socialistas ha habido un clima m¨¢s bien de ?distensi¨®n?, en realidad los expertos pol¨ªticos no nutren demasiadas esperanzas. Tampoco los propios socialistas y comunistas.

Precisamente en estas ¨²ltimas semanas Berlinguer, con sus declaraciones desde la Uni¨®n Sovi¨¦tica -con su en¨¦simo rechazo de la alternativa de izquierdas, tan querida por los socialistas, y su ¨²ltima declaraci¨®n de que no basta una presidencia del Gobierno socialista para que los comunistas abandonen la oposici¨®n-, les ha dicho concretamente a los socialistas que el Partido Comunista no est¨¢ dispuesto, en la colaboraci¨®n con las dem¨¢s fuerzas de izquierda, a pasar de ciertos l¨ªmites.

Por su parte, Craxi, ante la direcci¨®n del partido, declar¨® ayer que de este encuentro los socialistas esperan ?resultados ¨²tiles pero limitados?. Los dem¨¢s l¨ªderes socialistas han dicho abiertamente que pedir¨¢n a Berlinguer que apoye un Gobierno presidido por un socialista, aun sin entrar en el Gobierno, como hab¨ªa hecho con el monocolor democristiano de Giulio Andreotti. Pero Berlinguer ya ha respondido estos d¨ªas que si los socialistas desean una verdadera colaboraci¨®n con los comunistas para acabar con la hegemon¨ªa de la Democracia Cristiana, no deben aceptar entrar en un Gobierno en el cual no est¨¦n tambi¨¦n los comunistas. Y ¨¦ste es ya el primer punto serio de discordancia.

Por otra parte, Craxi ha dado a entender que desea convocar un congreso extraordinario para acabar definitivamente conla ambig¨¹edad de la pol¨ªtica de la ?alternativa de izquierdas?, que deber¨ªa cambiarse, en su opini¨®n, por una ?pol¨ªtica de alternancia al Gobierno?. Craxi desea que este congreso plantee definitivamente el problema de la estabilidad del Gobierno en el pa¨ªs abriendo la puerta a una colaboraci¨®n nueva con la Democracia Cristiana, si est¨¢ dispuesta a ceder a los socialistas la presidencia del Gobierno.