Yugoslavia y La Habana
? ( ... ) Para los yugoslavos la realidad despu¨¦s de la reuni¨®n de La Habana no es agradable. Habituados durante 20 a?os a no tener serios concurrentes en el ¨¢rea de los no alineados, constatan la presencia de un peligroso enemigo capaz de eliminar los sagrados principios de equidistancia entre los bloques ( ... ). Castro, se observa en Belgrado, no contesta directamente los principios, pero su aplicaci¨®n puede privarles de su connotaci¨®n ideol¨®gica. No afirma que Tito se equivoque, pero da a entender que se pone de la parte equivocada cuando no hace diferencias entre Brejnev, Carter y Hua Guofeng (...).Ahora los yugoslavos saben que con Castr¨® el no alineamiento est¨¢ destinado a seguir un camino en sentido ¨²nico: el que lo aproxima al Pacto de Varsovia. Yugoslavia no puede aceptarlo; no se trata solamente de una cuesti¨®n de principios, sino que est¨¢n en juego los intereses concretos de su propia seguridad estatal. De aqu¨ª la exigencia vital de neutralizar la operaci¨®n cubana antes que Castro, manipulando los trabajos del comit¨¦ de coordinaci¨®n, como hab¨ªa manipulado los de la cumbre, lleve a Bagdad (la sede de la pr¨®xima cumbre de 1982) un movimiento influido por el castrismo ?Con qu¨¦ Estado no alineado puede contar Yugoslavia para detener la competencia cubana? El movimiento ofrece actualmente un cuadro poco estimulante. La India, uno de los pilares hace tiempo, tiene demasiados problemas internos y ha sido uno de los grandes ausentes de la reciente cumbre. Egipto, otro pilar de los tiempos pasados, no se sabe si todav¨ªa forma parte o no del movimiento( ... ).
Poniendo el pie en Belgrado, Tito se apresur¨® a hablar de ¨¦xito asegurando que estaba completamente satisfecho ( ... ). Un ciudadano yugoslavo coment¨®: "Un triunfo para Tito, una victoria p¨ªrrica para los yugoslavos".?
16 de septiembre
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