La energ¨ªa solar se abre paso en Madrid
La introducci¨®n de la energ¨ªa solar en Espa?a se realiza de una manera lenta, pese a que, seg¨²n los investigadores, Espa?a es, despu¨¦s de Italia, el pa¨ªs en el que estos estudios est¨¢n m¨¢s avanzados. En Madrid, concretamente, se han dado casos muy aislados. El ejemplo m¨¢s conocido es el edificio sede de Cristaler¨ªa Espa?ola, situado en el complejo Azca, en la avenida del General¨ªsimo. Su construcci¨®n est¨¢ pensada para conseguir el mayor ahorro energ¨¦tico posible. La calefacci¨®n, el agua caliente, los ascensores, todo funciona con energ¨ªa conseguida directamente del Sol.Sin embargo, puede decirse que hasta el momento la aplicaci¨®n de la energ¨ªa solar se ha hecho de forma aislada. Algunas casas particulares han hecho uso de ella. Hace meses una constructora anunciaba la venta de viviendas en una zona residencial de Madrid en la que se hab¨ªan instalado paneles para aprovechar la energ¨ªa solar. El alto coste de su instalaci¨®n y la falta de ayuda estatal sigue siendo un freno para dotar a una vivienda de este sistema energ¨¦tico.
Un alto coste que se amortiza
El coste medio para una vivienda est¨¢ en tomo al mill¨®n de pesetas, m¨¢s del triple que una instalaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica. Sin embargo, a largo plazo, esta cifra puede parecer barata, ya que los costes de mantenimiento y alimentaci¨®n son pr¨¢cticamente nulos. Antonio Luque, director del Instituto de Energ¨ªa Solar de la Universidad Polit¨¦cnica, opina que los argumentos en contra de la utilizaci¨®n masiva en las viviendas de energ¨ªa solar son el coste y el espacio que ocupan los paneles receptores: ?La instalaci¨®n de los paneles en una casa ya construida es decididamente costosa; sin embargo, el tema cambia cuando la colocaci¨®n se realiza a la vez que se construye el nuevo edificio. Existe la posibilidad de sustituir la teja por los paneles y as¨ª no se quita espacio a la vivienda. Es curioso que este tipo de obras se ha empezado a hacer en casas caras, no en viviendas baratas. En estas ¨²ltimas se instala calor negro, que es el sistema de calefacci¨®n m¨¢s caro que existe en el mercado. Parad ¨®gicam ente, despu¨¦s las familias modestas que habitan estas casas tienen m¨¢s gastos de mantenimiento que en las que se cuenta con otro sistema de energ¨ªa. Es necesario un plan de financiaci¨®n energ¨¦tica gubernamental.?
Las razones para decidirse por la energ¨ªa solar suelen ser m¨²ltiples. Desde las puramente ecologistas y de defensa del medio ambiente hasta pol¨ªticas y econ¨®micas.
Jes¨²s Prieto, alcalde socialista de Getafe, explica que la raz¨®n esgrimida en el pleno municipal en el que se opt¨® por la energ¨ªa solar para las guarder¨ªas fue contribuir en una medida m¨ªnima a reducir los efectos de la crisis energ¨¦tica mundial. ?El petr¨®leo es un coste cada vez m¨¢s gravoso para el pa¨ªs. Sabemos, por ejemplo, que en Israel el 80% de las viviendas se abastecen de este tipo de energ¨ªa. ?Por qu¨¦ aqu¨ª no? Creemos que hay que primar la energ¨ªa solar, y en la medida de nuestras posibilidades estamos dispuestos a hacerlo.?
En contacto con los ingenieros de CASA, el proyecto se est¨¢ terminando estos d¨ªas. El coste de la instalaci¨®n ha sido de 1.300.000 pesetas. El Instituto Nacional de Industria ha pagado el mill¨®n y el resto corre a cargo del Ayuntamiento. El plazo previsto de amortizaci¨®n es de once a?os. A partir de entonces, los gastos de mantenimiento y alimentaci¨®n ser¨¢n pr¨¢cticamente inexistentes.
Esta tambi¨¦n es una de las primeras aplicaciones concretas realizadas por la Sociedad Bendib¨¦rica, empresa creada para el estudio de la energ¨ªa solar, en la que est¨¢n integradas varias empresas del INI.
Las investigaciones que realiza la sociedad Bendib¨¦rica se han centrado en la obtenci¨®n de calor a partir de los rayos solares. El sistema es sencillo: se coloca una placa de vidrio sobre un tubo ennegrecido. Los rayos del sol entran, pero el calor queda dentro. Es el mismo efecto que se produce en los invernaderos y en los coches. Ese calor almacenado es el que se utiliza tanto para calentar agua como para calefacci¨®n. El calor es aplicado para el autoabastecimiento, pero por el momento, salvo que se combine con otros elementos, no est¨¢ prevista su utilizaci¨®n industrial.
Otra forma de obtener rendimiento de los rayos solares es la energ¨ªa fotovoltaica. Es la conversi¨®n de los rayos solares en energ¨ªa el¨¦ctrica capaz de hacer funcionar desde un simple frigor¨ªfico hasta una industria cualquiera o un repetidor de TV. La forma m¨¢s elemental para su obtenci¨®n consiste en la colocaci¨®n frente a los rayos solares de unas placas de silicio, a trav¨¦s de las cuales la luz solar se convierte directamente en energ¨ªa el¨¦ctrica.
El profesor Antonio Luque considera que en la obtenci¨®n de electricidad solar est¨¢ la f¨®rmula no ya del futuro, sino de ahora mismo, ya que puede aplicarse a cualquier cosa. ?Este sistema tiene la ventaja de una enorme modularidad. Para hacer funcionar una vivienda se necesitan 144 c¨¦lulas solares de concentraci¨®n. Esto supone ahora mismo un coste de un mill¨®n de pesetas. Esto, en el plazo de pocos a?os, puede ponerse a la mitad de precio y entonces ya puede ser rentable.?
Las investigaciones en el instituto que dirige el se?or Luque han avanzado, de manera que el abaratamiento de la obtenci¨®n de electricidad puede ser un hecho pr¨®ximo. Uno de estos descubrimientos es la c¨¦lula bifacial. En este caso, la energ¨ªa se consigue por ambas caras de la c¨¦lula, por medio de un sistema de espejos y dejando la c¨¦lula en posici¨®n vertical.
En los trabajos de investigaci¨®n dirigidos por el se?or Luque se ha podido comprobar que esta c¨¦lula bifacial puede multiplicar el rendimiento y ventajas de los concentradores solares (l¨¢minas de pl¨¢stico con pigmentaci¨®n fluorescente que absorben la luz solar y la remiten en una longitud de onda adaptada a la c¨¦lula solar). Este descubrimiento lo patent¨® el profesor Luque en julio de este mismo a?o y ser¨¢ presentado en el congreso de especialistas de energ¨ªa fotovoltaica, en San Diego (EEUU), en enero del pr¨®ximo a?o.
En cuanto a las ayudas conseguidas por el Instituto de Energ¨ªa Solar para la difusi¨®n de este importante descubrimiento, en principio cuenta con la colaboraci¨®n de CASA para la fabricaci¨®n de los moldes (una especie de ladrillos de pl¨¢stico unidos por c¨¦lulas de silicio) y la colaboraci¨®n de la universidad con una industria receptiva a la difusi¨®n de la energ¨ªa solar.
Para Antonio Luque, las posibilidades de la difusi¨®n industrial de los descubrimientos realizados en este campo son elevadas. ? La difusi¨®n puede ser r¨¢pida si el Gobierno se da prisa en tomar la iniciativa, porque, adem¨¢s de las ventajas ya conocidas, podr¨ªa realizarse un enorme negocio. Se necesita una acci¨®n decidida por parte de la Administraci¨®n para crear un mercado de proyectos de demostraci¨®n que impulse a la industria a entrar en el tema. En caso contrario, nos encontraremos recibiendo tecnolog¨ªa extranjera, seguramente americana. Ser¨ªa doblemente lamentable, por ser Espa?a uno de los pa¨ªses m¨¢s avanzados cient¨ªficamente en este campo. ?
En cuanto a los plazos en que podr¨ªa empezar a aplicarse esta energ¨ªa, el profesor Luque habla de seis a?os para una soluci¨®n t¨¦cnicamente viable y a nivel de competici¨®n con otros pa¨ªses, y a?ade que, combinando todas las energ¨ªas de origen solar, en veinte anos se puede cubrir del 30% al 40% de las necesidades energ¨¦ticas.
Primeros ensayos de difusi¨®n industrial
Los primeros ensayos de difusi¨®n industrial de la energ¨ªa solar los est¨¢ realizando la empresa alemana AEG-Telefunken. Los m¨®dulos que esta empresa est¨¢ introduciendo en el mercado, cuya materia base es el silicio policristalino, sirven para alimentaciones de mediana potencia. La utilizaci¨®n de estos m¨®dulos se ha hecho hasta el momento en lugares en los que pcir su lejan¨ªa o aislamiento es dif¨ªcil de acercar la energ¨ªa el¨¦ctrica. En la provincia de Madrid, en el pueblo de Morata de Taju?a, se ha hecho una de las primeras aplicaciones en el repetidor de la primera cadena de Televisi¨®n. Para los fabricantes, uno de los mayores problemas con que se encuentran es la dificultad de conseguir el silicio y la falta de ayuda oficial para su importaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.