Las Brigadas Rojas preparaban la evasi¨®n de sus l¨ªderes encarcelados

Por vez primera, la polic¨ªa italiana ha encontrado un plan de evasi¨®n masiva de los dirigentes de las Brigadas Rojas, encarcelados en una c¨¢rcel especial. Lo llevaba en su cartera el brigadista Pr¨®spero Gallinari cuando fue herido gravemente por la polic¨ªa en una calle de Roma d¨ªas atr¨¢s.Las Brigadas Rojas, concretamente el grupo Gallinari, estaban preparando nada menos que la evasi¨®n en masa de los jefes hist¨®ricos de las Brigadas Rojas, entre ellos, su fundador, Renato Curcio. En total deb¨ªan escapar de la c¨¢rcel de la isla de Asinara, en Cerde?a, unos cuarenta terroristas.

Del proyecto que llevaba Gallinari en su cartera aparece que la evasi¨®n estaba preparada hasta en sus detalles m¨¢s peque?os. De ¨¦l se desprende que Curcio y sus compa?eros de c¨¢rcel estaban continuamente en contacto con el exterior, con la organizaci¨®n terrorista.

Gallinari pose¨ªa todas las informaciones que Curcio hab¨ªa conseguido enviarle desde su c¨¢rcel blindada: ?El ¨²nico helic¨®ptero de la isla no funciona desde hace un a?o. El piloto no est¨¢ en la isla desde hace meses. Los ¨²nicos helic¨®pteros que podr¨ªan actuar son los de Alghero y Sassari, pero necesitan media hora para llegar a la isla. Los carceleros?, a?ade, ?poseen veinte pistolas Beretta n¨²mero 34, calibre 9, y cuatro metralletas Mab.?

Del plan de Gallinari se deduce que hubo una discusi¨®n entre la organizaci¨®n externa, que deseaba dar el golpe durante la noche, y los detenidos, que prefer¨ªan que la operaci¨®n se hiciera de d¨ªa. De hecho, Curcio les dice que, puesto que desean hacerlo de noche, que recuerden que a las ocho es ya de noche y que a las ocho y cinco tienen ya que estar en las celdas. Por tanto, el comando debe llegar unos minutos antes, cuando a¨²n est¨¢n todos reunidos: deben matar en seguida a los guardias y, mientras tanto, ellos derriban un muro con dinamita y salen por el tejado (?No es dif¨ªcil, son s¨®lo seis metros?) al exterior.

Les dice tambi¨¦n que tienen ya las espoletas y las mechas. Y piden que les manden pronto el paquete con la dinamita, porque ?los paquetes por correo tardan mucho en llegar?. Les explica c¨®mo, una vez que han llegado a la puerta de la c¨¢rcel, tienen que dividirse, por d¨®nde pueden salir los agentes y cu¨¢ntos ser¨¢n; c¨®mo organizarse para esconderse en el bosque o escapar por el mar. En lo que se refiere a los posibles heridos en la operaci¨®n, afirma literalmente el documento que se le ha encontrado a Gallinari: ?En lo que se refiere al n¨²mero de compa?eros que hay que liberar, dado el alto n¨²mero de cad¨¢veres que habr¨¢, creo que no es prudente dejarlos heridos en manos del enemigo.?

El documento, a pesar de ser una historia muy a la italiana, demuestra por lo menos que las Brigadas Rojas est¨¢n muy bien organizadas y, sobre todo, que gozan de buenos apoyos incluso en las c¨¢rceles de m¨¢xima seguridad.