El Congreso aprob¨® una resoluci¨®n de izquierda y eligi¨® una ejecutiva moderada
El Congreso Extraordinario del PSOE decidi¨® ayer admitir ?corrientes de opini¨®n? en el partido, as¨ª como asumir el marxismo como m¨¦todo de an¨¢lisis de la realidad y considerar al PSOE como un ?partido de masas?, necesitado de un ampldestacados en la resoluci¨®n pol¨ªtica apio n¨²mero de militantes y de una s¨®lida estructura de cuadros. Estos son algunos de los datos robada, que incluye la mayor¨ªa de los puntos defendidos por el sector cr¨ªtico del PSOE. Sin embargo, dicho sector fue excluido de todo intento de ?ejecutiva de integraci¨®n?, salvo dos ofertas realizadas al se?or G¨®mez Llorente para formar parte de la lista oficial que fueron sucesivamente rechazadas.
Durante toda la ma?ana de ayer, el congreso socialista tuvo dos escenarios claramente diferenciados: por una parte, las comisiones a puerta cerrada -principios ideol¨®gicos, estrategia y modelo de partido-, donde los delegados discutieron y perfilaron las distintas partes de la ponencia pol¨ªtica; por otra, los pasillos y despachos en los que se efectuaron intensas negociaciones para perfilar las candidaturas a la ejecutiva, finalmente expresadas en dos listas diferentes.La corriente mayoritaria vivi¨® diferentes momentos de tensi¨®n a lo largo del d¨ªa, motivados por la inclusi¨®n o exclusi¨®n de nombres para la ejecutiva. La delegaci¨®n andaluza mantuvo una reuni¨®n en la que se plantearon dos posturas, una de ellas centrada en la necesidad de una mayor renovaci¨®n de cargos respecto a la direcci¨®n anterios -posici¨®n sostenida, entre otros, por Rafael Escuredo, presidente de la Junta de Andaluc¨ªa- y otra m¨¢s ?continuista? respecto a dicha direcci¨®n. A su vez, la exclusi¨®n de Txiki Benegas de la precandidatura oficial provoc¨® una crisis en la delegaci¨®n vasca, con ramificaciones a otras delegaciones, que desemboc¨® en una amenaza, por parte de aqu¨¦lla, de abstenerse en la votaci¨®n si no se inclu¨ªa en la ejecutiva al secretario general del Partido Socialista vasco. Un tercer frente de problemas ven¨ªa de las delegaciones del Pa¨ªs Valenciano, donde existe una presencia fuerte del sector cr¨ªtico, que en la ejecutiva iban a verse representados por dos moderados, Jos¨¦ Luis Albi?ana y Joan Lerma, con la consiguiente protesta de aqu¨¦llos.
Paralelamente a estos hechos, algunas delegaciones plantearon la necesidad de que el n¨²cleo motor de la corriente mayoritaria realizara gestiones cerca de Luis G¨®mez Llorente y del sector cr¨ªtico, para estudiar las posibilidades de una candidatura de integraci¨®n. En concreto, la delegaci¨®n andaluza estudi¨® una propuesta de gesti¨®n con el se?or G¨®mez Llorente y otra con el sector cr¨ªtico en su conjunto; Alfonso Guerra se comprometi¨® a entrevistarse con Luis G¨®mez Llorente, pero la posibilidad de hablar con ?el sector cr¨ªtico? como tal fue sometida a votaci¨®n. Los partidarios de que se negociara con el conjunto de dicho sector fueron derrotados por veinticuatro votos contra 31.
Mientras se desarrollaban estos acontecimientos, Enrique M¨²gica y Javier Solana celebraban conversaciones con Luis G¨®mez Llorente para pedirle que aceptara integrarse en la ejecutiva dirigida por Felipe Gonz¨¢lez, mientras este ¨²ltimo se entrevistaba con Pablo Castellano, a petici¨®n del primero de ellos. La primera de dichas entrevistas concluy¨® pronto, sin acuerdo, mientras la segunda no vers¨® sobre ofertas concretas -seg¨²n sus protagonistas-, sino que consisti¨® en un cambio de impresiones sobre la situaci¨®n del partido. Al parecer, Felipe Gonz¨¢lez ofreci¨® seguridades a Pablo Castellano de que no habr¨¢ ?Operaci¨®n limpieza? en el partido, y que todos podr¨¢n reanudar una vida org¨¢nica normal y tener garantizado el derecho a la libertad de expresi¨®n.
Como colof¨®n de los intentos ya citados cerca del se?or G¨®mez Llorente, pocos minutos antes del cierre del plazo de candidaturas acudi¨® Alfonso Guerra a entrevistarse con ¨¦l para preguntarle cu¨¢l era su decisi¨®n definitiva respecto a la invitaci¨®n recibida. El l¨ªder del sector cr¨ªtico declin¨® la invitaci¨®n, una vez m¨¢s, ?por coherencia con cuanto ha venido manteniendo a lo largo de estos meses?. Alfonso Guerra asegur¨® que comprend¨ªa su posici¨®n.
De esta manera se desemboc¨® en la presentaci¨®n de dos listas completas a la comisi¨®n ejecutiva. La encabezada por Felipe Gonz¨¢lez figura en otro lugar de estas mismas p¨¢ginas; la del sector cr¨ªtico ten¨ªa, entre otros notribres, los de Justo Mart¨ªnez Amutio (presidente), Luis G¨®mez Llorente (secretario general), Francisco Bustelo (vicesecretario general), Jer¨®nimo Saavedra (organizaci¨®n), Enrique Moral (administraci¨®n), Mar¨ªa Paz Felgueroso (formaci¨®n), Manuel S¨¢nchez Ayuso (estudios y programas), Manuel Abej¨®n (prensa), Fernando Mor¨¢n (relaciones pol¨ªticas), Pablo Castellano (sindical) y Mart¨ªnez Borjkman (cultura).
Distintos planteamientos
Todo el planteamiento de la corriente mayoritaria -y m¨¢s concretamente, de su n¨²cleo motor- ha estado dirigido a conseguir dos objetivos: demostrar que el partido no da un viraje a la derecha -como prueba de ello se ofrece el contenido de la ponencia- y que contin¨²a siendo ?la oposici¨®n?, y lograr un cambio de imagen respecto a la ejecutiva anterior, con la eliminaci¨®n de ciertas personas -Luis Y¨¢?ez, Jos¨¦ Luis Albi?ana- y la entrada de nombres nuevos, sin llegar hasta el sector cr¨ªtico (salvo la ya comentada oferta a Luis G¨®mez Llorente).
A su vez, el sector cr¨ªtico considera cumplido su objetivo de evitar un Bad Godesberg en lo que se refiere a las ideas y al proyecto pol¨ªtico, mientras estima que habr¨ªa sido in¨²til la integraci¨®n de una sola persona de su sector en el bloque felipista. La aprobaci¨®n de ?corrientes de opini¨®n? en el partido -f¨®rmula que no llega a la de tendencias organizadas, pero parece un paso hacia las mismas- podr¨ªa ser una salida para un sector que, a pesar de su escasa representaci¨®n en el congreso, parece contar con el respaldo de una cuarta parte de la base militante. La presentaci¨®n de una candidatura propia a la comisi¨®n ejecutiva, a sabiendas de que apenas iba a obtener apoyos en el congreso, habr¨ªa obedecido -seg¨²n fuentes del sector cr¨ªtico- al deseo de dar un testimonio de presencia y de que no se aceptan las ?falsas unanimidades? impuestas en la ponencia pol¨ªtica por quienes se negaron en redondo, en el 28.? Congreso, a asumir el marxismo y otros elementos fundamentales del ideario socialista.
Balance del congreso
La conclusi¨®n general es que el congreso ha desembocado en dos fen¨®menos paralelos: mantenimiento de una imagen de partido de izquierda, sin virajes hacia la socialdemocracia ni hacia una acentuaci¨®n del izquierdismo, y atribuci¨®n de todo el poder a una ejecutiva dirigida por el mismo n¨²cleo de la anterior -Felipe Gonz¨¢lez, Alfonso Guerra-, respaldados por una alta votaci¨®n, frente a un sector cr¨ªtico que s¨®lo pudo hacer lo que result¨® imposible en el 28.? Congreso; esto es, ofrecer una lista completa de alternativa a la comisi¨®n ejecutiva.
Felipe Gonz¨¢lez aparece como el vencedor, seg¨²n se preve¨ªa; Alfonso Guerra ha demostrado, una vez m¨¢s, la utilidad de sus servicios para su amigo y compa?ero de los ¨²ltimos veinte a?os; la salida de Luis G¨®mez Llorente se intenta compensar con la entrada de dos intelectuales, Ignacio Sotelo y Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, y queda por ver c¨®mo asimilar¨¢ el partido, en su conjunto, la crisis cerrada ayer de la forma descrita.
El mitin que deber¨ªa cerrar el congreso del PSOE, previsto para hoy en la Chopera del Retiro madrile?o, ha sido suspendido.
El 23% de los delegados eran funcionarios
Por otra parte, la mesa del congreso distribuy¨® los resultados de una encuesta realizada entre los delegados al Congreso Extraordinario del PSOE. El 23% de ellos eran funcionarios p¨²blicos; hab¨ªa un 7% de profesionales asalariados y un 8% de profesionales por cuenta propia. Los obreros cualificados eran el 7%, los obreros sin cualificar el 1%, los jornaleros agr¨ªcolas casi no exist¨ªan (0,3%) y el resto se repart¨ªan entre estudiantes, jubilados, amas de casa, etc¨¦tera, en porcentajes muy peque?os.
El dato de que el 23% de los delegados eran funcionarios p¨²blicos dio origen a un abucheo en la sala del congreso, donde se encontraban presentes m¨¢s de un millar de invitados, adem¨¢s de los delegados.
Por antig¨¹edad en el partido, el 54% de los delegados tienen entre dos y cuatro a?os de militancia en el PSOE.
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