El Rayo mereci¨® ganar a una Real defensiva
El Rayo Vallecano y la Real Sociedad realizaron un mal partido. Los donostiarras se limitaron a un juego defensivo, con un solo delantero en punta: Id¨ªgoras. Los rayistas no pudieron superar la defensa contraria y apenas se acercaron con peligro al ¨¢rea peque?a de Arconada. Los hombres de H¨¦ctor N¨²?ez favorecieron el juego contrario al actuar con lentitud e imprecisi¨®n. La Real Sociedad defraud¨® porque fue un equipo conformista, sin alicientes para buscar el triunfo. Morena, por la facilidad de sus excelentes remates, y Arconada, con paradas que se pueden considerar decisivas, fueron los hombres m¨¢s destacados del partido.Los rayistas, desde el principio del partido, se encontraron con una aut¨¦ntica muralla que superar. La mayor¨ªa de los jugadores donostiarras apenas se situaron en el centro del campo. Su defensa no pudo estar m¨¢s poblada. Cinco hombres se encargaron de aislar los escasos atacantes rayistas: Celayeta, Gajate, Cortabarr¨ªa, Olaizola y Alonso. Una segunda l¨ªnea donostiarra, tambi¨¦n numerosa, rompi¨® la acci¨®n creadora de los ?cerebros? rayistas. Fueron Gaztelu, Diego, Zamora y L¨®pez Ufarte. La Real Sociedad, desde el principio, renunci¨® a ganar. Y eso que lo pudo hacer, porque delante tuvo un equipo bastante d¨¦bil, flojo y sin esquema alguno de juego.
La t¨¢ctica de cada equipo propici¨® un primer tiempo falto de cualquier aliciente futbol¨ªstico. La Real Sociedad prefiri¨® jugar en su campo. El Rayo fue incapaz de hilvanar una jugada. Sus jugadores no pudieron quitarse de encima el marcaje. Cabe destacar solamente un fuerte y colocado tiro desde fuera del ¨¢rea de Tanco, al que respondi¨® Arconada con una excelente parada y los intentos de Morena de abrir el marcador al aprovechar los escasos rebotes de los defensas contrarios.
El segundo tiempo se inici¨® con las mismas caracter¨ªsticas. El encuentro adquiri¨® cierta expectaci¨®n e inter¨¦s cuando las decisiones del colegiado comenzaron a ser discutidas. A los pocos minutos de iniciarse la segunda parte, el ¨¢rbitro mostr¨® tarjeta amarilla a Ferm¨ªn y, ah¨ª comenz¨® a jugarse m¨¢s en las gradas que en el terreno de juego. El tanto de Id¨ªgoras culmin¨® el estallido de los incidentes. El gol de la Real fue ciertamente discutible. El p¨²blico consider¨® que fue conseguido en fuera de juego y se ensa?¨® con el juez de l¨ªnea, que no lo se?al¨®, y que recibi¨® un bote de cerveza en su cabeza.
La situaci¨®n conflictiva remiti¨® cuando Morena consigui¨® batir a Arconada, con el lanzamiento de un penalti m¨¢s que innecesario y claro cometido por Cortabarr¨ªa. La Real recibi¨® de esa forma el primer gol de esta temporada. Los donostiarras se conformaron con el empate. Su entrenador retir¨® del campo a L¨®pez Ufarte y coloc¨® en su lugar un defensa m¨¢s: G¨®rriz. El Rayo intensific¨® sus ataques, impuso su velocidad, pero no mejor¨® en nada su juego. Cuando quedaban pocos minutos para finalizar el partido, Rial remat¨® de cabeza un centro de Anero. El gol se cant¨®, pero Arconada lanz¨® el bal¨®n, con una mano, por encima del larguero. La Real respondi¨® con su ¨²nica y peligrosa ocasi¨®n de marcar. Zamora se plant¨® solo ante Mora y fue obstaculizado al rematar, con lo que el portero rayista no tuvo dificultad en parar el bal¨®n.
El partido, por tanto, no tuvo otros destellos de brillantez que los remates de Morena, dos de ellos rechazados por los postes; la facilidad de regate y toque de bal¨®n de L¨®pez Ufarte y las excelentes intervenciones de Arconada. La Real se limit¨® a cumplir el compromiso. Jug¨® sin delantera, quiz¨¢ ante la ausencia de Satr¨²stegui. Prefiri¨® exponerse a una derrota que buscar el triunfo.
El Rayo actu¨® sin sistema de juego. Morena fue una isla, sin colaboraci¨®n alguna. El equipo rayista no cont¨® con extremos aut¨¦nticos que propicien los remates del uruguayo. Su centro del campo fue demasiado lento y nervioso. Los dos positivos que el Rayo consigui¨® en el primer partido de Liga se han convertido ahora en un negativo. Los rayistas todav¨ªa no han ganado en su campo un partido
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