"Arrow" bati¨® a los favoritos espa?oles en el Memorial

Arrow, de la cuadra Salinas, montado por Mariano Hern¨¢ndez, gan¨® el Premio Memorial Duque de Toledo, carrera de grupo I, que fue la m¨¢s importante de la reuni¨®n del domingo en La Zarzuela. Esta carrera era la ¨²ltima de la llamada ?Triple Corona?, y en ella tomaron parte los mejores caballos del hip¨®dromo. Ninguno de los favoritos ocup¨® las primeras plazas, y se batieron los r¨¦cords de apuestas. Los Reyes, don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa, presenciaron, en el palco de honor, la carrera.

Sobre el papel, Tucum¨¢n era el caballo que deb¨ªa de ganar la carrera. Hasta el momento, el caballo de la cuadra Rosales se hab¨ªa impuesto en casi todas las pruebas cl¨¢sicas y estaba por ello considerado como el mejor caballo del hip¨®dromo; incluso estaba a punto batir el r¨¦cord de dinero alcanzado por un caballo en un a?o. El r¨¦cord lo tiene todav¨ªa El Se?or. La duda para todos era de si Tucum¨¢n podr¨ªa hacer la distancia, algo m¨¢s larga de lo habitual para ¨¦l. El recorrido de la prueba era de 2.500 metros. En el orden de preferencias, a la hora de los pron¨®sticos, segu¨ªan el caballo de Rosales, Zigor, Pr¨ªncipe Duero y Revirado. Zigor hab¨ªa sido segundo en la Copa de Oro, que gan¨® Tucum¨¢n; Pr¨ªncipe Duero venci¨® este a?o en el Gran Premio, y Revirado, en el Gran Premio de San Sebasti¨¢n y en el Gran Premio de Biarritz.La pista estaba muy pesada por la lluvia ca¨ªda en las ¨²ltimas horas, pero, a pesar de ello, el tren que imprimi¨® el pelot¨®n nada m¨¢s darse la salida fue muy r¨¢pido. Yuppi Du, como casi siempre en estas carreras, fue a romper el grupo de participantes. Contra su costumbre, Carudel, con Tucum¨¢n, march¨® delante, seguido de Zigor y Revirado. A la mitad de la recta de enfrente Tucum¨¢n cedi¨® algo y momentos m¨¢s tarde sufri¨® un peque?o golpe que le par¨® definitivamente. Poco despu¨¦s se hundi¨® Zigor; que, con Rom¨¢n, intent¨® seguir siempre al de la cuadra Rosales. Cuando se abord¨® la curva de El Pardo todos los participantes estaban parados y nadie era capaz de seguir el ritmo. Entonces Arrow, que hab¨ªa galopado al final del pelot¨®n, apareci¨® por el centro de la pista y se anot¨® el triunfo ante el asombro de todos. Los mejores caballos del hip¨®dromo fueron batidos por un desconocido caballo ingl¨¦s que en su pa¨ªs corr¨ªa carreras de segunda categor¨ªa.

El triunfo de Arrow fue tan inesperado que se bati¨® el r¨¦cord de apuestas en la doble, que pag¨® cerca de 65.000 pesetas por una apuesta de diez pesetas. En general, se reintegr¨® el dinero de la gemela, al no haber acertantes.