La patronal mexicana, contra la pol¨ªtica econ¨®mica de L¨®pez Portillo

Una sorda lucha de sectores se desarrolla en tomo a la orientaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno del presidente Jos¨¦ L¨®pez Portillo para el a?o pr¨®ximo. As¨ª, en Acapulco, durante la celebraci¨®n del 50 aniversario de la Confederaci¨®n Patronal de la Rep¨²blica Mexicana (Coparmex), se produjo lo que muchos especialistas consideran el ataque m¨¢s profundo realizado desde los sectores empresariales ala pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno.Gast¨®n Azc¨¢rraga Tamayo, presidente del Centro de Estudios Econ¨®micos de la Coparmex, centr¨® su an¨¢lisis en dos puntos fundamentales. Primero acus¨® a la pol¨ªtica de paulatino control de precios, instaurada por L¨®pez Portillo, de limitar la inversi¨®n y favorecer la carest¨ªa y especulaci¨®n con distintos productos, y afirm¨® que las actuales presiones inflacionarias responden a la pol¨ªtica monetaria m¨¢s bien expansionista adoptada en 1978, con lo cual, de hecho, los empresarios aconsejan al Gobierno un camino monetarista y un presupuesto general para 1980 notoriamente restringido. Este esquema, sin duda, responde a patrones econ¨®micos neoliberales.

Por otro lado, la Coparmex se pronunci¨® a favor de la incorporaci¨®n de M¨¦xico al Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT). David Barkim, premio nacional de Econom¨ªa 1978, calific¨® al modelo de desarrollo planteado en los debates de la Coparmex de ?fascistas y autoritarios?. Barkim fue de un notorio pesimismo en sus formulaciones, pues afirm¨® que, de no haber cambios radicales, en los pr¨®ximos a?os crecer¨¢ el desempleo, se abatir¨¢ el poder de compra de las mayor¨ªas y los empresarios se concentrar¨¢n en la producci¨®n de bienes intermedios y de lujo.

Luchar contra el desempleo

Por su parte, en esta capital, el subsecretario de Programaci¨®n y Presupuesto, Ram¨®n Aguirre, dijo que el presupuesto federal para 1980 estar¨¢ dirigido hacia tres efectivos b¨¢sicos: el sector agropecuario, los energ¨¦ticos y la creaci¨®n de empleos.As¨ª, el dise?o del presupuesto para el pr¨®ximo a?o se ha convertido en el escenario de una pugna pol¨ªtica soterrada, en tanto -en la vida cotidiana de los mexicanos- las presiones inflacionarias siguen ganando un espacio incontenible. Los productores de diversos insumos solicitan al Gobierno que aumente sus precios subsidiados, so pena de que ocurran incrementos en los productos que sean sufridos directamente por los consumidores. Al incremento en el precio del huevo -un comestible b¨¢sico en la dieta nacional- amenaza conseguir otro en el de la tortilla de ma¨ªz.

Los c¨¢lculos se?alan que el nivel de la inflaci¨®n en 1979 oscilar¨¢ entre el 17% y el 19%. Esta situaci¨®n acorrala a la ret¨®rica obrerista de la dirigencia oficial del movimiento obrero, y plantea en el horizonte la posibilidad de conflictos sociales que, de uno u otro modo, deber¨¢n ser previstos, resueltos o abortados por el sistema.