Dos ultraderechistas procesados por asesinato intentaron fugarse de la c¨¢rcel de Ciudad Real

Dos conocidos activistas de la extrema derecha, Carlos Garc¨ªa Juli¨¢ y Jos¨¦ Luis Maga?a, intentaron fugarse el pasado domingo de la prisi¨®n de Ciudad Real. Al no conseguirlo, retuvieron como rehenes, durante doce horas, al director de la c¨¢rcel y a su familia. Posteriormente fueron reducidos. Los dos amotinados est¨¢n procesados por asesinato; Carlos Garc¨ªa Juli¨¢, como uno de los presuntos autores materiales del qu¨ªntuple asesinato del despacho de abogados laboralistas de la calle de Atocha, y Jos¨¦ Luis Maga?a, como presunto asesino de Antonio Carri¨®n, en Navalcarnero.

Los hechos se desarrollaron de la siguiente forma: terminado el almuerzo, y cuando los reclusos se dispusieron a retirarse a sus celdas para la siesta, dos de ellos, Carlos Garc¨ªa Jull¨¢, implicado en la matanza de Atocha, y Jos¨¦ Luis Maga?a L¨®pez, con sumarlo abierto por asesinato, se hicieron los remolones para dirigirse al botiqu¨ªn, pidiendo al funcionario que les diese unos analg¨¦sicos para el dolor de cabeza.En ese momento, sacaron sus armas, dos cuchillos grandes del tipo de los de monte, y amenazando al funcionario hicieron adem¨¢n de dirigirse a las puertas de acceso a la salida del centro. Del mismo modo, hicieron con otros dos funcionarios.

Sobre las 14.15, el director de la c¨¢rcel, Pedro Garcia Mart¨ªn, se dispon¨ªa a subir a su domicilio para almorzar, cuando aparecieron Juli¨¢ y Maga?a con los funcionarios. Retuvieron al director y llegaron hasta la puerta de salida, donde ten¨ªan intenci¨®n de ocupar el autom¨®vil de ¨¦ste, pero vieron cortado el paso por el guardia civil de centinela en la entrada.

Entre dos y media y tres subieron al domicilio particular en la primera planta del recinto, donde tomaron como rehenes a la esposa del director y sus cuatro hijos, de diecis¨¦is, catorce, trece y nueve a?os de edad. Despu¨¦s har¨ªan lo mismo con el practicante del centro, que hab¨ªa ido a realizar una visita de inspecci¨®n. Tres y media de la tarde: soltaron a la esposa del director, por hallarse con una fuerte crisis. Cuatro de la tarde: los reclusos pidieron la presencia del gobernador civil y se les dijo que estaba ausente de la ciudad, como as¨ª era. Cuatro y veinte minutos: qued¨® en libertad la hija de nueve a?os. Cinco de la tarde: de nuevo, a trav¨¦s de la ventana, y respondiendo a las preguntas del capit¨¢n de la Guardia Civil que se encarg¨® en las primeras horas del asunto, le dije ron que no hab¨ªa ning¨²n trato hasta que no llegase el gobernador y pidieron la presencia del senador socialista Rogelio Borr¨¢s (¨¦ste tambi¨¦n estaba ausente). A esa hora, Francisco Albadalejo, otro de los implicados en el caso Atocha, se ofrece para dialogar con los dos presos, pidi¨¦ndoles que depusieran su actitud, y no consigue nada. A trav¨¦s de las emisoras locales, los dos reclusos manifestaron que quer¨ªan un autom¨®vil potente con el dep¨®sito lleno de gasolina para marcharse con varios de los rehenes, solicitando se les concediese amnist¨ªa, extra?amiento o lo que se facilit¨® a algunos miembros de ETA. Juli¨¢, que era el que normal mente respond¨ªa a las preguntas (le los informadores, a trav¨¦s del tel¨¦fono, indic¨® que canjear¨ªa a los rehenes por el senador Borr¨¢s. Este lleg¨® a la prisi¨®n a las siete y cuarto y mantuvo una breve conversaci¨®n con el subdirector.Ocho y veinte: hace acto de presencia en el Gobierno Civil su titular y toma las riendas del caso, adoptando la decisi¨®n de esperar despu¨¦s de hacer llamar a un m¨¦dico y un psic¨®logo para recibir asesoramiento de los dos reclusos. Diez de la noche: quedan en libertad otros dos hijos del director de la c¨¢rcel, y quedan dentro el director, el hijo mayor y el practicante. Comenzar,on a llegar altos cargos, entre los que se encontraba el subinspector general de Prisiones, Emilio Tavera, el coronel de la Guardia Civil del tercio de Toledo, un general y un coronel del mismo cuerpo y personal del Cuerpo Superior de Polic¨ªa.El se?or Tavera mantuvo en dos ocasiones di¨¢logos con Maga?a y Juli¨¢, conmin¨¢ndoles a que depusiesen su actitud y prometi¨¦ndoles que no les pasar¨ªa nada. Doce de la noche: se inician los preparativos del cuerpo especial de la Polic¨ªa Nacional (GEO), por si era necesaria su actuaci¨®n. A la una de la madrugada todo parec¨ªa indicar que el fin llegar¨ªa pronto. Esto ocurri¨® a las dos y media. Minutos despu¨¦s aparec¨ªa por la puerta principal el practicante, con visibles muestras de cansancio, mientras que en el interior quedaba ya libre el director y su hijo mayor.

A las 0.30 del lunes, el senador Borr¨¢s, en conferencia de prensa, se mostr¨® disconforme con la actitud del gobernador civil hacia su persona, ya que le dijo ?que all¨ª no ten¨ªa nada que hacer?. El senador socialista lament¨® que no se le hubiese facilitado ninguna seguridad personal, ya que ?pod¨ªa ser un montaje dispuesto para atentar contra su integridad f¨ªsica. No me pod¨ªa prestar al juego de unos asesinos?.