El imposible retomo del follet¨ªn
A trav¨¦s de su ya larga trayectoria como novelista, el brasile?o Jorge Amado ha conseguido casi siempre llegar a un amplio p¨²blico lector. Pasa el tiempo, evoluciona su visi¨®n del mundo, transforma su estilo, pero sus novelas contin¨²an obteniendo una gran aceptaci¨®n. Desde la posici¨®n de ?entretener y ense?ar? ha ido refinando su concepci¨®n de la novela hasta el momento actual, en que, sin abandonar su intenci¨®n de entretener, ha encontrado un canal narrativo reflexivo y l¨²cido.Sus obras Jubiab¨¢, Los capitanes de la arena, Mar muerto, Los coroneles hab¨ªan sido productos de una ¨¦poca que todav¨ªa persist¨ªa: el per¨ªodo del compromiso pol¨ªtico traducido en los libros y en la acci¨®n concreta. Eran narraciones directas en las que, a trav¨¦s de historias vibrantes y conmovedoras, se acusaba a la injusticia y se emocionaba a los j¨®venes. No ha variado esa situaci¨®n de la que part¨ªa, en Brasil -tal vez haya empeorado-, en el noreste, en la m¨¢gica Bah¨ªa y su sert?o, pero se ha hecho m¨¢s sutil la denuncia, y no s¨®lo debido a la censura.
Tieta de Agreste
Jorge Amado. Editorial Losada. Buenos Aires, 1978.
En tres de las ¨²ltimas novelas de Amado, Gabriela, clavo y canela, Do?a Flor y sus dos maridos y Teresa Batista, cansada de guerra, subsiste la naturaleza en movimiento, la exhuberancia ambiental, pero las historias refieren a los personajes m¨¢s que a contenidos ideol¨®gicos expl¨ªcitos. A pesar de esta variaci¨®n, como esos personajes est¨¢n profundamente insertos en un contexto social sugestivo por s¨ª mismo, la acusaci¨®n se mantiene, ya no circunstancial y pr¨®xima, sino atravesando siglos de alegr¨ªa en la opresi¨®n:desde el negrero al terrateniente. De todas formas sigue llegando al gran p¨²blico con el a?adido a la difusi¨®n del texto escrito del poder de los medios de comunicaci¨®n de masas m¨¢s propios de este siglo: Gabriela, clavo y canela, ha sido adaptada para TV, y Do?a Flory sus dos maridos, para el cine.
En su ¨²ltima novela el escritor bahiano demuestra una vez m¨¢s su entra?able amor por la gente y su casi religioso respeto por la espont¨¢nea creaci¨®n popular, por el triunfo del instinto y el sentimiento, todo ello c¨®modamente encuadrado en un marco narrativo original.
Quien lea el t¨ªtulo completo de esta novela se encontrar¨¢ con una sorprendente y atractiva definici¨®n de la obra: Tieta de Agreste. Pastora de cabras o el regreso de la hija pr¨®diga, melodram¨¢tico follet¨ªn en cinco sensacionales ep¨ªsodios y conmovedor ep¨ªlogo: ?Emoci¨®n y suspenso!
El follet¨ªn ha sido estudiado como una forma de relato perteneciente al pasado y, aunque Andr¨¦s Amor¨®s dedica un art¨ªculo a analizar ciertos indicios de que existe en la actualidad, debe reconocer la falta de datos sobre su permanencia real y viva. Tieta de Agreste, sin embargo, parece cumplir uno por uno todos los rasgos distintivos del follet¨ªn -exceptuando su presentaci¨®n unitaria-. Veamos si se realiza esta apariencia, primero, en los aspectos formales.
El libro est¨¢ ilustrado de modo alusivo al contenido -grabados de Calasans Neto- y el texto va acompa?ado de diversas vi?etas, elementos casi indispensables en un follet¨ªn. Cada uno de los episodios anunciados ostenta un t¨ªtulo pintoresco y va precedido por un breve comentario que, a la vez, adelanta en parte lo que vendr¨¢ y crea suspenso. En ellos se encuentran los primeros indicios acerca de la intenci¨®n sat¨ªrica del autor. Este ir¨¢ cumplimentando escrupulosamente las reglas estructurales del follet¨ªn, pero con contenidos del todo inaceptables para los convencionalismos que imponen los sectores sociales receptores de este tipo de relato.
Del punto de vista del contenido Tieta de Agreste ofrece el sim¨¦trico opuesto a casi cada rasgo propio del follet¨ªn. Si la fuerza impulsora debe ser la sentimental y rom¨¢ntica, aqu¨ª encontramos el instinto sexual y el inter¨¦s econ¨®mico guiando a cada personaje en diferentes niveles. De esa manera se mezclan a los esquemas de misterio, tensi¨®n emotiva, tipos convencionales, los elementos que surgen de la ubicaci¨®n de la historia, 1966. El misterio de la protagonista se relaciona con la alta prostituci¨®n; la tensi¨®n emotiva se logra no con la idealizaci¨®n de situaciones, sino dando libre curso a los sentimientos; los tipos convencionales ser¨¢n pol¨ªticos, representantes de la Iglesia, ejecutivos de multinacionales.
La mayor¨ªa de los personajes son caracterizados r¨¢pidamente, aunque permanezcan a lo largo de todo el libro. En cambio, Tieta es descubierta poco a poco, pues representar¨¢ en cada momento uno de los t¨¦rminos de las dualidades en que se resuelve la novela: instinto-represi¨®n, amor-falsedad, luminosidad-conjura, realidad-apariencia. Ella, quien regenta el Refugio de los Lores, rodeada de prostitutas, gigol¨®s, rufianes, pasa a ser el personaje limpio y sincero en este Agreste aparentemente tan simple y, sin embargo, tan agresivo.
Jorge Amado culmina con un acto de libertad un libro que consigue lo que se propone ser: una s¨¢tira llena de la vida y el car¨¢cter brasile?o -bahiano- en una determinada circunstancia hist¨®rica, la d¨¦cada de los sesenta, pero en la que, en mayor o menor grado, muchos pueblos, sobre todo latinoamericanos, pueden reconocerse.
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