Retrospectiva de Vela Zanetti
Dentro del ciclo de exposiciones que viene organizando el Banco de Bilbao -recordemos, por ejemplo, las que dedicara a Los adelantados de la modernidad y a Ricardo Baroja durante la pasada temporada- se ha inaugurado en Valladolid -antes estuvo en Bilbao y pasar¨¢ luego a Le¨®n- una sobre Jos¨¦ Vela Zanetti. La exposici¨®n tiene car¨¢cter retrospectivo y re¨²ne, bajo el t¨ªtulo de ?Entre Am¨¦rica y Espa?a?, una amplia selecci¨®n de pinturas, dibujos y grabados correspondientes a casi cincuenta a?os de trabajo, con exclusi¨®n, por razones obvias, de lo que constituye, sin embargo, el cap¨ªtulo m¨¢s abultado y valioso de la producci¨®n de este pintor: sus murales.Vela Zanetti pertenece, en efecto, a esa generaci¨®n de 1930 que concibi¨® la pintura a escala monumental y con una fuerte voluntad narrativa, como un instrumento de reconciliaci¨®n entre el arte moderno y las aspiraciones del pueblo espa?ol a una participaci¨®n en la cultura proporcional a su creciente protagonismo pol¨ªtico.
Vela Zanetti entre Am¨¦rica y Espa?a
Sala de Exposiciones del Banco de Bilbao. Valladolid.
La influencia de los modelos italianos no puede ser desde?ada en Vela Zanetti, como tampoco en Luis Quintanilla, pensionados ambos en una Italia donde su brillante tradici¨®n decorativa era ahora revitalizada por el fascismo mussoliniano. Piero della Francesca, pues, pero tambi¨¦n De Chirico, Gentilini, Campigli o Severini. M¨¢s tarde, sin embargo, ser¨¢ la obra de los grandes muralistas mexicanos -Orozco, Rivera o Portinari- la que mejor se acomode a los prop¨®sitos de nuestros propios muralistas.
En Vela Zanetti, adem¨¢s, por motivos biogr¨¢ficos: exiliado y errante por distintos pa¨ªses americanos durante veinte a?os, pintar¨¢ gran n¨²mero de murales en la Rep¨²blica Dominicana, M¨¦xico, Colombia y Puerto Rico, culminando en 1951 con el que llev¨® a cabo en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, donde comparte la tarea de su decoraci¨®n con L¨¦ger y Portinari. En ese mismo a?o, siendo ya becario de la Fundaci¨®n Guggenheim, Vela Zanetti hab¨ªa aparecido junto a Picasso, Gris y Mir¨® en la exposici¨®n de Pintura Espa?ola Contempor¨¢nea que organiz¨® Schaeffer, sin duda por consider¨¢rsele uno de los m¨¢s destacados pintores espa?oles del momento. Llega entonces por aqu¨ª el eco de ese reconocimiento internacional, y Vela Zanetti recibe el Gran Premio de Dibujo en la II Bienal Hispanoamericana de Barcelona. Pero Vela Zanetti seguir¨¢ siendo pr¨¢cticamente desconocido en Espa?a, como reconoce Jos¨¦ Hierro en el cat¨¢logo de esta exposici¨®n, hasta su regreso.
Pintar¨¢ entonces, y de nuevo, numerosos murales, aunque presta una dedicaci¨®n cada vez mayor a la pintura de caballete, sometida siempre a criterios monumentales, como puede advertirse en lo vigoroso del dibujo, la austeridad de las gamas de color y, sobre todo, en la composici¨®n, descarnada y potente. Todos estos rasgos distinguen claramente su pintura de la que practican los miembros de la escuela de Madrid, con quienes comparte una cierta ?atm¨®sfera? y una iconograf¨ªa popular, que en el caso concreto de nuestro pintor se ha ido con el tiempo decantando en una direcci¨®n que no dudar¨ªa en calificar de realista. De esos a?os hay en esta exposici¨®n algunas obras, entre las que merece la pena destacar una magn¨ªfica Mujer en el balc¨®n que figur¨® en aquella exposici¨®n de 1964, en Biosca, por la que se concedi¨® a Vela Zanetti la Medalla de Oro Eugenio d'Ors, reconocimiento al inter¨¦s que hab¨ªa despertado en la cr¨ªtica madrile?a.
La exposici¨®n retrospectiva que nos ofrece el Banco de Bilbao constituye una iniciativa digna de elogio, puesto que la obra de Vela Zanetti es conocida en Espa?a de un modo muy parcial; pero precisamente por eso deber¨ªa haberse puesto mayor empe?o en mostrar lo que se conoce peor: su obra americana, escasamente representada aqu¨ª, y su trabajo como muralista, a trav¨¦s de dibujos, bocetos e incluso de fotograf¨ªas. La ocasi¨®n lo merec¨ªa.
Babelia
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