Peque?os en las grandes cosas
La mayor¨ªa de la gente, durante los ¨²ltimos a?os, no se ha casado pensando en la indisolubilidad del matrimonio. El matrimonio ha sido una imposici¨®n, la ¨²nica puerta abierta a un futuro de convivencia que tantos dese¨¢bamos; las otras posibles salidas han sido rechazadas con una vehemencia digna de las sociedades m¨¢s fan¨¢ticas. Cab¨ªa, por tanto, pensar en la indisolubilidad del v¨ªnculo matrimonial como mal menor.Muchos, los ut¨®picos, hab¨ªamos cre¨ªdo en la generosidad y benevolencia de nuestra sociedad, en el caso de un posible fracaso. Clara incoherencia la nuestra, ya que de una sociedad que condiciona un simple proyecto de vida en com¨²n entre dos personas hasta el extremo de la indisolubilidad no puede esperarse nada bueno.
Por eso, cuando uno ve venir una ley de divorcio mezquina y plagada de cortapisas, no puede por menos de pensar, con W. Reich, ??Y as¨ª, hombres peque?os, sois en las grandes cosas? ?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.