Washigton precisa al rey Hassan el alcance de su ayuda militar
Warren Christopher, n¨²mero dos del Departamento de Estado norteamericano, explicar¨¢ hoy al rey Hassan II de Marruecos la postura de Washington con respecto a la venta de armas prometida recientemente por el presidente Carter. El alto funcionario estadounidense, que lleg¨® ayer, lunes, a Rabat, ser¨¢ recibido esta ma?ana por el soberano marroqu¨ª. Warren Christopher expondr¨¢ al rey el alcance y la interpretaci¨®n de esas ventas.
El Departamento de Estado, en franca oposici¨®n al consejero norteamericano para Seguridad Nacional, Zbigniew Brezezinski, y al secretario para la Defensa, Harold Brown, sobre la venta de armas sofisticadas a Rabat, logr¨® condicionar ¨¦sta a que ?Marruecos emprenda negociaciones para lograr un arreglo negociado?.La prensa marroqu¨ª, que en su momento tom¨® buena nota de esta diferencia, hab¨ªa saludado la decisi¨®n de Carter como ?una prueba del realismo de su consejero Brezezinski?. Brezezinski ser¨¢, sin embargo -y curiosamente-, el encargado de tranquilizar -junto con David Newson- al Gobierno argelino sobre esta medida. Estados Unidos se ha guardado bien de precisar que esta medida ?no va dirigida contra nadie y que s¨®lo pretende colocar a Marruecos en posici¨®n de fuerza para negociar?.
Con anterioridad a la visita de Warren Christopher, el embajador marroqu¨ª en Washington, Benjellun, fue recibido por el propio Brezezinski, por lo cual, hoy, cuando el rey Hassan II reciba a Christopher, ya tendr¨¢ tambi¨¦n una versi¨®n de la postura del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense.
Con mucha menos espectacularidad y sin ninguna publicid¨¢d lleg¨® recientemente a puertos marroqu¨ªes un cargamento de armas chinas. Bien es verdad que no parece tratarse de armas tan decisivas como las norteamericanas y, ante todo, que ni Rabat ni Pek¨ªn desean politizar esta ayuda, que los chinos niegan que tenga nada que ver con la ayuda de la URSS al Polisario.
La venta de armas norteamericanas, que a¨²n debe pasar la aprobaci¨®n del Congreso, ha despertado ya una fuerte controversia en Marruecos. La pol¨¦mica no gira en torno a las armas, cuya compra todos los sectores aprueban, sino la repercusi¨®n pol¨ªtica que el Gobierno y la prensa oficialista han querido darle, al presentarla como una especie de retribuci¨®n que se hace a Marruecos por su defensa de Occidente.
El rechazo de esta versi¨®n por la oposici¨®n ha sido tan marcado que incluso el diario oficial, Al Anba, se ha visto obligado a precisar ayer que ?no hay que darle tanta importancia a esas cuestiones -la defensa de Occidente-, pues lo que Marruecos pretende ante todo es armarse para defenderse?.
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