La oposici¨®n intentar¨¢ evitar un fuerte intervencionismo estatal en el Estatuto gallego

La ponencia conjunta encargada de informar sobre el proyecto de Estatuto de Autonom¨ªa para Galicia concluy¨® sus trabajos a la 1.30 de la madrugada de ayer, en un clima sensiblemente diferente al que existi¨® cuando quedaron dictaminados los textos de Guernica y Sau. No hubo champa?a, ni abrazos en la Moncloa, y s¨ª un firme compromiso de todos los grupos parlamentarios, con excepci¨®n de UCD, de intentar parar en la Comisi¨®n Constitucional una cl¨¢usula propugnada por el Gobierno, seg¨²n la cual las Cortes aprobar¨¢n las leyes que fijar¨¢n el alcance de las competencias que en cada caso corresponden a la comunidad aut¨®noma y al Estado.

Con la salvedad de este apartado, portavoces de diversas fuerzas pol¨ªticas comentaron que el Estatuto es equiparable a los de Catalu?a y Pa¨ªs Vasco.La discusi¨®n de este punto del art¨ªculo 32 del proyecto monopoliz¨® gran parte de la ¨²ltima jornada de debate de la ponencia. Alrededor de las ocho de la tarde del martes se lleg¨® a ¨¦l, e inmediatamente surgieron posiciones de rechazo, consultas en los pasillos y llamadas telef¨®nicas al presidente Su¨¢rez y al ministro de la Presidencia. Se opt¨® por aparcarlo hasta ¨²ltima hora. A las once menos cuarto, un emisario del se?or P¨¦rez Llorca entreg¨® a Rodolfo Mart¨ªn Villa una propuesta definitiva. Inmediatamente despu¨¦s de ser le¨ªda ¨¦sta se acord¨® una pausa para fijar criterios.

Durante hora y media estuvo paralizado el debate; socialistas, comunistas, el PNV y Coalici¨®n Democr¨¢tica anunciaron que votar¨ªan en contra de este art¨ªculo, mientras los centristas gallegos se encerraron con Rodolfo Mart¨ªn Villa, Alberto Oliart y el secretario de Estado para la Funci¨®n P¨²blica, Sebasti¨¢n Mart¨ªn Retortillo, para discutir la actuaci¨®n a seguir. Fue entonces cuando Fraga, airado, abandon¨® la sede del Congreso, tras afirmar que as¨ª no se pod¨ªa trabajar y que era una injusticia por parte del Gobierno tratar de introducir en el Estatuto gallego una disposici¨®n claramente discriminatorio con los textos de Guernica y Sau.

Los centristas gallegos actuaron de forma dividida a la hora de la votaci¨®n, pese a que el presidente Su¨¢rez le recomend¨® a Antonio Ros¨®n que apoyasen el texto. El propio Ros¨®n, Jos¨¦ Luis Meil¨¢n, Jos¨¦ Antonio Trillo, Jos¨¦ Mar¨ªa Pardo Montero y Miguel Sanmart¨ªn se abstuvieron, mientras David P¨¦rez Puga y P¨ªo Cabanillas refrendaron la propuesta en consonancia con los portavoces de la UCD estatal.

Los parlamentarios gallegos de UCD se hab¨ªan comprometido anteriormente a apoyar el apartado cuatro del art¨ªculo 32, porque en el Ministerio de la Presidencia se les asegur¨® que los socialistas iban a aceptarlo. Cuando estos ¨²ltimos anunciaron que rechazaban esta propuesta reconsideraron su postura. La votaci¨®n dio como resultado un rechazo por parte de la Asamblea de Parlamentarios; los tres socialistas votaron en contra, frente a los seis emitidos por P¨¦rez Puga y Cabanillas, por parte de la ponencia triunf¨® la posici¨®n centrista, merced al voto ponderado.

El apartado cuarto del art¨ªculo 32, elaborado despu¨¦s de que se hubiese filtrado la intenci¨®n del Gobierno de introducir una disposici¨®n transitoria que har¨ªa la n¨²mero cinco, y que facultaba un intervencionismo casi total del Estado en la autonom¨ªa gallega, dice lo siguiente: ?En orden a la determinaci¨®n y consiguiente ejercicio de las distintas competencias cuya titularidad se reconoce en id¨¦nticas materias a la comunidad aut¨®noma y al Estado en el presente Estatuto y en el art¨ªculo 149 de la Constituci¨®n, se aprobar¨¢n por las Cortes Generales las oportunas leyes que fijar¨¢n el alcance de las competencias que en cada caso correspondan a la comunidad aut¨®noma y al Estado. ?

Contacto P¨¦rez Llorca-Guerra

Antes de llegarse a esta redacci¨®n, que fue defendida por P¨ªo Cabanillas y el se?or Mart¨ªn Retortillo, Miguel Roca, Mart¨ªn Villa, Mart¨ªn Toval, Rodr¨ªguez Pardo y Alfonso Guerra, quien en la ma?ana del martes sostuvo una conversaci¨®n telef¨®nica con P¨¦rez Llorca sobre esta cuesti¨®n, intentaron buscar una f¨®rmula que obtuviese el consenso de todos. Pero no fue posible.

P¨ªo Cabanillas, a quien el senador lucense Pardo Montero acus¨® de haber practicado un doble juego, ?con ¨¦l fin de convertirse en el sant¨®n de UCD en Galicia?, justific¨® su posici¨®n en el debate se?alando que, a su juicio, no ten¨ªa ninguna carga pol¨ªtica el mencionado apartado. En parecidos t¨¦rminos se pronunciaron algunos centristas gallegos, que se abstuvieron. ?Hemos vestido tantos mu?ecos?, manifest¨® uno de ellos, ?que ¨¦ste tambi¨¦n lo podr¨ªamos haber arreglado, pero la cuesti¨®n fue muy mal presentada y en quince minutos no se puede convencer a la gente. ?

Adem¨¢s de este apartado, la Comisi¨®n Constitucional habr¨¢ de pronunciarse tambi¨¦n sobre otros aspectos importantes del Estatuto, sobre los que hay desacuerdo entre los diversos partidos que han intervenido en la discusi¨®n de la ponencia. Estas cuestiones son la exigencia de que cada lista obtenga votos que supongan, al menos, el 3% del censo para poder estar presente en el Parlamento gallego; el tema del idioma, las facultades de las diputaciones y el n¨²mero de diputados.

De todas formas, representantes de los partidos mayoritarios, como Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Pardo (PSOE), Rodolfo Mart¨ªn Villa (UCD) y Jordi Sol¨¦ Tur¨¢ (PCE), valoraron positivamente el contenido global del Estatuto y precisaron que supon¨ªa una mejora sustancial del texto presentado en junio ¨²ltimo por la Asamblea de Parlamentarios de Galicia y que, seg¨²n los centristas gallegos, el Gobierno pretend¨ªa recortar, alegando que los referendos de Euskadi y Catalu?a hab¨ªan puesto en evidencia el decaimiento de los sentimientos autonomistas.