Entre Apolo y Dionisio
no tengo preferencias: cada uno de ellos complementa al otro. Tampoco siento predilecci¨®n especial por alguna figura de la mitolog¨ªa. En realidad, he venido para conocer m¨¢s sobre estos temas, de los que no oigo hablar desde la ¨¦poca de la escuela?, dijo la reina do?a Sof¨ªa a EL PA?S al t¨¦rmino de una conferencia que pronunci¨® ayer Luis Cencillo en el Instituto Internacional sobre las aportaciones de la espiritual griega a la civilizaci¨®n occidental, dentro del ciclo cultural Politeia que se desarrolla en dicho Instituto dedicado este a?o a la historia de la antigua Grecia. La ir¨®nica modestia que encerraba en su respuesta la alusi¨®n a la ¨¦poca escolar se confirm¨® al referirnos el conferenciante que en una ocasi¨®n hab¨ªa sido llamado a La Zarzuela, pues la Reina, que acababa de leer uno de sus libros, titulado precisamente Mitos, ten¨ªa algunas cuestiones que le interesaba plantear al autor. La reina do?a Sof¨ªa lleg¨® al Instituto cerca de las cinco de la tarde, sola y sin protocolo, como suele hacer en este tipo de salidas culturales, con una simple llamada telef¨®nica de aviso media hora antes y las discretas medidas de seguridad habituales. Vest¨ªa una falda plisada a cuadros y una chaqueta sastre. Nadie en la calle de Miguel Angel advirti¨® su llegada, pero cuando entr¨® en el paraninfo el p¨²blico que llenaba la sala se levant¨® para aplaudir, lo mismo que ocurri¨® a su salida, donde un grupo de estudiantes del centro esperaba con expectaci¨®n. La Reina agradeci¨® a una de las organizadoras que se le hubiera enviado el programa del curso, y coment¨® con el conferenciante, se?or Cencillo, que era una l¨¢stima que este tipo de actos no fueran m¨¢s frecuentes. ?Si puedo?, dijo, ?vendr¨¦ a otras conferencias del ciclo.? Para el Instituto Internacional, uno de los centros culturales m¨¢s antiguos de Madrid, creado hace cien a?os por una fundaci¨®n americana para ayudar a la mujer espa?ola, la presencia de la Reina ha sido un acontecimiento estimulante, ya que atraviesa actualmente una grave crisis de financiaci¨®n y, por otra parte, un suceso hist¨®rico, que conecta con la memorable visita que realiz¨® la infanta Isabel, popularmente conocida por la Chata, a este Instituto hace casi medio siglo.
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