El sector de citr¨ªcos necesita subvenciones anuales por valor de 3.000 millones de pesetas para superar la crisis
Con subvenciones no se arregla la econom¨ªa; pero, mientras no se produzca el ingreso en el Mercado Com¨²n, los c¨ªtricos necesitan de ayudas de la Administraci¨®n para llegar a la otra orilla, despu¨¦s de cruzar una cr¨ªtica coyuntura que est¨¢ vaciando los bolsillos del exportador. ?Madrid piensa todav¨ªa que la naranja es El Dorado", comenta un representante del comercio, ?cuando en realidad nuestra situaci¨®n es muy diferente. Los agrios dejaron de ser el sector de lujo, el "Plan Marshall de la econom¨ªa espa?ola" al incidir en nuestro pa¨ªs la crisis mundial.?
En la pasada campa?a, el parche econ¨®mico consisti¨® en un pr¨¦stamo de 2.000 millones de pesetas, a devolver entre septiembre y diciembre. El comercio se encontr¨® con el agua al cuello, pues los resultados de sus anteriores operaciones comerciales no se equipararon al desembolso efectuado para la compra de la naranja. Se solicit¨® una moratoria de los plazos concertados con la Administraci¨®n, para poder llegar a exportar el volumen tradicional de agrios sin apreturas financieras, no sin que esta petici¨®n recibiera valoraciones encontradas. El economista Manuel P¨¦rez Montiel escrib¨ªa: ?Los exportadores de c¨ªtricos son una profesi¨®n contradictoria. Cuando todos los empresarios andan de cabeza para conseguir un pr¨¦stamo a medio plazo, ellos consiguen de la Administraci¨®n un pr¨¦stamo de dos mil millones de pesetas?, y a?ad¨ªa que se estaban matando moscas a ca?onazos, haciendo de un grano de arena una monta?a, porque la campa?a en curso va a superar el tonelaje de exportaci¨®n de la ¨²ltima, s¨®lo que el exportador no puede devolver el pr¨¦stamo porque no ha empezado todav¨ªa a cobrar.Pero es indudable que la Administraci¨®n no es receptiva a articular medidas de pol¨ªtica econ¨®mica citr¨ªcola porque, al considerarlo todav¨ªa un sector privilegiado, no ejerce la tutela empleada con otros productos y sectores econ¨®micos. El comercio de agrios apost¨® claramente por el ingreso en el Mercado Com¨²n, y con esta perspectiva plantea el apoyo de Madrid a su actividad exportadora. Al tratarse de uno de los sectores con m¨¢s futuro en la prevista integraci¨®n de la econom¨ªa espa?ola con la europea occidental, desde el sector se reclaman unas muletas temporales, bien en forma de pr¨¦stamos o anticipos.
El conseller de Econom¨ªa y Hacienda, Enrique Monsonis, con arraigada tradici¨®n exportadora, como buen nacido en Burriana (entre los dichos populares y antes de abrirse Espa?a a Europa se adjudic¨® a esta poblaci¨®n castellonense uno de los polos del eje econ¨®mico Burriana-Par¨ªs-Londres) argumenta en este sentido que una forma de aliviar la paralizaci¨®n o disminuci¨®n de las exportaciones ser¨ªa que el Estado anticipe la diferencia de la aduana media, a pagar por kilo por nuestros principales competidores: Marruecos e Israel, hasta la que hayan de pagar los c¨ªtricos espa?oles. ?Estas cantidades se recuperar¨ªan tan pronto Espa?a entre en el Mercado Com¨²n con aduana cero?, puntualiza. ?Para esta devoluci¨®n del anticipo se cargar¨ªa un canon por kilo exportado, equivalente a la diferencia que adelante el Estado en los a?os que preceden a la integraci¨®n de Espa?a en el Mercado Com¨²n. De esta forma se evitan los inconvenientes de una pura subvenci¨®n.? Julio de Miguel, reelegido recientemente presidente del CLAM, organismo enlace de las agriculturas mediterr¨¢neas y consultivo en el Mercado Com¨²n, por decisi¨®n personal de Sicco Mansholt, estima un pr¨¦stamo a medio plazo de unos 3.000 millones de pesetas por campa?a, como f¨®rmula m¨¢s adecuada. ?Todos los sectores lo piden en Espa?a a fondo perdido. Nosotros lo solicitamos para devolverlo tras la integraci¨®n con un inter¨¦s simb¨®lico, porque una vez en el Mercado Com¨²n no sufriremos la discriminaci¨®n arancelaria y experimentaremos un relanzamiento muy positivo.?
Un laudo favorable para el campo
Las organizaciones sindicales con implantaci¨®n en el campo diagnostican la crisis del sector desde perspectivas diferentes. ?Antes, el comerciante financiaba al agricultor pagando buenos precios sin demoras?, comenta Joan Ram¨®n Peris, secretario general de la Uni¨® de Llauradors i Ramaders. ?Pero ahora se han invertido los t¨¦rminos y el agricultor financia al comercio, que paga con mucho retraso despu¨¦s de cerrar sus operaciones en los mercados europeos.? Adem¨¢s, las subvenciones a los c¨ªtricos del FORPPA, que suponen solamente el 0,36% de su presupuesto, est¨¢n condicionadas a que la industria compre la naranja en cuyo precio se incluyen. Ante este sistema, las organizaciones campesinas proponen que ?la Administraci¨®n asegure unos precios m¨ªnimos. Si la compra va bien, no hacen falta subvenciones; si va mal, que financie la diferencia?.Las conversaciones de negociaci¨®n de los convenios del sector, integrado por unos 70.000 trabajadores, concluyeron sin acuerdo y la Delegaci¨®n de Trabajo dict¨® el correspondiente laudo. Los argumentos de la patronal sobre aumento de costos, crisis del sector y p¨¦rdida de competitividad en el mercado europeo no han sido valorados en su redacci¨®n. En los medios sindicales se ha recibido con satisfacci¨®n, pues supone un aumento del 14,68% sobre la anterior tabla salarial.
Para los collidors (recogedores de naranja) se establece, en la categor¨ªa m¨¢s numerosa, un salario por cinco horas de jornada diaria de 1.445 pesetas (en la ruptura de las negociaciones la patronal ofreci¨® 1.375, mientras los sindicatos ped¨ªan 1.475) y se fija por concepto de desplazamiento cinco pesetas y treinta c¨¦ntimos por kil¨®metro recorrido. El convenio de los trabajadores de almacenes (manipulado y envases) fija para la categor¨ªa de capaceador un salario de 1.721 pesetas y para encajadores 1.146, cantidades m¨¢s pr¨®ximas a la reivindicaci¨®n de la parte obrera. El laudo no modifica las mejoras sindicales, que permanecen tal como las regul¨® el convenio de noviembre de 1977.
Incertidumbre, pero con expectativas
Las expectativas para la campa?a no son desfavorables, a pesar del rev¨¦s que supone la anterior. Este optimismo relativo no surge de una resoluci¨®n de las tensiones cr¨®nicas del sector, sino m¨¢s bien de la dosis realista con que se est¨¢ actuando. ?El tonelaje de la cosecha ser¨¢ similar al de otros a?os?, asegura Julio de Miguel.Las previsiones efectuadas por los t¨¦cnicos asignan a Espa?a una cantidad de exportaci¨®n pr¨®xima a un 1.500.000 toneladas, frente a medio mill¨®n de Marruecos y 700.000 toneladas de Israel. La competitividad con estos pa¨ªses se mantendr¨¢, si bien el aumento de costos en la econom¨ªa israel¨ª repercute en la demanda de unos precios m¨¢s altos y, por tanto, favorece en cierta medida al producto espa?ol.
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